La convocatoria a una Asamblea Constituyente habría obtenido un apoyo aplastante en el referendo de este domingo en Venezuela, pero con la sombra de una alta abstención, según las primeras proyecciones parciales.
"El SI arrasó", dijo el ministro de la Secretaria de la Presidencia, Alfredo Peña, aunque sin dar cifras porque el Consejo Nacional Electoral (CNE) aún no había abierto la veda para informar sobre resultados extraoficiales.
Fuentes cercanas al proceso de escrutinio indicaron a IPS que "el SI obtuvo cerca de 90 por ciento en la primera pregunta y unos siete puntos menos en la segunda pregunta".
El presidente Hugo Chávez convocó el 2 de febrero, cuando asumió el poder, al primer referendo de la historia venezolana, destinado a determinar si una Asamblea tendrá la tarea entre julio y enero de redactar una nueva Constitución.
"Con 60 por ciento de las 7.000 mesas ya escrutadas la abstención está en torno a 60 por ciento, que es alta pero en todo caso menos de la que se esperaba en los días previos a la consulta", explicó la fuente.
La abstención en los comicios presidenciales de diciembre fue de 35 por ciento y Chávez obtuvo 56 por ciento de los votos.
Peña subrayó que las consultas populares tienen habitualmente una participación inferior a aquellos comicios en que el electorado es llamado a escoger autoridades municipales, regionales o nacionales.
Las fuerzas opositoras a Chávez apostaban a que el electorado se pronunciase de una manera importante por el NO en la segunda pregunta, que es la que fija las bases para elegir a fines de junio a los 131 miembros de la Asamblea, y sus limites del funcionamiento.
Pero el apoyo de los votantes a las dos preguntas se habría mantenido en parámetros muy similares.
Ante el apoyo arrasador que las cifras preliminares muestran a favor de la propuesta de Chávez de que una Asamblea "refunde políticamente el país para impulsar una democracia humanista y social en paz y con la participación popular", la oposición destacó la abstención como una "crítica pasiva" al presidente.
El punto más polémico de la Asamblea es si sus miembros tendrán poder para asumir funciones de los tres poderes públicos constituidos mientras esté en funcionamiento, lo que fue negado por una sentencia de la Corte Suprema de Justicia.
La primera pregunta demandó sobre la convocatoria a una Asamblea, destinada a "transformar el Estado y crear un nuevo ordenamiento jurídico, que permita el funcionamiento efectivo de una democracia social y participativa".
La segunda no explicitó las bases propuestas, sino que refería a publicación en una gaceta del CNE, lo que provocó gran confusión entre el electorado.
Los constituyentes serán electos por nombre y apellido y tres de ellos serán indígenas. De los restantes, 24 de ellos responderán a un circuito nacional y el resto a 24 circuitos regionales.
Un segundo referendo determinará al final del proceso, a fines de enero y comienzos de febrero del año 2000, si acepta el texto de la nueva Constitución, lo que es una novedad en los procesos constituyentes de América Latina. (Fin/IPS/eg/ip/99