La Primera Reunión de los Estados Parte de la Convención que Prohíbe las Minas Terrestres Antipersonales tendrá lugar del 3 al 7 de mayo en Mozambique, país africano también devastado por los efectos de esas armas mortales.
El tratado aprobado en Ottawa en 1997 fue negociado durante un lapso de un año, firmado por más de 135 países y ratificado por 71. El documento compromete a los estados a prohibir el uso, el almacenamiento, la producción y la transferencia de las minas.
Es el primer acuerdo legal que prohíbe las minas terrestre y exige a los estados miembros que destruyan las armas almacenadas en un plazo de cuatro años después de haber firmado el tratado.
La convención, que entró en vigor el 1 de marzo, obliga a los partidos a destruir las minas antipersonales en zonas bajo su jurisdicción en un lapso no mayor a 10 años.
La cantidad de minas antipersonales que aún no detonaron se calculan entre 60 millones y 100 millones en todo el mundo. Más de 14 millones de las armas fueron destruidas por 20 países desde 1996.
En la conferencia se tratarán problemas como la colocación de nuevas minas en Angola y Kosovo, la provincia separatista de Yugoslavia, explicó Noel Scott, de la Campaña Sudafricana para Prohibir las Minas Terrestres.
"Desde la convención, la crisis continúa y debemos asegurarnos de que los gobiernos cumplan con el tratado", dijo.
Uno de los mayores obstáculos que enfrenta el tratado es que las grandes superpotencias se negaron a firmarlo.
China, Estados Unidos, India y Rusia, junto con Cuba y Pakistán, señalaron que no están preparados para apoyar el tratado.
Veintiún países más en Africa y Medio Oriente tampoco lo firmaron. Egipto, Estados Unidos, India, Irán, Iraq, Pakistán y Singapur siguen produciendo minas terrestres.
La región sede de la conferencia, Africa austral, es una de las más minadas del planeta.
Se calcula que Mozambique tiene más de dos millones de minas y las organizaciones humanitarias estiman que se necesitarán 30 millones de dólares y 10 años para eliminarlas.
En Angola, las minas mataron o hirieron a más de 70.000 personas, y una de 470 sufrió la amputación de una extremidad. En todo el mundo se calcula que las minas matan o hieren a 2.000 personas todos los meses.
La activista Liz Bernstein señala que el hecho de que el tratado haya sido firmado por tanta cantidad de países no significa que se haya vencido en la guerra contra las minas.
"Es importante demostrar que seguimos aquí. La labor no está hecha aún, sino que recién comenzó", dijo.
El tratado habrá vinculado a 55 países para cuando se reúna la conferencia en Maputo. La convención entra en vigor seis meses después de que un estado lo ratifica ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El artículo 6 de la convención estipula que un país afectado por las minas puede pedir la ayuda internacional.
Las minas tienen mayor impacto en las regiones menos industrializadas, como en Mozambique, donde el ingreso por habitante llega a 50 dólares por año.
Uno de los mayores problemas de los estados es el costo de retirar las minas. En Mozambique, por ejemplo, el costo se estima en 30 veces el producto interno bruto del país.
La conferencia contará con la presencia de al menos 20 ministros de relaciones exteriores, explicó Kevin Kennedy, funcionario de la ONU, y analizará la posibilidad de financiar la remoción de las armas. (FIN/IPS/tra-en/gm/mn/aq/ip/99