TIMOR ORIENTAL: Acuerdo de paz con futuro más que incierto

Indonesia y Portugal acordaron esta semana un proceso de paz para Timor Oriental, pero deberán superarse varios obstáculos antes de la firma e implementación del pacto, advirtieron funcionarios de la ONU.

El canciller indonesio Alí Alatas anunció que su gobierno firmará el pacto el 5 de mayo, aunque advirtió que debe consultar con Jakarta antes de la aprobación final.

El acuerdo alcanzado el viernes incluye un plan de autonomía para la antigua colonia portuguesa de Timor Oriental, ocupada por Indonesia en 1975, y documentos colaterales sobre seguridad y un proceso de consulta.

"Espero que este proceso histórico concluya el 5 de mayo, cuando se firmen los acuerdos", expresó Kofi Annan, secretario general de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), que actuó de mediadora.

Pero quedan muchos obstáculos a superar antes de que se firmen los pactos y, en especial, antes de que el pueblo timorense oriental decida si acepta o rechaza el plan de autonomía.

Un funcionario de la ONU advirtió que las autoridades indonesias, y en particular sus líderes militares, podrían rechazar algunos de los acuerdos sobre seguridad celebrados en las conversaciones de esta semana.

Además, se teme por el alto nivel de violencia en Timor Oriental, donde paramilitares proindonesios fueron culpados de la matanza de más de 20 personas en la capital, Dili, la semana pasada.

"Para que estos acuerdos sean efectivos es esencial restaurar la paz y la estabilidad", destacó el canciller de Portugal, Jaime Gama.

Aunque la violencia en Dili se redujo desde la firma el miércoles de un alto el fuego entre fuerzas proindonesias e independentistas, continúan las intimidaciones y asesinatos en el interior del territorio, señaló Gama.

José Ramos Horta, líder del Consejo Nacional de Resistencia Timorense y premio Nobel de la Paz, afirmó que Jakarta "inició una estrategia destinada a descarrilar el proceso" porque sabe que su propuesta de autonomía no será aceptada por el pueblo timorense.

Así mismo, sostuvo que el ejército indonesio financia y provee armas a los paramilitares responsables de los últimos hechos de violencia.

Ramos Horta dudó que se pueda realizar un referendo libre sobre autonomía o independencia mientras permanezcan unos 20.000 soldados indonesios en Timor Oriental, que tiene una población de sólo 840.000 personas.

Por otra parte, Alatas exhortó a la desmovilización tanto de las fuerzas proindonesias como de las independentistas. "No es cuestión de desarmar sólo las llamadas milicias", sino también al ejército de liberación timorense, llamado Falintil.

La cuestión de la desmovilización es especialmente compleja debido a las disputas potenciales sobre qué fuerza se haría cargo de la tarea.

La ONU no revelará detalles sobre los acuerdos de seguridad hasta su firma, el mes próximo, pero todas las partes coinciden en la improbabilidad del despliegue de fuerzas de paz del foro mundial.

"Nunca se consideró la posibilidad de una fuerza de paz", afirmó Alatas. La ONU contribuirá a la seguridad, pero no con una fuerza armada, agregó.

"La ONU no puede enviar una misión militar por su propia cuenta", admitió el enviado del foro mundial, Jamsheed Marker, y agregó que la organización tratará de establecer una presencia en Timor Oriental tras la firma de los acuerdos, pero dudó que se necesite una fuerza de paz.

Ramos Horta teme que la alternativa a una misión de la ONU sea el encargo del mantenimiento de la paz y la seguridad al ejército indonesio, responsable de la matanza de más de 200.000 timorenses desde la invasión de la isla.

"Sería como esperar que Saddam Hussein haga de mediador entre sus propias tropas y los kurdos", dijo.

Sin embargo, hay un consenso entre funcionarios de la ONU sobre la necesidad de una presencia en el terreno para supervisar la situación antes de cualquier votación sobre un plan de autonomía.

Varios países, entre ellos Alemania, Australia, Estados Unidos y Japón, podrían ser aceptados por Jakarta para desarmar a ambas partes y asegurar una votación libre, que se celebraría el 8 de agosto según un acuerdo tentativo entre las partes, trascendió.

Ese plan exigiría que la ONU registre a los votantes y determine los procedimientos de votación en las próximas semanas.

También sería necesario establecer centros de votación en Portugal, Australia, Macao y Estados Unidos, donde residen muchos timorenses orientales exiliados, señaló Annan.

Mientras, Ramos Horta expresó su temor a que más de 100.000 indonesios establecidos en Timor Oriental participen de la votación, aunque Annan advirtió que el "proceso de consulta" sólo incluirá a timorenses orientales nativos.

El destino del líder independentista encarcelado Xanana Gusmao también permanece incierto.

Alatas anunció el viernes que "Xanana Gusmao será liberado como parte del acuerdo general", pero hasta ahora no se fijó una fecha para poner fin a su prisión domiciliaria en Jakarta.

En medio de la confusión, se destaca el hecho de que muy pocos diplomáticos o analistas realizaron comentarios sobre el plan de autonomía aprobado por Indonesia, que otorga a los timorenses autoridad sobre todos sus asuntos excepto relaciones exteriores, defensa y política monetaria.

En todo caso, la propuesta de autonomía sería ampliamente rechazada por los timorenses orientales, sostuvo Ramos Horta.

"Como nadie espera que la propuesta sea aprobada, no importa su contenido", observó Charles Scheiner, coordinador nacional de la Red de Acción de Timor Oriental, un grupo independentista con sede en Estados Unidos. (FIN/IPS/tra-en/fah/mk/mlm/ip-hd/99

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