YUGOSLAVIA: OTAN garantiza seguridad a países vecinos

Los líderes de la OTAN prometieron apoyo económico y seguridad a los países vecinos de Yugoslavia que cooperen con la campaña militar de la alianza, al concluir en esta capital una cumbre dominada por la crisis de Kosovo.

La seguridad de esos países "interesa directa y materialmente a los miembros de la alianza", la cual "responderá a cualquier desafío de Belgrado a los estados vecinos resultante de la presencia de fuerzas de la OTAN o de actividades de ésta en su territorio durante la crisis", declaron los líderes el domingo.

Se trata de la más explícita garantía de defensa prometida hasta ahora por la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) a un conjunto de países no miembros de los que la alianza militar trató de distanciarse en el pasado, especialmente en el caso de Croacia.

En la cumbre de tres días con motivo de sus 50 años, la OTAN proyectó una imagen de determinación y unidad en su guerra de un mes contra Yugoslavia respecto del destino de la provincia serbia de Kosovo y los 1,3 millones de kosovares albaneses desplazados de sus hogares por la limpieza étnica de los serbios.

"El mensaje más importante de esta conferencia es la determinación de todos los aliados y sus socios de revertir la situación en Kosovo", destacó el secretario general de la OTAN, Javier Solana, en su última conferencia de prensa.

"Los refugiados volverán a sus hogares, en su país, y la limpieza étnica no triunfará en nuestro continente en el umbral del siglo XXI", aseguró.

Sin embargo, los 19 líderes de los países miembros de la OTAN y otros 24 mandatarios de estados no miembros de Europa central y oriental y de Asia central partieron de Washington con varios puntos sin resolver relativos a la campaña de Yugoslavia y a la propia alianza atlántica.

Aunque todos los líderes de la OTAN estuvieron de acuerdo con la decisión de Solana de revisar y actualizar planes de contingencia para una ofensiva terrestre contra Yugoslavia si la campaña aérea no logra sus objetivos, surgieron claras diferencias al respecto.

El primer ministro de Gran Bretaña, Tony Blair, insistió el domingo en que no puede descartarse una operación por tierra.

Pero el canciller (jefe de gobierno) de Alemania, Gerhard Schroeder, preocupado por la fragilidad de su gobierno, dijo escuetamente que "el tema de las fuerzas de tierra ya no está sobre la mesa".

Así mismo, la cumbre terminó sin acuerdo aparente sobre la forma de implementación de un embargo petrolero contra Yugoslavia acordado el viernes, en particular tras el anuncio de Rusia de que continuará embarcando petróleo hacia Belgrado.

Los líderes realizaron un vago acuerdo para que los buques de la OTAN "visiten y revisen" los barcos sospechosos de transportar petróleo a Yugoslavia, pero no hubo consenso sobre qué hacer en caso de que los barcos se nieguen a ser abordados o continúen navegando hacia puertos yugoslavos.

"Imaginemos que el buque no se detiene", dijo el presidente francés Jacques Chirac. "Entonces habría que interceptarlo, e interceptar un barco en alta mar es un acto de guerra según el derecho internacional", advirtió.

Francia, respaldada por Italia y Grecia, opinó que cualquier bloqueo efectivo debería ser autorizado por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, donde Rusia tiene poder de veto.

"Las autoridades militares de la OTAN propondrán en los próximos días formas de realizar la operación", dijo Solana en la conferencia de prensa.

"Algunos de nosotros enfatizamos el uso de la fuerza y otros el uso de medios políticos", señaló el primer ministro de Italia, Massimo D'Alema, aunque destacó que la OTAN salió más unida de la conferencia.

De hecho, los impulsores de los medios políticos realizaron cierto progreso en la cumbre, mientras la guerra aérea sobre Yugoslavia se intensificaba y alcanzaba nuevos objetivos como suministros de agua y energía eléctrica, y los comandantes de la OTAN informaban del envío de más tropas y aviones a la región.

Los líderes destacaron en su comunicado su deseo de que Rusia continúe con sus esfuerzos de mediación en el conflicto.

Por primera vez, la OTAN dejó de insistir en que cualquier fuerza de paz internacional que se despliegue en Kosovo sea encabezada por la alianza, y anunció que procurará la aprobación del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para tal despliegue, en lo que se interpretó como un acercamiento a Rusia. (FIN/IPS/tra-en/jl/js/mlm/ip/99

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe