VENEZUELA: Confrontación sí, respeto a la legalidad, también

El canciller de Venezuela, José Vicente Rangel, aseguró hoy que el país vive un sano enfrentamiento entre los poderes, que se mantiene dentro de la legalidad y es natural en procesos de transición hacia un nuevo modelo político.

Rangel reafirmó a la prensa extranjera que el presidente Hugo Chávez "no se ha apartado ni se apartará de las reglas de juego constitucionales", al cumplirse una semana de una guerra verbal con el Congreso, donde se acusa al mandatario de promover la ruptura democrática.

El canciller y "voz política" del gobierno de dos meses dijo que Chávez "no es tonto y no es impaciente" y "no le van a sacar de quicio", para que adopte medidas como la disolución del Congreso o la intervención de la Corte Suprema de Justicia.

Chávez, con el fervoroso apoyo de 80 por ciento de la población que vive en pobreza en este país rico en petróleo, controla el gobierno, mientras las fuerzas tradicionales que barrió del poder dominan el Congreso y la Corte Suprema, y buscan desde ahí controlar el abierto proceso de cambios.

Este martes, el gobierno y el Congreso restablecieron el diálogo sobre la esperada ley que habilitará al presidente a legislar por decreto en materia económica, mientras cientos de manifestantes enardecidos rodearon la sede del Poder Legislativo, pidieron que dejen gobernar a Chávez y demandaron su cierrre.

Rangel, la figura más elogiada por la oposición y sectores econ'omicos, desestimó que la inestabilidad política inhiba a los inversores extranjeros, "muchos de los cuales han mostrado su interés en invertir" desde que Chávez asumió el 2 de febrero.

A su juicio, los inversores lo que piden son reglas de juego claras, y de hecho invierten en abudancia en países mucho más inestables, como el caso de la vecina Colombia. "El proceso venezolano es decididamente democrático y pacífico", adujo.

Chávez, un teniente coronel retirado que hace siete años protagonizó un alzamiento militar, amenazó con declarar el estado de emergencia económica si el Congreso no le amplia los restringidos poderes especiales que le torgó para enfrentar la profunda crisis financiera en que encontró el país.

También criticó la legitimidad del Congreso y el Poder Judicial y reiteró su posición en favor de que la Asamblea Constituyente, que se instalaría en julio, pueda decidir la disolución del Legislativo antes de que entre en vigor en febrero del 2000 la nueva Carta Magna que será redactada.

El canciller puntualizó que el enfrentamiento entre los poderes, al que se sumó el lunes la Corte Suprema de Justicia al demandar a Chávez que cese la hostilidad en su contra, se produce "sin rompimiento alguno del hilo de la legalidad".

Rangel, tres veces candidato unitario de la izquierda y periodista de denuncia, manifestó que "debemos acostumbrarnos a vivir en tensión", porque Venezuela es un país sumergido en problemas y en transición política. "Bienvenida la confrontación y el debate, que no activa sólo el Ejecutivo", expresó.

El canciller recordó que el enfrentamiento entre los poderes es una constante en democracias maduras, donde se producen grandes tensiones en los poderes "por motivos futiles", como el que se esceneficó en Estados Unidos "con el caso Lewinski".

Para Rangel, el presidente, "por el enorme liderazgo que ejerce" sobre la población desatendida por el modelo de partidocracia que está sucumbiendo tras 40 años de vigencia, es "la garantía de estabilidad en el marco de la tensión".

Reiteró que son sectores de la oposición, que no se resignan a perder el poder, los que buscan que "salga el gorila que aseguran que hay en Chávez, pero nunca sale porque no existe".

En ese sentido, afirmó que mientras dirigentes del tradicional partido Acción Democrática piden a la Organización de Estados Americanos que investigue lo que sucede en el país, ese organismo felicita al gobierno por las medidas adoptadas en favor del respeto a los derechos humanos.

Rangel afirmó que, por el contrario, su preocupación la produce el hecho de que hay sectores de la oposición "que están desesperados" por la pérdida del poder que han ostentado por cuatro décadas, ante el rechazo de la población por la corrupción y la mala conducción del país.

"Me temo que esos opositores pierdan definitivamente la paciencia y que incurran en alguna aventura", dijo Rangel, quien prefirió no detallar a que tipo de aventura se refería.

Expresó que "lamentablemente hay una oposición que no entiende y no ha querido entender lo que está pasando en Venezuela" y no ha reflexionado ni modificado su liderazgo, pese a la aplastante derrota sufrida en las elecciones de diciembre.

El canciller admitió que la tensión verbal provocada por el endurecimiento del discurso de Chávez contra los otros poderes, tiene una razón proselitista, ante la cercania del referendo del día 25, en que la población decidirá si quiere la Asamblea Constituyente, y para el que nadie hace campaña.

Los sondeos adelantan que 88 por ciento de la población apoya esa Asamblea, mediante la cual Chávez ha prometido "refundar políticamente el país" y consumar "una revolución pac'ifica y democrática" contra las "podridas cúpulas" partidistas.

Pero nadie promueve el "no" en lo que será el primer referendo de la historia democrática del país, por lo que Ch'avez corre el riesgo de que una escasa participación sea percibida como su primera derrota política.

El clima de agitación contra los poderes tradicionales sería un instrumento de motivación a la población, "para que vote y para que esté presente y asuma la complejidad latente en el escenario venezolano", dijo Rangel a los correspobsakes, (Fin/IPS/eg/ip la/99

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe