Nicaragua se prepara para asistir a la reunión de mayo en Estocolmo sin consenso sobre la propuesta del gobierno de reconstrucción del país y en medio de un clima político adverso por graves acusaciones de corrupción.
En la capital de Suecia se reunirá del 23 al 25 de mayo el Grupo Consultivo, impulsado por el Banco Interamericano de Desarrollo para definir medidas de reconstrucción de las zonas afectadas por el huracán Mitch en América Central, e integrado por organismos multilaterales, Estados Unidos, Canadá y varios países europeos.
En el Foro Internacional de Cooperación para la Reconstrucción y Transformación de Nicaragua organizado la semana pasada, el gobierno de Arnoldo Alemán presentó un extenso informe sobre los daños causados por el huracán Mitch en octubre de 1998, con pérdidas superiores a los 2.200 millones de dólares.
También detalló los trabajos de recuperación que se están realizando en las zonas afectadas.
Las consultas hechas para elaborar la propuesta a presentar en la reunión de Estocolmo no llenaron las expectativas de los distintos sectores sociales, pese a lo cual el presidente del Banco Central, Noel Ramírez, dijo no tener dudas del "éxito total" que tendrá el país en el encuentro.
Ramírez señaló que Nicaragua podría obtener este año una ayuda externa de unos 300 millones de dólares, además de una reducción de la deuda con el Club de París, de gobiernos acreedores, de unos 50 millones de dólares anuales, en los próximos tres años.
Otra rebaja de 50 millones de dólares será otorgada por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y otros acreedores multilaterales, mientras el Banco Mundial aprobó la semana pasada un nuevo préstamo de 50 millones de dólares.
"El financiamiento necesario para la reconstrucción está básicamente garantizado", agregó Ramírez.
Un documento oficial presentado en el Foro detalla los 866,6 millones de dólares de ayuda externa recibida por Nicaragua en los últimos dos años, de los cuales 442 millones provinieron de donaciones y 424,6 de préstamos.
La cooperación se distribuyó en el sector productivo (202,3 millones de dólares), infraestructura económica (158,4 millones), área social (241 millones) y al sistema financiero (196 millones), mientras que otros rubros recibieron 68,5 millones.
El gobierno advierte, sin embargo, que la posible inclusión de Nicaragua en el programa del Banco Mundial y FMI de Alivio de Deuda para Países Pobres Altamente Endeudados (HIPC, según sus siglas en inglés) no alcanzaría para que la deuda externa del país logre el nivel de sustentabilidad necesario.
La deuda externa nicaragüense con el Club de París, los organismos multilaterales y otros países de América, Europa, Africa y Asia asciende hoy a 6.220 millones de dólares.
El documento "Nicaragua: Estrategia para el Alivio de su Deuda Externa" presentado por el gobierno en un seminario realizado en febrero en La Paz incluye una estrategia de cinco alternativa para enfrentar el problema.
"Fue un taller para simular diferentes escenarios en el caso de que Nicaragua sea incluida en el HIPC, en el cual participaron además Honduras y Bolivia", informó María Cristina Mendieta, de la Gerencia de Estudios Económicos del Banco Central.
Mendieta explicó que en el seminario se concluyó, entre otras cosas, que Nicaragua necesita medidas complementarias a las contenidas en el programa de los organismso multilaterales para reducir su deuda.
La oposición, a todo esto, no está convencida de las ventajas que ofrece el HIPC.
El ex presidente Daniel Ortega, secretario general del Frente Sandinista de Liberación Nacional, afirmó que es una iniciativa "paternalista, porque no va al fondo del problema y no permite al país insertarse en la economa mundial".
Ortega entiende que su partido no puede oponerse a una medida de alivio de la deuda externa, pero aseguró que aunque hubiera una condonación total de ese pasivo no se resolverá el problema de fondo.
Por otra parte, las gestiones que encara Managua a nivel internacional se han visto dificultadas en los últimos tiempos por las denuncias de corrupción, que afectan al propio presidente Alemán y que lo ha llevado a enfrentarse con la Contraloría General.
Mario Alegría, asesor de la Contraloría, indicó que el gobierno ha violado reiteradamente la ley de presupuesto nacional, lo que constituye una amenaza para el control de los recursos del país, provenientes de la recaudación tributaria y de la ayuda internacional.
Alegría dijo que si no se fortalece el control institucional existe el riesgo de que los recursos que se obtengan en Estocolmo o a partir de la inclusión en el progrmaa de HIPC no se orienten "a los fines para los cuales se asignan".
El dirigente sandinista Víctor Hugo Tinoco abogó para que los organismos multilaterales no desechen la ayuda por esta causa, ya que la crisis económica, los altos niveles de pobreza y el desempleo son independientes de las acusaciones que pesan sobre el gobierno de Alemán.
"Retener la ayuda a Nicaragua porque su presidente no es transparente y quiere fomentar la corrupción es castigar al pueblo de este país", afirmó.
Varios dirigentes sociales también cuestionaron el optimismo del gobierno sobre los eventuales buenos resultados de la gestión en Estocolmo, porque en el Plan Nacional de Desarrollo elaborado para la reunón se ignoraron aspectos fundamentales.
Entre ellos la disminución de la vulnerabilidad frente a los desastres naturales, la protección del medio ambiente, la descentralización, el fortalecimiento de los poderes del Estado, la transparencia y la promoción de la participación ciudadana, entre otros aspectos.
Amado Ordóñez, de la organización ambientalista Centro Humboldt, dijo que Nicaragua llevará a Suecia "una cartera de programas y proyectos", pero sin una estrategia definida que responda a las necesidades del país de acuerdo a las inquietudes planteadas para una real transformación social y económica.
"No puede haber una reconstrucción ni una transformación nacional sin abordar profundamente el problema campesino, donde 75 por ciento de la población vive en la miseria y produce en tierras marginales", declaró Ordoñez.
Agregó que "lo que se plantea es una propuesta centrada sobre todo en un programa de desarrollo rural donde el sujeto fundamental sea el pequeño campesino".
Kamilo Lara, de la Fundación Nicaragüense para la Conservación y el Desarrollo, manifestó que en materia de protección del ambiente, el gobierno "no ha hecho nada" aunque estimó que ha demostrado "buenas intenciones".
Por su parte, el experto Jaime Incer Barquero, explicó que hasta ahora lo que se ha formulado sobre el tema ambiental ha sido en "función de reconstruir, pero nadie ha hablado de la vulnerabilidad".
Amílcar Navarro, dirigente de la Unión Nicaragüense de Cafetaleros, señaló que en los próximos años el sector perderá unos 40 millones de dólares cada año sólo por lucro cesante, debido a los daños en las plantaciones ocasionadas por el huracán Mitch.
Navarro calculó que se tendrá que invertir unos 80 millones de dólares para poder recuperar la capacidad productiva que se tenía antes de que ocurriera el fenómeno climático. Ese es uno de los principales aspectos en que el gobierno debería insistir en la reunión del Grupo Consultivo, agregó. (FIN/IPS/wg/dm/if ip/99