La meta de firmar antes de diciembre un acuerdo de libre comercio entre México y la Unión Europea (UE) se alejó esta semana al concluir en esta capital la cuarta ronda de negociaciones con endurecimiento de los reclamos de las partes y planteos sindicales.
"Diferencias sustanciales", "agresividad" y "ánimos encontrados" fueron algunas de las palabras usadas por los negociadores para resumir el diálogo sobre plazos de desgravación arancelaria, reglas de origen y solución de controversias.
Sin dar detalles mayores sobre sus diferencias, excepto que la UE reclama una desgravación inmediata de 82 por ciento de las mercancias y México un calendario progresivo que empiece en 46 por ciento, las partes ofrecieron volver a reunirse en Bruselas en mayo.
Antes del comienzo de la primera ronda el año pasado y luego de firmar un acuerdo político en el que debieron superar asperezas por cláusulas sobre democracia y derechos humanos, los delegados mexicanos afirmaban que el tratado comercial podría estar listo a fines de 1999.
Sin embargo, con el paso del tiempo esa perspectiva parece alejarse. Para los analistas, lo realista sería reconocer que el acuerdo no se firmará antes de mediados del 2000 o más tarde.
Socios que mantienen hoy un intercambio anual de alrededor de 14.000 millones de dólares, México y la UE procuran un acuerdo que impulse la diversificación de su comercio, que en el caso del primero se concentra con Estados Unidos y en el segundo dentro de su propio entorno.
"Las ofertas mexicanas están lejos de los intereses europeos", declaró Manuel Blanco, embajador de la UE en México al terminar este jueves cuatro días de diálogo con los negociadores del país latinoamericano.
Existen marcadas diferencias, señaló por su parte Jaime Zabludovsky, negociador mexicano, para quien la posición europea en la cuarta ronda fue "muy agresiva".
El diálogo no es fáciles, si se considera que el poder económico de las dos partes tiene importantes diferencias, reconocen los delegados.
El producto interno bruto de los 15 socios de la UE asciende a más de ocho billones de dólares, mientras el de México llega apenas a 414.000 millones. En cuanto al comercio anual, el del primero llega más de cuatro billones y el del segundo a 242.743 millones de dólares.
La población es otra de las diferencias. Los europeos, que gozan de un alto nivel de vida, suman más de 374 millones y los mexicanos, más de mitad de los cuales son pobres, 96 millones.
En la cuarta ronda de negociaciones la Red Mexicana de Acción Frente al Libre Comercio, grupo que reúne a sindicatos independientes y organizaciones sociales opositoras, demandó que en las negociaciones con la UE se incluyan cláusulas en materia laboral, de derechos huamanos y de ambiente.
Al igual que cuando México firmó en 1993 con Canadá y Estados Unidos el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, la Red advirtió que realizará movilizaciones para lograr que la negociación con la UE sea abierta y beneficiosa para los trabajadores del país latinoamericano.
El secretario (ministro) de Comercio, Herminio Blanco, prometió que la negociación será transpartente, pero advirtió que es exlusivamente comercial y que, por lo tanto, no incluye asuntos laborales o ambientales. El mandato de la negociación es claro, señaló.
Al igual que la Red, la Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres, la Confederación Europea de Sindicatos y la Confederación Mundial del Trabajo demandaron esta semana que en las negociaciones México-UE se incluyan cláusulas laborales y ambientales.
Además, pidieron establecer mecanismos para garantizar el respeto a los derechos humanos y para prevenir a los mexicanos "del abuso de poder de las empresas multinacionales".
Los grupos sindicales de México y Europa prometieron que realizarán todas las gestiones necesarias para ser escuchados. Dijeron incluso que se presentarán ante parlamentarios europeos y otras instancias de ese bloque para frenar el acuerdo si este no es beneficioso para los trabajadores.
Según el gobierno de México, la firma de una acuerdo con la UE debe considerarse un objetico estratégico, pues ese bloque tiene uno de los mercados más grandes del mundo y maneja alrededor de 20 por ciento del comercio planetario. (FIN/IPS/dc/mj/ip if/98