El Papa Juan Pablo II y sus enemigos históricos, los comunistas, son los que llevan adelante con mayor fuerza en Italia las iniciativas para poner término a la guerra en los Balcanes.
Pese a la "bofetada" que recibió del presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, como calificó este sábado el diario La Repubblica al rechazo a su propuesta de paz, el Papa no se rindió y consideró la fracasada misión de su ministro de Relaciones Exteriores, Jean Louis Tauran, sólo como un primer paso.
En sus numerosas intervenciones de los últimos días, Juan Pablo II consideró muy grave la prosecución de la guerra y urgente una tregua para llevar ayuda a las víctimas de Kosovo.
En el Vaticano destacan el llamamiento hecho a Clinton y al presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic, por ocho cardenales norteamericanos, que reclamaron la interrupción simultánea de los combates y de la limpieza étnica, en una ofensiva de paz dirigida a la opinión pública norteamericana.
En el Vaticano califican de fuerte el discurso que el Papa pronuciará el domingo de Pascua, en el que condenará los bombardeos a Yugoslavia, insistirá en la necesidad de una tregua y en que se ponga fin a las acciones militares de los serbios en Kosovo.
Más allá de los llamamientos, Juan Pablo II está determinado a impulsar una iniciativa internacional, alternativa a la estrategia exclusivamente militar de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
El secretario de Estado del Vaticano, cardenal Angelo Sodano, recibió este sábado al jefe del gobierno de centroizquierda de Italia, el ex comunista Massimo D'Alema, con quien coincidió en la necesidad de intentar todas las vías posibles en la búsqueda de una solución diplomática del conflicto.
D'Alema decidió pasar el domingo de Pascua en Albania, junto a los refugiados de Kosovo, en un gesto de solidaridad y para evaluar en el propio terreno el plan de ayuda de su gobierno.
El jefe del gobierno italiano viajará en un barco que llevará 125 toneladas de alimentos, un hospital de campaña y una gran cantidad de artículos de primera necesidad.
El diario del Vaticano, L'Osservatore Romano, afirmó en su edición vespertina de este sábado que el Papa, la Iglesia Católica y la humanidad entera reclaman la paz y la reanudación del diálogo en los Balcanes.
El periódico llamó a intervenir a la Organización de las Naciones Unidas, la Organización de Cooperación y Seguridad Europea y la Unión Europea para poner fin a la guerra.
Por su parte, el portavoz del Vaticano, Joaquín Navarro, desmintió que se esté considerando un inminente viaje de Juan Pablo II a Belgrado, a su regreso de la visita que realizará a Rumania, del 7 al 9 de mayo.
Los comunistas italianos, por su parte, también se movilizan en favor de la paz. Divididos en Refundación Comunista (PRC) y el Partido de los Comunistas Italianos (PDCI), coincidieron este sábado en una multitudinaria manifestación en Roma, convocada además por 300 organizaciones sociales, laicas y católicas.
Don Luigi Ciotti, fundador del grupo de solidaridad Abel, dijo que es necesario poner término a los actos de violencia contra las poblaciones de Kosovo y al mismo tiempo a los bombardeos de la OTAN.
El PDCI, que forma parte del gobierno, decidió este sábado no retirar a sus dos ministros del gabinete, como había amenazado por su oposición a la participación de Italia en la guerra contra Yugoslavia.
El presidente del PDCI, Armando Cossutta, consideró positiva la visita de D'Alema a Sodano, le pidió que aumente sus iniciativas diplomáticas para lograr una solución política a la crisis de Kosovo y adelantó que los comunistas no apoyarán en adelante a un gobierno que "no actúe activamente por la paz".
El ministro de Relaciones Exteriores, Lamberto Dini, anunció que la próxima semana debe celebrarse una reunión del Grupo de Contacto sobre Yugoslavia, formado por Rusia, Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Alemania e Italia.
A esta reunión debe seguirle una sesión del Grupo de los Siete países más industrializados (G-7) más Rusia. Esta reunión, que se realizaría en Alemania, país que preside actualmente la Unión Europea fue propuesta por el presidente de Rusia, Boris Yeltsin, quien recibió el inmediato apoyo de Francia. (FIN/IPS/jp/ag/ip/99