La crisis de Kosovo divide al Movimiento de No Alineados (Noal), el mayor bloque político del mundo en desarrollo, entre los países islámicos, que mayoritariamente apoyan los ataques de la OTAN a Yugoslavia, y otro grupo que condena esas operaciones militares.
El Noal intentó en vano durante dos semanas, desde el 24 de marzo, cuando comenzaron las incursiones aéreas de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) en Yugoslavia, acordar una declaración común sobre la crisis.
El consenso entre sus 114 miembros no fue posible. La mayoría de los 56 países islámicos que integran el bloque aprueban las operaciones de la OTAN, pues las víctimas de la denunciada limpieza étnica en Kosovo son musulmanes de origen albanés.
Los países islámicos creen que el Noal debe condenar la limpieza étnica de la que se responsabiliza a los serbios, mientras los criticos a la OTAN calificaron los ataques aéreos de agresión a Yugoslavia.
El proyecto de declaración conjunta, promovido por Egipto, Pakistán, Malasia y Kuwait y otros estados del Golfo condena "todo acto de destrucción, represión, violación de derechos humanos y otras atrocidades, específicamente la limpieza étnica realizada por las partes en conflicto, pero causada sobre todo por las autoridades yugoslavas".
El texto agregaba que las decisiones de Belgrado "llevaron a una escalada de la lucha en Kosovo y al fracaso del acuerdo para el cese del fuego".
Un segundo borrador, propiciado por Belarús, Cuba e India, condenaba, por el contrario, "la fuerza militar aplicada por la OTAN contra la República Federal de Yugoslavia sin la autorización del Consejo de Seguridad".
"Toda intervencion humanitaria bajo el derecho internacional no debe afectar la independencia política ni la integridad territorial de ningun estado", según ese segundo proyecto de declaración.
Algunos diplomáticos señalaron a IPS en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que se asiste a un caso excepcional en las relaciones entre Estados Unidos y el mundo islámico.
Washington, que había lanzado operaciones de represalia contra Iraq, Afganistán y Sudán, tres naciones islámicas, "esta vez, en cambio, bombardea a otro país para proteger a una minoría musulmana", observaron las fuentes.
La marina estadounidense, que hostiliza regularmente a Iraq, lanzó el año pasado varios misiles 'Tomahawk' contra Afganistán y Sudán por la denunciada complicidad de esos dos países con el terrorismo internacional.
Osama bin Laden, un financista saudita que estuvo radicado en Afganistán, fue señalado como responsable de los atentados de 1998 contra las embajadas de Estados Unidos en Kenia y Tanzania.
La lista del Departamento de Estado de Estados Unidos de países considerados "renegados" está recargada de naciones islamicas. En efecto, hay siete países en esa lista, de los cuales cinco son musulmanes: Irán, Iraq, Libia, Siria y Sudán. Los otros dos son Cuba y Corea del Norte.
Un proyecto de resolución presentado el 26 de marzo por Belarús, India y Rusia para condenar los ataques de la OTAN a Yugoslavia no obtuvo el apoyo mínimo de nueve votos entre los 15 miembros del Consejo de Seguridad de la ONU.
La resolucion fue rechazada por 12 votos contra tres, porque sólo Rusia, China y Namibia votaron a favor.
Gambia y Malasia, las dos naciones de mayoría musulmana representadas en el Consejo, votaron con Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Holanda, los cinco miembros de la OTAN que integran el órgano ejecutivo de la ONU, que rechazaron el pedido de cese del bombardeo contra Yugoslavia.
Malasia consideró la posibilidad de abstenerse en la votación, según informaciones procedentes de Kuala Lumpur, pero finalmente se pronunció en contra de la propuesta, para sorpresa de Estados Unidos.
Malasia fue uno de los pocos países islámicos que envió tropas a Bosnia-Herzegovina para proteger a la población musulmana, aunque tradicionalmente ha mantenido una actitud contraria a Estados Unidos en temas delicados de la ONU.
El mundo islámico demuestra una creciente unidad en apoyo a las acciones de la OTAN. El comité coordinador de los 56 miembros de la Organización de la Conferencia Islamica (OIC) expresó la semana última "grave preocupacion" por las operaciones militares "del régimen de Belgrado contra la poblacion civil de Kosovo".
La OIC acusó al gobierno de Slobodan Milosevic de "quemar aldeas enteras y cometer crímenes de genocidio y limpieza étnica" y pidió una accion decisiva internacional para evitar una catástrofe humanitaria y proteger los derechos humanos en Kosovo.
El secretario general de la ONU, Kofi Annan, informó el lunes que el canciller iraní Kamal Kharrazi le telefoneó para manifestarle la "fuerte preocupacion" de la OIC, cuyo comité coordinador volverá a reunirse esta semana en Ginebra.
Annan advirtió que se agrava la crisis humanitaria en Kosovo. Medio millón de civiles, la mayoría islámicos, abandonaron la provincia desde principios de marzo. (FIN/IPS/tra-en/td/mk/ego- ff/ip hd/99