El presidente de la Asamblea de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el canciller de Uruguay Didier Opertti, denunció el "golpe de Estado mundial" dado por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) al atacar Yugoslavia.
Por otra parte, denunció la pasividad del secretario general de la ONU, Kofi Annan, en la crisis yugoslava.
"No querría pasar a la historia como el presidente de la Asamblea de la ONU precisamente en el año en que ese organismo firme su acta de defunción", dijo el canciller de Uruguay ante el parlamento de su país.
"Si yo fuera el secretario general de la ONU estaría ahora en Belgrado procurando negociar con el presidente yugoslavo Slobodan Milosevic y no creo que él no me recibiera", agregó.
El ministro de Relaciones Exteriores de Uruguay reveló que el 30 de marzo dirigió una carta a Annan para "explorar conjuntamente" la posibilidad de una salida política a la situación en los Balcanes.
El secretario de la ONU respondió no obstante que "Naciones Unidas sólo podría en este momento llevar a cabo una gestión de tipo humanitario y no otra", comentó.
Los ataques más fuertes de Opertti, que reiteró ante diversos medios de prensa uruguayos, fueron dirigidos contra los 19 países integrantes de la OTAN.
Tanto Yugoslavia como la Alianza Atlántica deben respetar el derecho internacional, precisó.
Los miembros de la OTAN no recibieron ningún consentimiento de los 185 integrantes de la Asamblea de la ONU para actuar en nombre de la comunidad internacional cuando lanzaron sus ataques aéreos sobre Yugoslavia el 24 de marzo, dijo.
"No es el señor Solana, sino la organización mundial, quien debe decidir cuándo un ejercicio diplomático está terminado", afirmó, aludiendo al secretario general de la OTAN, el español Javier Solana, según el cual los bombardeos fueron iniciados tras el "agotamiento" de las discusiones de paz con Milosevic.
Tampoco es Madeleine Albright, canciller de Estados Unidos, quien puede dictar a toda la comunidad de naciones lo que debe hacer ante las crisis, subrayó.
Opertti declaró por otra parte que los miembros de la OTAN están violando los propios estatutos de la alianza, que es sólo un conglomerado defensivo cuya actuación ofensiva no se justificaba al no haber sido agredido ninguno de sus países miembros.
"A mí me preocupa enormemente que una organización militar sea la que diga aquí no hay más negociación. Es el poder político el que debe decirlo", observó.
En esta guerra está también en juego el derecho de los pequeños estados a no ser víctimas de agresiones de parte de las grandes potencias, estimó Opertti.
Ese principio, que se inspira de la carta fundacional de la ONU de 1949, será siempre defendido por Uruguay, también un país pequeño (cuenta con sólo 3,1 millones de habitantes), destacó. (FIN/IPS/dg/dm/ip/99