SIERRA LEONA: Rebeldes niegan conexión con Burkina Faso

Rebeldes de Sierra Leona negaron haber recibido armas y soldados de Burkina Faso para derrocar al gobierno del presidente Ahmed Tejan Kabbah.

"Las continuas acusaciones contra Burkina Faso son infundadas y absurdas", declaró a IPS Omrie Michael Golley, portavoz del insurgente Frente Revolucionario Unido (RUF), en Ouagadougou.

Sierra Leona, Guinea y Nigeria acusaron a Burkina Faso, Libia y Liberia de apoyar a los disidentes.

El general Timothy Shelpidi, comandante saliente de ECOMOG, las fuerzas de mantenimiento de paz de Africa occidental, acusó a los presidentes de Burkina Faso, Blaise Compaoré, y de Liberia, Charles Taylor, de confabularse para "desestabilizar a Guinea, Ghana y Nigeria".

"Esas acusaciones contra Burkina se originaron en rumores propagados por el gobierno de Sierra Leona, y son falsas e injustas", insistió Golley.

ECOMOG envió a más de 10.000 soldados, la mayoría nigerianos, a Sierra Leona para apoyar al asediado gobierno del presidente Kabbah.

Los rebeldes iniciaron su guerra de guerrillas en 1991 y derrocaron al presidente Kabbah el 23 de mayo de 1997. En enero de 1998, Kabbah volvió al poder con la ayuda de ECOMOG.

Los insurgentes volvieron a invadir Freetown en enero, y murieron 6.300 personas antes de que ECOMOG volviera a expulsarlos.

El gobierno y el pueblo de Burkina Faso, junto con sus vecinos, pueden ser de gran ayuda para encontrar una solución al conflicto de Sierra Leona, sostuvo el RUF.

"Creemos que el presidente Compaoré, que dirige la Organización de la Unidad Africana (OUA), tiene un papel clave en la restauración de la paz en nuestro país", agregó Golley.

Legisladores opositores y oficialistas exhortaron en Ouagadougou a que el primer ministro Kadré Désiré Ouedraogo explique el supuesto compromiso de Burkina Faso en el conflicto de Sierra Leona.

Emile Paré, legislador de la oposición, sostuvo que Burkina Faso fracasó en su política exterior y en la conducción de la OAU, que le corresponde cada año a uno de sus 54 miembros.

"¿Por qué nadie acusó a Níger o a Malí?", preguntó antes de exigir una explicación al primer ministro.

Ouedraogo rechazó las acusaciones, y aseguró que si su gobierno se propusiera enviar tropas a Sierra Leona, pediría la aprobación del parlamento.

También señaló que la opinión del general Shelpidi no representa al gobierno de Nigeria, y que aprueba la decisión nigeriana de retirar a Shelpidi de Sierra Leona.

En Burkina Faso aún se recuerda que el gobierno no refutó las acusaciones de que había enviado tropas para ayudar a Taylor en su lucha contra el presidente de Liberia hasta 1990, Samuel Doe, luego asesinado.

El president Compaoré admitió más tarde que envió 700 soldados a Liberia para apoyar a su "amigo" Charles Taylor.

Burkina Faso también fue acusada por Angola de albergar a "rebeldes" de la Unión Nacional para la Independencia Total de Angola (UNITA), liderada por Jonas Savimbi, y de proveer armas al movimiento rebelde.

Las acusaciones hicieron fracasar una cumbre de la OUA en la cual se iba a tratar la resolución de conflictos en Africa, y que había sido fijada en mayo por Compaoré.

El presidente de Angola, Jose Edouard Dos Santos, incitó a varios jefes de Estado a boicotear la cumbre debido al supuesto apoyo de Burkina Faso a los rebeldes de UNITA.

Golley anunció, en la visita del RUF a Burkina Faso, que habían ido "para informar a los funcionarios, como ya lo hicimos en Togo, Costa de Marfil y Nigeria, que nuestras intenciones de negociar con el gobierno de Sierra Leona son sinceras, siempre que ellos mantengan su palabra y se pueda negociar dignamente".

Los rebeldes también se mostraron cautelosos ante el último ofrecimiento de Kabbah. El presidente cedió a la demanda rebelde de liberar a su líder detenido, Foday Sankoh, el día 18, para que se reúna con sus comandantes en Togo.

"El RUF recibe con mucha cautela esta iniciativa, que constituye un paso en dirección al diálogo y a la paz", declaró Golley en Ouagadougou.

"Hemos pedido a la ONU que exija al gobierno de Sierra Leona los detalles de las condiciones en que será liberado Foday Sankoh, y el plazo máximo de las negociaciones de Togo. Estas consultas son indispensables para participar en negociaciones de paz consistentes", explicó Golley.

El RUF no aprueba el plazo de 6 o 7 días que propuso Kabbah para las discusiones entre Sankoh y sus comandantes, ni la decisión de que Sankoh, que está condenado a muerte, vuelva a la cárcel en Freetown al término de las negociaciones.

"Un límite de tiempo no es lo apropiado cuando el objetivo de las conversaciones es lograr la paz y la reconciliación", protestó Golley.

El RUF también solicitó ayuda a la ONU (Organización de las Naciones Unidas) para lograr que el gobierno levante las restricciones de viaje de algunos de sus comandantes a fin de que puedan participar en las negociaciones de Togo, y para garantizar la seguridad de todos los participantes.

"Sería razonable que, dadas las circunstancias, la ONU, la Comunidad Británica de Naciones, la OUA y ECOWAS (Comunidad Económica de Estados de Africa Occidental) garanticen la seguridad y provean el transporte de nuestros hombres hasta Togo", exigió Golley.

"Corresponde que lo hagan en nombre de la paz, y queremos que se hagan absolutamente responsables de ello", destacó Golley. (FIN/IPS/tra-en/bo/mn/ceb/aq/ip/99

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