Setenta y uno por ciento de los religiosos católicos residentes en el Vaticano creen que los ataques de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) contra Yugoslavia son "injustos e inútiles", según una encuesta conocida hoy.
Los resultados del sondeo, que fueron adelantados de forma parcial este viernes y serán publicados en su totalidad en la próxima edición de la revista Famiglia Cristiana recogen la opinión de los sacerdotes, párrocos y monjas en el Vaticano.
Mientras, Vittorio Messori, biógrafo del papa Juan Pablo II, declaró que las operaciones de la OTAN solo han multiplicado los sufrimientos de los kosovares y fortalecido la posición del gobierno serbio, "dándole la posibilidad de expulsar en masa a un pueblo, cosa que no habría podido hacer sin los bombardeos".
"Por lo demás, no entiendo toda la alegría de la OTAN, es decir, de Estados Unidos por el desmantelamiento del aparato industrial serbio. Con las pocas industrias que tiene Serbia, nos encontraremos dentro de poco con otros diez millones de muerto de hambre", agregó Messori.
"Se está destruyendo la economía de Serbia y Montenegro, que no se encontraban reducidas a los niveles de pobreza de Albania. Después nos tocará volver a esas zonas con otra misión humanitaria políticamente correcta para ayudar a serbios y montenegrinos a no morir de hambre", sostuvo el escritor.
Messori calificó la acción de la OTAN de "piratería internacional", por la cual "la alianza occidental, que nació con fines defensivos, agrede a un estado reconocido, como Yugoslavia, para obtener la separación de un territorio que integra de forma legítima ese estado".
A pesar del rechazo a los ataques de la OTAN contra Yugoslavia expresado múltiples oportunidades por el papa Juan Pablo II y por el Vaticano, los partidos católicos italianos apoyan estas acciones.
Messori criticó el apoyo de los partidos católicos que apoyan la guerra, el que atribuyó al escaso peso que tienen en las dos grandes coaliciones que integran.
Se trata del Partido Popular Italiano (PPI), parte del gobierno de centroizquierda, y del Centro Cristiano Democrático (CCD), de la oposición centroderechista, ambos surgidos tras la desaparición de la Democracia Cristiana.
"Los católicos no logran expresar en el ámbito político su línea de pensamiento y sobre todo de comportamiento porque forman parte de coaliciones donde son al máximo los adornos inútiles de una torta", advirtió Messori.
Los "líderes de esos partidos pueden estar de acuerdo conmigo, pero solo lo pueden expresar en privado", mientras públicamente se dejan arrastrar por las decisiones tomadas por otros, afirmó el escritor.
A diferencia de los partidos católicos, los comunistas, tanto los opositores como los oficialistas, se oponen con decisión a la guerra, al igual que los también gobernantes Verdes.
El senador Armando Cossuta, líder del Partido de los Comunistas Italianos que integra el gobierno, propuso una "enérgica protesta" por la matanza de 70 civiles kosovares cometida por efectivos de la OTAN creyendo que se trataba de soldados serbios.
Los Verdes plantearon que los responsables de esa matanza deben ser castigados, mientras que la juventud del Partido Democrático de Izquierda (PDS), el principal de la coalición de gobierno, planteó la necesidad de una tregua bilateral.
El primer ministro Massimo D'Alema, del PDS, sostuvo que ese trágico accidente "llama a insistir en la búsqueda de una solución segura para la crisis, que garantice a todas las poblaciones del área el derecho a la convivencia en condiciones de seguridad, confianza y paz".
El ministro de Relaciones Exteriores, Lamberto Dini, partidario también de un diálogo con Serbia, reconoció que aún no se percibe una salida.
A su juicio, la responsabilidad mayor corresponde al presidente de Yugoslavia, Slobodan Milosevic, por su "obstinación" en rechazar las condiciones puestas por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para abrir una negociación que ponga fin al conflicto.
La manifiesta postulación de negociaciones para superar esta crisis permitió hasta ahora al gobierno mantener la unidad, a pesar de las amenazas de comunistas y verdes.
El papel de la ONU es considerado crucial para una posible mediación que permita el cese de los bombardeos.
El presidente de Italia, Oscar Luigi Scalfaro, un católico que se opone a la guerra, acompañó al papa en la misa de Pascua de Resurrección en la que el pontífice se manifestó una vez contra el conflicto.
Scalfaro recibió un llamado telefónico de agradecimiento del secretario general de la ONU, Kofi Annan, por haber invocado la intervención del foro mundial. (FIN/IPS/jp/mj/ip cr/99
