El cese del fuego entre las facciones en pugna en Timor Oriental disipó hoy la tensión al comienzo de tres días de negociaciones en Nueva York entre funcionarios de la ONU, Indonesia y Portugal sobre el futuro del territorio ocupado por fuerzas indonesias en 1975.
Los diplomáticos se reunieron en la sede de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) para discutir un plan de autonomía para Timor Oriental, y el secretario general del foro mundial, Kofi Annan, elogió la firma del cese del fuego.
El cese del fuego, firmado por el líder paramilitar pro- indonesio Joao da Silva Tavares y el dirigente independentista Leandro Isaac, prometió una resolución pacífica a la disputa por la ocupación de Indonesia.
La firma fue presenciada por el comandante de las fuerzas armadas indonesias, general Wiranto, y por el ganador del premio Nobel de la Paz, obispo Carlos Ximenes Belo.
"Creemos que es un paso positivo. Aclara que las fuerzas armadas indonesias son responsables de mantener la seguridad en el territorio", declaró el diplomático portugués Fernando Neves.
"Me complace que (el cese del fuego) se haya firmado porque el gobierno intentó todo este tiempo llegar a este tipo de acuerdo" declaró el enviado indonesio Nugrohu Wisnumurti.
Es de "suma importancia" que las facciones independentistas y contra la independencia acaten el cese del fuego, exhortó Annan. Funcionarios de la ONU esperan organizar para julio una votación sobre el futuro de Timor Oriental, algo que podría frustrarse si se agrava la violencia en la ex colonia portuguesa.
El enviado de la ONU, Jamsheed Marker, reconoció la semana pasada que la última ola de muertes en Dili, Liquica y otras ciudades timorenses fue "perturbadora". Pero "no tengo intención de recomendar al secretario general que demos marcha atrás" en el proceso de negociación, agregó.
Parte de la violencia correspondió a ajustes de cuentas, y "esto siempre sucede en situaciones como estas", aseguró.
"Tendremos que tener una presencia de la ONU allí lo antes posible" para asegurar que se puedan sentar las bases para la votación sobre el estatuto de Timor Oriental, explicó.
Timor Oriental estaba a punto de obtener la independencia de Portugal en 1975 cuando fue invadido por Indonesia, país que se anexó el territorio en 1976.
Los partidarios de la independencia timorense insisten que para mantener la paz es necesaria la presencia de una fuerza o una misión diplomática de la ONU, luego de la serie de ataques que mataron a decenas de personas, incluso a 25 en Liquica y a 13 independentistas en Dili el sábado 17.
"Indonesia debe permitir el inmediato despliegue de personal de la ONU para proteger los derechos humanos y controlar el retiro de las tropas indonesias y el desarme de las milicias", dijo John Miller, portavoz de la organización no gubernamental Red de Acción para Timor Oriental, con sede en Estados Unidos.
El rebrote violentista tuvo lugar pocas semanas después de que Indonesia anunciara su disponibilidad a aceptar la independencia timorense si el plan de autonomía negociado por la ONU fuera rechazado por los electores del territorio.
Miller calificó las matanzas de "campaña del terror claramente concebida para frustrar toda perspectiva de una votación de los timorenses sobre su futuro político".
Un diplomático europeo que habló con IPS y prefirió mantener el anonimato, estuvo de acuerdo. "¿Cuántos asesinatos puede costar el proceso de paz antes del colapso?", preguntó.
El diplomático recalcó que los ataques ocurridos en Dili el fin de semana causaron la muerte del hijo de uno de los líderes independentistas, y que Abilio Soares, el gobernador designado por Yakarta para la provincia, estuvo involucrado en los mismos.
Xanana Gusmao, el líder independentista del Consejo Nacional de Resistencia de Timor Oriental preso en Indonesia y ahora bajo arresto domiciliario para intervenir en las negociaciones, retiró el apoyo de su sector al cese del fuego a causa de la violencia de los paramilitares timorenses integracionistas.
Gusmao no estuvo presente este miércoles en la firma del acuerdo, pero la semana pasada prometió "absoluta cooperación" con los esfuerzos del obispo Belo por lograr que las facciones timorenses dialoguen pacíficamente.
Los observadores sostuvieron que es poco probable que la violencia paramilitar cese por completo, ahora que la ONU organiza un referéndum para que los timorenses decidan su estatuto futuro.
Se espera que el canciller de Indonesia, Alí Alatas, y su homológo de Portugal, Jaime Gama, se pongan de acuerdo este viernes respecto del plan de autonomía para Timor Oriental según el cual los timorenses decidirán todo menos la defensa, las finanzas y las relaciones exteriores.
Gusmao y muchos timorenses suponen que la autonomía será rechazada en el referéndum.
Marker comentó la semana pasada que la ONU no habían decidido el modo en que se realizaría la votación, pero aseguró que los funcionarios de la organización encontrarán el mejor modo de hacerlo.
Annan había indicado la necesidad de organizar una votación tanto en Timor Oriental como en los centros de la diáspora timorenses, como Australia, Macao, Portugal y Estados Unidos.
Es improbable que la votación cuente con la presencia de cuerpos de paz de la ONU porque el Consejo de Seguridad no desea desplegar tropas en circunstancias hostiles y Yakarta no está segura de permitir la presencia de los cascos azules.
Pero los diplomáticos sostuvieron que se podría enviar una misión de observación a Timor Oriental, antes de que tenga lugar la votación. (FIN/IPS/tra-en/fah/mk/ceb-aq/ip/99