YUGOSLAVIA: Annan paralizado frente a la crisis

Cada vez que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se enreda en una crisis política que involucra a las principales potencias del mundo, la sabiduría convencional indica que el secretario general debe ser prudente y actuar más como un secretario y menos como un general.

El artículo 99 de la Carta de la ONU establece que el secretario general puede llamar la atención del Consejo de Seguridad respecto de cualquier asunto que en su opinión "pueda amenazar el mantenimiento de la paz y la seguridad internacional".

Sin embargo, el Consejo de Seguridad ya rechazó, por 12 votos contra 3, la resolución propuesta por Rusia de finalizar los ataques aéreos de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) liderados por Estados Unidos contra Yugoslavia.

El secretario general de la ONU, Kofi Annan, dijo as su vez que no hay mucho que pueda hacer para resolver la crisis en Kosovo.

"El secretario general no tiene un ejército propio", admitió Fred Eckhard, portavoz de la ONU.

Eckhard señaló que Annan siente que hizo, y continúa haciendo, todo lo que está a su alcance. "Por el momento, no ve qué papel puede desempeñar', comentó'

Cuando Annan tomó la iniciativa de visitar Iraq el año pasado para terminar con la parálisis de las inspecciones de armas realizadas por la ONU, no sólo contaba con el apoyo implícito del Consejo de Seguridad sino que también recibió las señales adecuadas del presidente de ese país, Saddam Hussein.

En el caso de Kosovo no tiene apoyo de ningún tipo del presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic, ni de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad con derecho a veto, China, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Rusia.

Eckhard dijo que Annan no ve que haya un lugar para él "en esta ocasión para que este proceso avance hacia una solución política".

En la reunión del Consejo de Seguridad de la semana pasada, Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña expresaron un fuerte respaldo a la continuación de los ataques militares contra Yugoslavia, mientras China y Rusia pidieron el cese de los bombardeos.

Debido a que el Consejo está dividido y virtualmente paralizado, Annan siente que sus manos también están atadas.

Al preguntársele si Estados Unidos o alguien más podría evitar que fuera a Belgrado, Eckhard dijo que Anan es el jefe de una Secretaría que está al servicio de los estados miembros.

"No puede ir muy lejos frente a los 185 gobiernos que son sus jefes", señaló.

Vladislav Jovanovic, encargado de la misión yugoslava en la ONU, pidió este lunes a Annan que actuara urgentemente dentro de sus facultades, "particularmente las establecidas en el artículo 99 de la carta de la ONU, para poner fin a la agresión de la OTAN y evitar que se continúe poniendo en peligro la paz y la seguridad internacional".

"Usted se enfrenta a una oportunidad histórica de tomar el lado de la justicia y la ley, y en el umbral de un nuevo siglo proteger la autoridad de las Naciones Unidas y restaurar la confianza de la humanidad en el foro mundial", dijo.

"La alternativa es que al no cumplir con sus obligaciones se volverá cómplice del debilitamiento del sistema de las Naciones Unidas", advirtió Jovanovic a Annan.

"Espero que ya no sea demasiado tarde para que haga la opción correcta, y que tenga el coraje para defender el respeto de la ley en lugar de la agresión y la fuerza", agregó en la carta.

Después de los primeros ataques aéreos de la OTAN el 24 de marzo, Annan caminaba por la cuerda floja política, pero con una red debajo.

Como dijo un diplomático de un país en desarrollo a IPS, "Annan mantuvo a los estadounidenses felices al señalar que hay ocasiones en que el uso de la fuerza puede ser legítimo en la búsqueda de la paz".

A su vez, mantuvo a los rusos y a los chinos igualmente contentos argumentando que, aunque la carta de la ONU asigna un importante papel a las organizaciones regionales (como la OTAN), el Consejo de Seguridad debería participar en cualquier decisión de utilizar la fuerza militar.

"Como secretario general señalé en muchas ocasiones que de acuerdo a la Carta de la ONU el Consejo de Seguridad tiene la responsabilidad primaria de mantener la paz y la seguridad internacional, y esto es reconocido explícitamente en el Tratado del Atlántico Norte", dijo Annan.

"En consecuencia, el Consejo debe participar en cualquier decisión de recurrir al uso de la fuerza", agregó.

Cuando un periodista le preguntó dónde se debía hacer énfasis, evitó hábilmente responder. "Creo que mi declaración fue muy clara y que establecí los principios que subrayan el uso de la fuerza en lo que respecta a la ONU", indicó.

"La ONU está haciendo todo lo posible para aliviar el sufrimiento de los miles de desplazados y refugiados que huyen de Kosovo cada día", destacó.

Annan designó a la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados como coordinadora de todas las actividades de asistencia de la ONU en la región.

"Cualquier solución al conflicto debe permitir a estas desafortunadas personas regresar voluntariamente a sus hogares con total seguridad y dignidad", afirmó. (FIN/IPS/tra-en/td/mk/at-dg/ip/99

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