NICARAGUA: Comenzó campaña para eliminación de minas terrestres

Con la destrucción de 5.000 artefactos desenterrados de zonas rurales del norte del país, el gobierno de Nicaragua inició hoy el proceso de eliminación total de más de 136.000 minas terrestres.

En una escuela militar a 12 kilómetros al oeste de Managua, ingenieros zapadores del Ejército destruyeron las minas, como acto simbólico de inicio de la Primera Reunión de Desminado de Centroamérica.

En el encuentro participan los cancilleres de la región – excepto Panamá-, Belice y República Dominicana, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA) César Gaviria y el presidente de la Junta Interamericana de Defensa, el mayor general estadounidense John C. Thompson.

Con este paso, Nicaragua comienza a cumplir con las obligaciones contraídas tras la entrada en vigencia de la Convención de 1997.

Ese texto, firmado en Ottawa, Canadá, prohibe el uso, fabricación y almacenamiento de las minas terrestres por los estados firmantes.

El único país que no suscribió el tratado fue Estados Unidos, uno de los mayores fabricantes de minas del mundo.

Hasta el 2004 Nicaragua contará con asistencia del Programa de Desminado de la OEA, según señaló el coronel estadounidense William Mcdonough, asesor de esa entidad.

Cifras del Ministerio de Defensa indican que el Ejército de Nicaragua ha desenterrado hasta ahora un poco más de 54.000 de las 136.813 minas que hasta 1990 estaban instaladas en las fronteras norte y sur, el centro, el norte y zonas del Caribe de este país.

Los artefactos, de fabricación soviética y estadounidense, fueron sembrados en puentes, torres de alta tensión, objetivos militares y plantas eléctricas, durante la guerra que opuso en los años 80 al entonces llamado Ejército Popular Sandinista y los contrarrevolucionarios financiados por Estados Unidos.

El armamento soviético era utilizado por el Ejército Sandinista, mientras la "Resistencia" o "contras" empleó minas Claymond de fabricación estadounidense.

La zona más afectada por la presencia de artefactos explosivos es la frontera con Honduras, donde fueron instaladas hasta 1987 un total de 55.000 minas, en una extensión de 145 kilómetros de los más de 900 que componen la franja fronteriza.

El Ejército ha logrado despejar de explosivos unos 30 kilómetros.

En los últimos años se han producido un total de 553 accidentes en los campos minados, con un saldo de 424 civiles y 76 militares mutilados y 46 civiles y siete militares muertos.

Unas 100.000 personas viven en lugares en donde aún hay minas enterradas y activas.

Según datos de Naciones Unidas, una mina puede permanecer activa durante varias décadas. "El valor de cada una en el mercado mundial es de unos tres dólares, pero el costo de la desactivación puede llegar hasta los 300", señalan.

Los niños representan 80 por ciento de las personas que mueren al entrar en contacto con estos artefactos bélicos.

El último informe del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia revela que cerca de 5.000 personas murieron desde 1980 en Costa Rica al pisar minas, 534 en Honduras y 80 en Nicaragua.

El índice de accidentes y muertes por explosión de artefactos se redujo considerablemente en el último año, producto de la labor de prevención e instalación de señales de alerta realizada por el Ejército de Nicaragua, con el apoyo de la Cruz Roja Internacional y países donantes.

El Ejército inició la primera labor de desminado en 1993 y la segunda en 1996, logrando en total la desactivación de 30.000 minas.

El trabajo de retiro ha sido manual, ya que las condiciones geográficas y el crecimiento de la vegetación no permite el uso de detectores de minas.

Unos 200 zapadores del Ejército se encuentran trabajando en las zonas donde se encuentran las 83.000 minas que aún están sembradas y que el gobierno planea eliminar dentro de los próximos cinco años.

Honduras es otro de los países de América Central afectado por la presencia de minas, pero, a diferencia de Nicaragua, el Ejército de ese país desconoce la cantidad de artefactos que fueron instalados en su territorio, utilizado en el enfrentamiento entre sandinistas y "contras".

El coronel José Dávila, jefe de Operaciones y Adiestramiento del Ejército de Honduras, dijo que han logrado desactivar un total de 2.015 minas, la mayoría de fabricación soviética.

"No contamos con un archivo, las zonas que hemos despejado de explosivos es donde anteriormente se produjeron detonaciones accidentales. Quienes las colocaron no nos han suministrado la información de los lugares afectados", declaró Dávila.

"De momento vamos a prestar asistencia hasta que se elimine la última mina, en un proceso que se prolongaría hasta el 2004", señaló a su vez el estadounidense William Mcdonough.

El plan original de destrucción de minas finalizaba en el 2000, pero se alteró por los efectos del huracán Mitch, que dejó sin ubicación gran cantidad de artefactos que ya estaban localizados y que fueron removidos por las corrientes de los ríos que aumentaron su caudal productos de las lluvias, explicó.

El Programa Nacional de Desminado llevado a cabo por el Ejército de Nicaragua es apoyado con siete millones de dólares aportados por Canadá, Francia, Dinamarca, Japón y la Unión Europea.

Para eliminar todas las minas sembradas en el país se necesitan unos 25 millones de dólares en un plazo de seis años.

La OEA conduce otro programa para ayudar a las víctimas de las minas y fomentar la recuperación de las tierras donde están sembradas como parte de los acuerdos de Ottawa. (FIN/IPS/wg/dg/ip/99

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