YUGOSLAVIA: Parlamento aprueba unión aduanera con Rusia y Belarús

El parlamento de Yugoslavia decidió hoy la incorporación de este país a una unión aduanera con Rusia y Belarús, pero los observadores dudan que la medida tenga alguna consecuencia práctica.

Aún no se sabe si la decisión modificará en algo los ataques aéreos de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) contra la Federación Yugoslava (integrada por Serbia y Montenegro), pero los cancilleres de la alianza militar reunidos en Bruselas decidieron continuar la guerra hasta que Belgrado ceda a sus demandas.

La declaración de la OTAN confirma el fracaso de una iniciativa italiana para revisar la estrategia de la alianza porque esta no logró ninguna de sus metas, y mientras se convierten en objetivos militares casi todas las carreteras, vías férreas, puentes, aeropuertos y demás elementos de la infraestructura yugoslava.

Varios civiles, entre ellos un infante, habrían muerto cuando un tren civil fue alcanzado por un bombardeo de la OTAN este lunes.

Analistas rusos señalan que Rusia y Serbia nunca compartieron la "íntima hermandad" eslava de la que informa la prensa occidental desde que se desataron los bombardeos el 24 de marzo.

Inmediatamente después de la sesión del Parlamento este lunes, el presidente yugoslavo Slobodan Milosevic recibió a los presidentes de ambas cámaras legislativas y los felicitó por su "histórica decisión".

La iniciativa "allana el camino para una cooperación económica, cultural y de otro tipo más profunda entre Yugoslavia y las hermanas Rusia y Belarús", declaró Milosevic.

La decisión legislativa señala que Yugoslavia "está preparada para respetar los objetivos y principios de la Unión y cumplir con sus responsabilidades".

En el pasado, la mayoría de los analistas independientes de Belgrado consideraban la unión propuesta, mencionada por primera vez en noviembre, como una pantalla para consumo interno y una expresión de deseos frente al aislamiento internacional.

Ahora que el país se enfrenta a la guerra, la mayoría se niega a opinar sobre el tema porque "no es el momento adecuado", mientras Yugoslavia padece la destrucción de su base industrial y su infraestructura.

"En este momento, los pedidos de uniones y alianzas llegan a los oídos desesperados del pueblo de Serbia, especialmente cuando se mencionan frases como 'amistad tradicional eslava' o 'amistad con Rusia' ", señaló un analista.

Para la mayoría de los serbios, la decisión tuvo el efecto de impulsar la moral de la gente, ya que se dan cuenta que el país no tiene fuertes aliados externos para hacer frente a los bombardeos implacables de la OTAN.

Pero la mayoría de los expertos en relaciones entre Serbia y Rusia precisan que la verdad no es sencilla.

"En la historia, Rusia respaldó a Serbia cuando le pareció y no lo hizo cuando las circunstancias no le complacían. Existe mucha mitología en torno a las relaciones" bilaterales, dijo Milan, destacado historiador de Belgrado.

La unión fue propuesta por primera vez en noviembre por el dirigente del Partido Radical Serbio Vojislav Seselj, luego de asistir a una reunión de legisladores de Belarús y Rusia celebrada en la localidad de Yaroslavl, 240 kilómetros al nordeste de Moscú.

El Partido Socialista de Milosevic apoyó la idea, así como su hermano, embajador ante Moscú, y la Unión de Izquierda Yugoslava, dirigido por la esposa del presidente, Mira Markovic. También fue apoyada por legisladores rusos de visita en Belgrado la semana pasada.

Los tres partidos integran la coalición gobernante y disfrutan de una cómoda mayoría.

En noviembre, Seselj dijo a la prensa que la idea de que Yugoslavia se integre a la Unión, una comunidad aduanera amplia que tiene la intención de actuar como plataforma para la integración política y económica, fue "muy bien recibida por los hermanos eslavos, cuyos corazones laten en unión con los corazones serbios".

"Este podría ser el comienzo de una nueva alianza, una alianza eslava, que podría ser una alternativa a la OTAN en el sentido militar y a la Unión Europea (UE) en el sentido político", dijo Seselj entonces.

Esa alianza "destruirá el monopolio mundial de Estados Unidos, su política de mentiras, fuerza y crímen", declaró.

"Históricamente hablando, ni la Rusia zarista, ni la ex Unión Soviética, menos aún la moderna Federación Rusa, actuaron como protectores auténticos de los intereses serbios. Simplemente protegen sus propios intereses", señaló un analista.

Rusia no apoyó un levantamiento serbio contra los turcos a comienzos del siglo XIX, cuando una delegación serbia se trasladó a San Petersburgo para solicitar ayuda, explica el libro "Historia de los Serbios", de Vladimir Corovic.

Junto a Austria, Rusia tenía un problema mayor entonces: Napoleón. El levantamiento de 1814 y la proclamación de la independencia de Serbia en 1868 fueron respaldados por Austria.

El Congreso de Berlín de 1878 decidió la división de los Balcanes (por Austria y Rusia) en diversas esferas de interés. Serbia cayó en el aro austríaco, junto con Bosnia y Herzegovina, y se convirtió en un reino independiente en 1882, con la ayuda de Austria.

Cuando el joven serbio Gavrilo Princip asesinó al archiduque austríaco Francisco Fernando en Sarajevo, el 28 de junio de 1914, y desató la primera guerra mundial, Rusia respaldó a Serbia, pero la revolución bolchevique detuvo la participación rusa en la guerra.

Serbia transcurrió la guerra como aliada de Francia y Gran Bretaña. El reino yugoslavo y la Unión Soviética prácticamente no tuvieron relaciones entre las dos guerras mundiales (1919-1939).

Entonces, los soviéticos recibieron a comunistas de toda Yugoslavia (croatas, serbios, bosnios), incluso a Josip Broz Tito, quien luego sería el líder del movimiento guerrillero contra la ocupación alemana y posterior presidente de Yugoslavia hasta su muerte en 1980.

Pero en 1948 Tito decidió abandonar la órbita soviética y fue marginado por el dictador Josef Stalin de la familia de naciones comunistas. Las relaciones entre los dos países siguieron congeladas hasta 1955.

Yugoslavia se opuso con energía a la invasión soviética de Checoslovaquia en 1968, y por un momento también temió ser invadida por la Unión Soviética. A partir de entonces, la cooperación soviética-yugoslava se basó en la economía.

Belgrado reaccionó con sentimientos encontrados ante la caída del comunismo en Europa oriental y la desintegración de la Unión Soviética en 1991.

Ideólogos comunistas cercanos a Milosevic elogiaron un golpe de Estado conservador contra el entonces presidente soviético Mijaíl Gorbachov en agosto de 1991. Cuando Boris Yeltsin tomó el poder, los socialistas lo consideraron como alguien demasiado cercano a Occidente.

Pero la Rusia de Yeltsin no apoyó a Serbia durante las guerras de Croacia y Bosnia (1991-1995). Parecería, como lo esperan los serbios, que finalmente llegó el momento de la ayuda rusa. (FIN/IPS/tra-en/vpz/ak/aq/ip/99

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe