La Organización de las Naciones Unidas (ONU) anunció que la misión de asistencia a los refugiados de Kosovo consistirá en una operación humanitaria civil pero apoyada por fuerzas militares.
La ONU precisó que la colaboración de los uniformados se prestará en las áreas donde los militares tienen la capacidad de ayudar a responder a los problemas que plantea el éxodo masivo de la población de Kosovo.
Alrededor de medio millón de kosovares abandonaron su provincia nativa de Yugoslavia en las últimas dos semanas, desde que se desataron los ataques aéreos de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) contra el régimen de Belgrado.
"La dimensión, la celeridad y la complejidad de esos movimientos" han superado a las agencias humanitarias, alegó la oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
"Nuestra capacidad de una respuesta como se requiere se ha visto sobrepasada" por los acontecimientos, aseguró el Alto Comisionado adjunto, Soren Jessen-Petersen.
La participación militar en las campañas de asistencia a los refugiados fue uno de los temas analizados este martes por representantes gubernamentales convocados por un grupo de trabajo humanitario que supervisa los Acuerdos de Dayton, que en 1992 solucionaron el conflicto de Bosnia-Herzegovina.
A la reunión del grupo de trabajo asistieron ministros y altos funcionarios de 56 países, incluidos los de Albania, la República Federal de Yugoslavia, la ex República Yugoslava de Macedona y de los estados miembros de la OTAN.
Los participantes aprobaron la oferta de ayuda militar y los servicios que los uniformados prestan en la actualidad en los países limítrofes con la provincia yugoslava de Kosovo, dijo Jessen-Petersen.
El funcionario mencionó en particular el apoyo a la operación humanitaria comprometido por la Organización para la Seguridad y la Cooperación Europea (OSCE), la institución que agrupa a estados de Europa occidental y oriental.
La jefa de ACNUR, Sadako Ogata, definió el éxodo de kosovares como "la violación más inaudita de los derechos elementales de una entera población con el objetivo de destruir su identidad colectiva".
Ogata insistió en que la marea de refugiados responde a una operación "forzada, planeada y dirigida", lo que la convierte en "más inmanejable y desestabilizante".
El ACNUR se propone mantener a los refugiados en los países fronterizos, en espera de condiciones para su pronto retorno a Kosovo.
Jessen-Petersen declinó comentar una propuesta de Estados Unidos para acoger a refugiados kosovares en la base naval de Guantánamo, en Cuba.
Sin embargo, el funcionario insistió en que la estrategia del ACNUR consistirá en proteger a los refugiados en la región cercana a su país de origen.
Cuando la situación sobrepase a los países fronterizos a la provincia de Kosovo porque su estabilidad se encuentre en peligro, el ACNUR evaluará la evacuación de los kosovares a zonas más alejadas, pero en la misma región.
"Confiamos en que los países europeos ofrecerán plazas para los refugiados y al mismo tiempo mantendrán sus fronteras abiertas", declaró Jessen-Petersen.
Ofertas como la de Estados Unidos se evaluarán sólo cuando se compruebe que en las regiones europeas cercanas a Kosovo ya no existe capacidad para manejar el problema de las refugiados, dijo.
El ACNUR aseguró que este martes se había superado un problema que había impedido el acceso de unos 40.000 refugiados kosovares a Macedonia. Los últimos informes dieron cuenta de la existencia de sólo unas 2.000 personas en espera de atravesar la frontera.
Ogata dijo que el personal de ACNUR que se encuentra en los países limítrofes con Kosovo recibió de los refugiados "testimonios horripilantes de la violencia contra los civiles".
La funcionaria de la ONU insistió en que esa violencia es la que compele a la población a huir de su tierra. La violencia consiste en brutalidades físicas, asesinatos y torturas, intimidación y separación de los hombres de sus familias, dijo.
El jefe de la delegación de la República Federal de Yugoslavia a la reunión del ACNUR, Branko Brankovic, rechazó la argumentación de Ogata.
Brankovic recordó que el ACNUR no tiene más representates en Yugoslavia: "El primer día de bombardeos salieron. Por eso no pueden entrevistar y ver a la gente en el mismo lugar".
Lo que escuchan los funcionarios del ACNUR en Macedonia o en Albania, "puede ser probablemente una manipulación", sostuvo el diplomático en una rueda de prensa.
El embajador yugoslavo repitió que "apenas se detengan las bombas" su gobierno lanzará una gran investigación de las denuncias sobre atrocidades contra la población de Kosovo.
El resultado de la averiguación se hará pública, aseguró, y cualquier policía u otra persona que resulte responsable merecerá el castigo más severo.
Brankovic negó de manera enfática que 400.000 kosovares hayan sido expulsados de su tierra "por los militares o por quien sea". (FIN/IPS/pc/ag/ip-hd/99