La deposición de la basura constituye un serio problema ecológico y de salud pública en Panamá, sobre todo en los centros urbanos del interior del país, cuyos municipios carecen de recursos para enfrentar la situación.
En la capital es el único lugar donde se utiliza el sistema de enterramiento de la basura (relleno sanitario) con membranas protectoras y capas de tierra superpuestas. En el resto del país, la mayoría de los depósitos se encuentran en los manglares, humedales y laderas de los ríos.
Pero en la capital y el cercano distrito de San Miguelito, así como la caribeña ciudad de Colón, donde vive más del 40 por ciento de los 2,8 millones de habitantes de Panamá, el problema es el deficiente sistema de recolección y la baja educación ambiental de la mayoría de la población.
El director de la estatal Dirección Metropolitana de Aseo (Dima), Ricardo Saval, dijo que "la gente sigue tirando la basura en cualquier parte y a cualqueir hora" y reclamó que se establezcan leyes "para sancionar a los ciudadanos irresponsables".
Esta actitud de la población conspira contra el esfuerzo del organismo para recolectar con mayor frecuencia y en todos los barrios de la región metropolitana. La Dima recolecta cerca de 1.200 toneladas diarias de basura en la capital, San Miguelito y Colón.
Los improvisados basureros, que aparecen de la noche a la mañana, sobre todo en los barrios periféricos de la región metropolitana y en el interior, se ubican en los lugares menos adecuados, cerca de las escuelas, centros de salud, quebradas e incluso en playas y parques naturales protegidos.
Un habitante de la periférica barriada de Las Mañanitas, cuya residencia se encuentra cerca de uno de los basureros clandestinos creado por los vecinos del lugar, atribuyó el problema a la gran demora de la Dima en recolactar la basura.
"Peor es que la dejemos dentro de nuestras casas", justificó el infractor.
En la occidental provincia de Bocas del Toro, en el Caribe, se estableció recientemente un basurero clandestino a sólo dos kilómetros de las playas de Bluff y Panch, consideradas como unas de las más bellas de todo ese litoral, denunció el alcalde de la ciudad de Changuinola, Eduardo Lewis.
Lewis considera que la solución al problema podría estar en privatizar la recolección de la basura, lo cual incrementaría la tasa que pagan los residentes para ese concepto pero garantizaría que la basura sea depositada en los sitios asignados por el Estado.
En las pequeñas ciudades y pueblos del interior el problema se deriva en los bajos recursos con que cuentan los municipios para recolectar y deponer la basura mediante procedimientos científicos.
Se estima que en el resto de los centros urbanos fuera de la región metropolitana se produce alrededor de 1.600 toneladas diarias de basura.
El principal problema de las pequeñas ciudades y pobladores del interior es la baja o nula capacidad de pago de la tasa de aseo que cobran los municipios, así como la falta de recursos de los gobiernos locales para adquirir camiones recolectores y deshacerse de la basura en forma adecuada.
La industrialización tampoco parece ser una alternativa viable debido a los altos costos que del transporte de la basura desde las dispersas zonas urbanas del interior hacia las posibles plantas de procesamiento, dijo a IPS el alcalde de la ciudad de Parita, Manuel Barrios.
En Parita, unos 240 kilómetros al oeste de la capital de Panamá, las 500 familias que residen en el casco urbano pagan al municipio sólo 3.000 dólares al año (seis dólares por casa) por el servicio de recolección de basura, lo que "no alcanza ni para pagar el combustible del camión", afirmó Barrios.
En otras pequeñas ciudades y poblados del interior donde existe un sistema de recolección, la tasa de aseo varía entre cuatro y seis dólares anuales.
Según Barrios, la solución está en dotar a los municipios más pobres de un presupuesto especial otorgado por el gobierno central para hacer frente al problema de recolección y deposición adecuada de la basura "para no seguir contaminando el país".
El reciclaje en pequeña escala que incluso puede abarcar a varios municipios de una misma región, sería otra alternativa, subrayó Barrios, tras indicar que se requieren medidas urgentes para evitar que la pobreza siga contribuyendo al maltrato de los recursos naturales del país.
El experto Nilson Espino, ex director de la Dima, considera que si no se incorpora a la comunidad y las autoridades no tienen claro que éste es un problema nacional, no habrá una solución duradera.
Espino recomendó que el tema de la contaminación de la basura sea incorporado a los programas escolares "para que los niños y jóvenes reciban orientación", e instó al gobierno central a construir rellenos sanitarios para que sean usados en forma conjunta por varios pequeños municipios del interior.
"La población del país crece y debemos ser responsables al abordar el tema, porque la basura produce contaminación y hay que enfrentar el problema para evitar que haga crisis", subrayó el experto. (FIN/IPS/sh/ag/en/99
