RUSIA: Científicos luchan por mantener en órbita la estación Mir

El 38 aniversario hoy del primer vuelo espacial tripulado de la historia fue marcado en Rusia por exhortaciones a las donaciones privadas para mantener en órbita la última joya del ambicioso programa espacial soviético.

El 12 de abril de 1961, el ruso Yuri Gagarin se transformó en el primer ser humano en viajar en el espacio. Su tumba en el Kremlin fue debidamente honrada este lunes.

Mientras, autoridades nacionales reconocieron que ya no pueden mantener a la estación espacial Mir girando alrededor del planeta, aunque algunos expertos afirmaron que la nave está en buena forma y podría mantenerse en funcionamiento entre ocho y 10 años más.

China y donantes privados son los candidatos a hacerse cargo de la estación, en forma individual o compartida.

Mir ("paz" o "mundo" en ruso) ya tiene siete años más que su expectativa de vida, de cinco años. Cumplió 12 el 20 de febrero, y dos cosmonautas rusos y uno francés lo celebraron a bordo.

"Sería un desperdicio trágico renunciar a la última estación espacial del país, que es uno de los mayores logros técnicos del siglo XX", destacó Joseph Davydov, presidente de la Fundación de Apoyo al Programa Espacial Ruso.

"Mir está valuada en unos 3.000 millones de dólares y posee 11 toneladas de equipos de última generación que proveen datos invalorables y podrían utilizarse por ocho a 10 años más", dijo a IPS.

"Si el gobierno no cuenta con el dinero suficiente, tendremos que recaudar contribuciones privadas para mantener a Mir en órbita", exhortó Davydov.

Mir es la estación con más años de servicio en la historia de la exploración espacial y ha sido un valioso laboratorio para investigar el impacto de las misiones de larga duración sobre el organismo humano.

El año pasado, Rusia decidió retirarla de órbita para junio de 1999 debido a las dificultades financieras del país y a un número de incidentes y errores producidos tras una colisión casi fatal con una nave abastecedora en 1997.

La agencia estadounidense NASA (Administración Nacional de la Aeronáutica y el Espacio), principal socia de Rusia en la exploración espacial, aprobó la decisión de desactivar a Mir, lo que permitiría a Moscú concentrar sus esfuerzos en la nueva Estación Espacial Internacional.

Rusia está a cargo de partes clave de la nueva estación, de 40.000 millones dólares, que forma parte de un esfuerzo combinado con Estados Unidos, la Unión Europea, Canadá y Japón.

El principal componente de la estación internacional, llamado Zarya ("Atardecer"), fue lanzado el pasado noviembre. Técnicos rusos están terminando ahora la residencia, que será enviada al espacio entre julio y septiembre, informó este lunes Yuri Koptev, director de la Agencia Espacial de Rusia.

Se preveía que la primera tripulación, compuesta por dos astronautas rusos y uno estadounidense, llegaría en mayo de este año, pero debido a retrasos en Rusia ahora se estima que la estación estará en órbita para enero del año 2000.

Pero la cooperación espacial no está libre de las fricciones entre Moscú y Washington. "Estados Unidos y la NASA hacen todo lo posible para destruir a Mir y expulsar a los rusos de la órbita", afirmó el veterano cosmonauta Viktor Gorbatko.

Sin embargo, el Kremlin podría ser igualmente responsabilizado, ya que el presupuesto nacional de 1999 asigna sólo el equivalente a 120 millones de dólares para investigación espacial.

En un sorprendente giro, el primer ministro Yevgeny Primakov firmó el pasado enero un decreto para mantener en órbita la estación Mir por tres años más mientras las autoridades espaciales anunciaban el hallazgo de un inversor privado, pero luego informaron que las negociaciones habían fracasado.

Periódicos rusos informaron sobre una conexión china, aunque autoridades espaciales desmintieron parcialmente los rumores.

"Hasta ahora no hay acuerdo para alquilar la estación espacial Mir a China", dijo a IPS Sergei Gromov, portavoz de Energiya, la agencia de diseño de cohetes propietaria de Mir.

Sin embargo, "nuestros expertos han dado cursos en China y dos pilotos chinos recibieron entrenamiento en un centro espacial ruso, de modo que ya están listos para usar nuestras naves espaciales", explicó.

Dado que se precisa un presupuesto de 200 a 250 millones de dólares para mantener en funcionamiento la estación sólo unos pocos años más, es improbable que algún inversor privado tenga interés, señalaron analistas locales.

Es por esta razón que la prensa rusa especula con que China sería el misterioso inversionista, en un intento por marcar el 50 aniversario de la república popular, en octubre, con un vuelo espacial tripulado.

Mientras, Mir descendió de su órbita normal y se aproxima lentamente a la Tierra para su destrucción. En un descenso controlado, parte de la nave se quemará al ingresar a la atmósfera, y el resto se hundirá en el océano Pacífico, cerca de Nueva Zelanda. (FIN/IPS/tra-en/sb/ak/mlm/sc/99

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