Tres candidatos a la presidencia de Panamá iniciaron esta semana la útima fase de sus campañas hacia los comicios del 2 de mayo, de donde surgirá el mandatario que tomará posesión del canal interoceánico el 31 de diciembre.
Martín Torrijos, del gobernante Partido Revolucionario Democrático (PRD) e hijo del extinto jefe de Estado general Omar Torrijos, aparece en primer lugar de las encuestas de intención de voto con ocho puntos porcentuales por encima de la productora cafetalera Mireya Moscoso, del opositor Partido Arnulfista (PR).
Sin embargo, de acuerdo con una encuesta publicada el 31 de marzo por la compañía Dichter y Neira, Moscoso redujo 5,1 por ciento la ventaja que le llevaba Torrijos a finales de febrero.
Mientras que el candidato del PRD bajó en el último mes del 45,1 al 43,2 por ciento, Moscoso incrementó sus guarismos del 32 al 35,2 por ciento.
En tercer lugar aparece el banquero Alberto Vallarino, candidato de una coalición encabezada por el opositor Partido Demócrata Cristiano, con 15,6 por ciento de la intención de voto.
Torrijos, un economista de 35 años educado en Estados Unidos, Moscoso, viuda del fallecido ex presidente Arnulfo Arias, y Vallarino han centrado sus campañas en ofrecer medidas para atenuar la pobreza y el desempleo, identificados como los males principales que padece el país.
La pobreza absoluta afecta a casi 39 por ciento de los 2,8 millones de panameños, en tanto que el desempleo lo padece más de 13 por ciento de los 1,2 millones de personas económicamente activas.
Los analistas aducen que la explotación de su imagen de joven bonachón, poco dado a la controversia y el ataque personal a sus adversarios y el hecho de ser hijo del ex hombre fuerte del país son los elementos que le han dado a Martín Torrijos una ventaja sobre los otros dos candidatos.
Un 51 por ciento de los votantes de Torrijos se encuentran en la franja comprendida entre 18 y 35 años de edad.
Sin embargo, Moscoso ha reorientado su discurso para señalar que Torrijos "representa el continuismo de la dictadura" implementada por su padre en 1968 y del programa neoliberal del presidente Ernesto Pérez Balladares, de quien hasta mediados de 1998 fue viceministro de Gobierno y Justicia.
"Yo tengo el compromiso con mi padre" de ser quien tome posesión del canal el 31 de diciembre de 1999, afirmó Torrijos el pasado fin de semana, tras hacer alusión a la lucha que libró su progenitor en la década de 1970 para obligar a Estados Unidos a firmar los tratados canaleros el 7 de septiembre de 1977.
Para el secretario general de la Central General de Trabajadores Mariano Mena, "el plan de gobierno ideal requiere como elemento principal un programa que se enfrente al modelo actual, que reproduce la pobreza".
Félix Maduro, ex presidente de la Cámara de Comercio e Industrias, consideró que los futuros programas de gobierno deben estar orientados a un crecimiento económico "que cumpla con una función social".
Inversiones suficientes para reducir el desempleo y planes de educación que mejoren la preparación de los profesionales y la mano de obra local también figuran entre las preocupaciones de Maduro.
El profesor universitario Miguel Antonio Bernal cree a su vez que lo primordial es que el próximo presidente "permita una mayor participación ciudadana, y que sus actuaciones estén rodeadas de la transparencia que exige la población para que pueda gozar de la credibilidad necesaria". (FIN/IPS/sh/dg/ip/99)