Los precios del petróleo treparon más de un dólar esta semana, para alcanzar niveles que no se registraban desde 1997, apuntalados por problemas operativos en el Mar del Norte y Venezuela, así como el conflicto en los Balcanes.
Pero el gobierno de Venezuela, el tercer exportador mundial, planteó la cautela sobre la profundidad y extensión de la tendencia alcista cuando comienza el buen tiempo en el Norte industrial, al subrayar que el aumento "respondió principalmente a factores coyunturales".
En el mercado de futuros de Nueva York los precios cerraron el viernes con una lígera caída de 24 centavos, que lo situó para entrega en junio en 17,94 dólares, después de alcanzar en la semana sus mayores niveles en 16 meses.
El Ministerio de Energía informó que el tipo Brent del Mar del Norte promedió 15,87, 1,33 dólares de subida respecto a la semana anterior, y el West Texas Intermediate (WTI) se situó en 17,72 dólares, un alza de 1,11 dólares.
La cesta de siete crudos de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) se vendió en 15,69 dólares, con una subida de 1,23 dólares, mientras que el cóctel venezolano se transó en 14,07 dólares, 1,02 dólares hacia arriba.
El ministro de Energía, Alí Rodríguez, afirmó que la explosión de un gasoducto ubicado en el suroriental estado de Monagas, que forzó la reducción de la producción en 274.000 barriles por día (bpd) provocó un alza instantánea en un mercado volátil y ahora sensible a cualquier problema en la oferta.
Pero Rodríguez puntualizó que Venezuela logró reactivar ya la producción de 185.000 bpd de los cortados el martes.
En su reporte semanal sobre la evolución de los precios puntuales del petróleo, el ministerio venezolano citó como las causas directas del alza, que se sostiene desde mediados de marzo, el conflicto de los Balcanes.
Esa guerra entre la Organización del Atlántico Norte (OTAN) y Yugoslavia no afecta a zonas productoras, pero hace temer a los operadores un incremento de la demanda y eventuales cortes en el transporte desde los yacimientos a los mercados, por la extensión del conflicto.
Un segundo elemento que impulsó los precios fue el de los nuevos problemas operacionales que afectan los yacimientos en el Mar del Norte, junto con la explosión del gasoducto venezolano.
Además, se han producido problemas en refinerías de Estados Unidos, que les obligaron a reducir sus planes productivos.
El resultado fue que durante la semana, los precios petrleros alcanzaron niveles que no se lograban desde diciembre de 1997, cuando comenzó el declive. Las cotizaciones se desplomaron en 1998 en cerca de 40 por ciento respecto al año precedente y alcanzaron en febrero último su peor nivel en 30 años.
De telón de fondo de la tendencia alcista está la decisión de la OPEP y otros exportadores independientes de reducir su producción en 2,1 millones de bpd desde el primero de abril, cuyo cumplimiento es creido por los operadores.
Algunos análisis aseguran que comienza a producirse un equilibrio entre la oferta y la demanda mundial, por el reinicio del incremento de las compras de Asia y los factores coyunturales.
Pero expertos como el venezolano Alberto Quiros insisten en que cuando se inicie de lleno el verano boreal deberá producirse un asentamiento hacia la baja de las nerviosas alzas actuales, y que los verdaderos efectos de los recortes productivos se sentirán a partir de octubre. (Fin/IPS/eg/if/99