El presidente de Guatemala, Alvaro Arzú, insistió en ofrecer asilo a refugiados kosovares, una iniciativa que ya habría sido rechazada por otros países centroamericanos por las difíciles condiciones socioeconómicas que viven.
"Guatemala está en capacidad, a pesar de que es un país pequeño, de recibir de 1.000 a 2.000 familias de refugiados albano- kosovares, por lo cual la oferta sigue en pie", dijo Arzú este jueves.
En una reunión de Ministros de Relaciones Exteriores de América Central, celebrada esta semana en Nicaragua, el canciller guatemalteco, Eduardo Stein, llevó la oferta a los demás países de la región.
El presidente de Honduras, Carlos Flores, dijo que los países centroamericanos no consideraban formalmente la posibilidad de recibir refugiados y subrayó el suyo "está atravesando un momento complejo, a raíz de los daños provocados por (el huracán) Mitch".
El huracán Mitch, que azotó a América Central a principios de noviembre pasado, causó más de 9.000 muertos, dejó tres millones de damnificados y provocó pérdidas superiores a los 10.000 millones de dólares. Los países más afectados fueron Honduras y Nicaragua.
El vicecanciller de El Salvador, René Domínguez, rechazó el planteamiento de Guatemala, ya que los países centroamericanos no cuentan con la infraestructura necesaria y aún no han salido de la crisis generada por Mitch.
La propuesta de Arzú recibió duras críticas también en su propio país, que vivió un conflicto armado interno durante 36 años con un saldo de más de 200.000 víctimas, un millón de desplazados internos y más de 100.000 refugiados, principalmente en México.
Tras una década de negociaciones entre el gobierno y la guerrilla, el 29 de diciembre de 1996 se firmó la paz, pero alrededor de 15.000 refugiados aún permanecen en México, ya que en ese país encontraron mejores condiciones de vida.
Guatemala tiene una población de 11 millones de habitantes, de los cuales el 80 por ciento permanece en condiciones de pobreza y extrema pobreza, y el analfabetismo es de 33 por ciento.
El analista Miguel Angel Sandoval calificó de desafortunada la propuesta de Arzú y aseguró que es un contrasentido, si se tiene en cuenta que no está en capacidad de atender a sus propios refugiados, muchos de los cuales "prefieren quedarse en México ante la infame perspectiva que les espera en su país de origen".
Sandoval agregó que lo mismo ocurre con los miles de guatemaltecos que están por regresar al país tras ser expulsados de Estados Unidos, y que vendrán a engrosar la fila de desempleados o de los trabajadores informales.
El experto manifestó su interés por conocer "la posición real del gobierno ante el drama de los Balcanes".
Por que si bien es condenable la idea de limpieza étnica que remite a la época de Adolf Hitler, "y sin ir más lejos a las masacres cometidas por el ejército de Guatemala no hace mucho en zonas indígenas del país", también son condenables los bombardeos realizados en nombre de los derechos humanos, afirmó. (FIN/IPS/cz/ag/ip-hd/99