El improvisado campamento de refugiados de Blace, sobre la frontera entre Macedonia y Yugoslavia, fue vaciado de la noche a la mañana de hoy sin que se sepa adónde fueron trasladados sus 30.000 ocupantes, informó el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
El campamento fronterizo, ocupado hasta el martes por albaneses desplazados de la provincia separatista serbia de Kosovo, fue descripto por el gobierno de Macedonia como "tierra de nadie" y por trabajadores humanitarios de Bosnia como "una sentina".
Se cree que la mitad de sus antiguos ocupantes fueron llevados a un campamento transitorio cerca de Skoplje, la capital de la ex república yugoslava de Macedonia, informó Paula Ghedini, portavoz de ACNUR.
Mientras, nadie parece saber qué ocurrió con los 70.000 kosovares que aguardaban del lado yugoslavo de la frontera. Se piensa que fueron devueltos a Kosovo, donde Belgrado declaró una tregua unilateral con motivo de la Pascua ortodoxa.
El episodio es uno más de una serie de hechos inexplicables desde que la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) comenzó su campaña de ataques aéreos contra Yugoslavia el 24 de marzo, promoviendo sin proponérselo una limpieza étnica en la sureña Kosovo, de mayoría albanesa.
Cerca de 400.000 civiles huyeron de Kosovo durante la última semana, según estimaciones de ACNUR.
Los desplazados encontraron escaso alivio en Macedonia tras escapar de los bombardeos de la OTAN y de las fuerzas serbias, que cometen saqueos, incendios y asesinatos contra la población albanesa de Kosovo.
El acceso al barroso terreno de Blace, por ejemplo, estaba restringido para las organizaciones humanitarias locales, que sólo podían registrar 5.000 personas por día. ACNUR podría registrar el cuádruple de ese número si se le permitiera, dijo Ghedini.
Gran parte de los refugiados en Macedonia son obligados a abordar aviones de la OTAN hacia destinos desconocidos (Turquía, Noruega, Grecia, Albania y la base estadounidense de Guantánamo, en Cuba) donde deberán esperar el fin de la guerra, en la esperanza de que se les permita retornar a sus hogares.
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) envió este miércoles una misión de evaluación a Albania y Macedonia.
La misión "evaluará la ayuda agrícola que se precisa con urgencia para garantizar el aumento de la producción de alimentos durante la primavera y el verano boreales", informó la organización.
El objetivo de la FAO consiste en ayudar a Albania y Macedonia a incrementar su producción de alimentos para hacer frente al masivo influjo de desplazados de Kosovo.
Con ese fin, se producirán alimentos de cultivo rápido como verduras, papas, maíz, y también se criarán aves de corral, informó la FAO.
Mientras, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que las enfermedades contagiosas como el sarampión y el cólera constituyen la principal amenaza para los refugiados.
La agencia estimó que necesitará 2,5 millones de dólares en los tres próximos meses para sus operaciones en Albania y Macedonia, y anunció que continuará actuando en Yugoslavia "sujeta a consideraciones de seguridad".
La prioridad de la OMS consiste en combatir enfermedades prevenibles mediante vacunas, el cólera y otras dolencias originadas en agua contaminada, infecciones gastrointestinales y respiratorias agudas (especialmente en niños), y el agravamiento de enfermedades crónicas preexistentes.
Los refugiados también precisarán asistencia psicológica, destacó el organismo, con sede en Ginebra. (FIN/IPS/tra-en/bk/ak/mlm/pr ip/99