SALUD: Trastornos mentales seguirán en aumento en el siglo XXI

El saldo del siglo XX es negativo en el campo de la salud mental, y el futuro será peor si no se adoptan medidas de fondo, alertó la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Durante los últimos 100 años hubo mejoras espectaculares en el área de la salud física de la mayoría de los países del mundo, con reducciones sin precedentes de la tasa de mortalidad, pero en lo referido a la salud mental la situación es muy distinta.

En países con bajos promedios de ingreso por habitante, como la República Democrática del Congo, Egipto e India, la esperanza de vida aumentó de 40 a 66 años, la tasa de mortalidad infantil se redujo en forma pronunciada, la viruela ha sido erradicada y otras enfermedades infecciosas se encuentran bajo control.

En contraste contundente, los problemas de salud mental, social y de conducta afectan a más de 800 millones de personas e inciden de manera creciente en el total mundial de enfermedades.

Un registro de las patologías mentales y neurológicas en el mundo elaborado por la OMS incluyó 340 millones de personas con trastornos depresivos principales, 288 millones con problemas relacionados con el alcohol, y 60 millones con retardo mental.

La agencia especializada de la Organización de las Naciones Unidas registró también 40 millones de personas con epilepsia, 29 millones con demencia (incluida la enfermedad de Alzheimer), y 45 millones con esquizofrenia.

En la mayoría de los casos, la aparición de problemas neurológicos y de salud mental deriva de un complejo proceso de interacción entre factores biológicos, psicológicos y sociales.

Entre los factores sociales la OMS señaló la guerra, la pobreza y el acceso limitado a los recursos, aunque recordó que estos problemas no son una condición necesaria de los trastornos mentales.

Los estudios han demostrado que la incidencia de problemas de salud mental con base biológica, como la depresión, tiene también sólidos vínculos con los cambios en el comportamiento social y el apoyo interpersonal, con la capacidad individual de reacción y con las condiciones sociales adversas.

La OMS mencionó entre esas condiciones sociales desfavorables al desempleo elevado, la carencia de instrucción, la discriminación contra la mujer, las violaciones de los derechos humanos y la pobreza.

Según los resultados de una investigación distribuida por la OMS en Ginebra, es probable que la incidencia de los problemas mentales y neurológicos aumente en los decenios venideros.

El crecimiento exponencial de los trastornos de salud mental será un grave obstáculo social y económico para el desarrollo mundial a menos que se adopten medidas de fondo, previno la agencia.

El aumento cuantitativo de los trastornos mentales deriva del envejecimiento de la población y del agravamiento de los problemas y las inquietudes sociales, indicó.

Entre las razones específicas del fenómeno, la OMS mencionó la creciente expectativa de vida de las personas con trastornos mentales y el hecho de que un número mayor de los individuos que los padecen alcance la edad adulta, lo que conduce, por ejemplo, a un aumento del total de personas afectadas por esquizofrenia.

A su vez, el aumento del número de ancianos en el mundo contribuye a que se registren más casos de demencia.

La incidencia de los trastornos depresivos aumenta con la edad, y esto permite prever que la depresión será el segundo factor de morbilidad global en el 2020.

La OMS advirtió que el rápido aumento del número de personas afectadas por conflictos violentos, guerras civiles y desastres, incluyendo a los desplazados por esas causas, contribuirá a los problemas psicosociales y a la violencia interpersonal en las comunidades.

Las poblaciones afectadas por esos problemas presentan tasas en aumento, superiores al promedio, de trastornos mentales, incluidos el estrés postraumático, la depresión y el alcoholismo.

Más allá de las estadísticas impresionantes referidas a las víctimas de trastornos mentales diagnosticados, existen numerosos grupos humanos que, debido a sus condiciones de vida en extremo difíciles, están más expuestos al riesgo de esos problemas.

En esa categoría figuran las personas que viven en la miseria, como los pobladores de asentamientos precarios, los niños y los adolescentes abandonados, las mujeres maltratadas y los ancianos desprotegidos.

También presentan mayor riesgo de sufrir trastornos mentales los migrantes y numerosas comunidades indígenas.

La OMS señaló que es preciso ocuparse del problema de inmediato y en forma sostenida, ya que la predisposición biológica a los problemas mentales seguirá afectando a gran número de personas, y parece improbable que disminuyan otros factores causales como la guerra, la violencia y la pobreza. (FIN/IPS/pc/mp/he dv/99

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