MEXICO: Gobierno impulsa fusión de bancos

Los banqueros de México recibieron la señal esperada para dar nuevo rostro a un sector agobiado por una cartera vencida de casi cien millones de dólares y con el crédito cerrado, al ser conminados por el presidente Ernesto Zedillo a unirse a la corriente mundial de fusiones.

El llamado de Zedillo tuvo lugar en la noche de este jueves en la 62 Convención Nacional Bancaria, que se celebrada hasta este fin de semana en el balneario de Acapulco, sobre el Pacífico. "Sería muy lamentable que con retraso, a destiempo, tomáramos clara y plena conciencia de esos cambios", afirmó el mandatario.

Asimismo, el sector se encuentra inmerso en un proceso de reforma legal que busca revitalizar el acceso al crédito para la pequeña y mediana empresa.

Nacionalizada en 1982 y devuelta a manos privadas en 1990, la banca del país pretende abrir la llave del crédito, cerrada sobre todo por las excesivas garantías que exige.

El gobierno envió esta semana a la Cámara de Diputados una propuesta de Ley Federal de Garantía de Crédito que pretende fortalecer el sistema bancario nacional, después de que en 1998 vivió la crisis más grave de su historia.

Como consecuencia del desastre económico desatado en el país durante los últimos días de 1994, los pasivos del Fondo Bancario de Protección al Ahorrro (Fobaproa) crecieron hasta niveles que pusieron en grave riesgo al conjunto de la banca.

Tras una polémica nacional, el gobernante Partido Revolucionario Institucional y el derechista Partido Acción Nacional firmaron un acuerdo por el cual el gobierno absorbió los pasivos de Fobaproa, un hecho que según analistas polarizó a la sociedad y desacreditó al parlamento.

No obstante, la banca continúa enfrentando graves riesgos en virtud de que las reformas legales para capitalizar los bancos no se han puesto en práctica plenamente. El Instituto de Protección al Ahorro Bancario, creado para sustituir a Fobaproa, no ha sido implementado plenamente.

Para fortalecer al sistema bancario, las entidades de crédito deben atender las condiciones internas del país tanto como lo que ocurre en el mundo, señaló Zedillo, quien destacó que "algo está sucediendo, algo muy importante y los banqueros de México tienen que ver con claridad esos cambios en el entorno global".

El llamado del presidente fue interpretado en medios políticos y económicos como la señal que esperaban los banqueros para unirse a la ola de fusiones bancarias internacionales.

Unas 27 grandes fusiones se han registrado en el mundo durante los últimos dos años, 10 de las cuales en Europa y siete en América Latina.

Durante los útimos meses han circulado en México insistentes rumores sobre la fusión de los dos mayores bancos del país, Banamex y Bancomer, tercero y cuarto en América Latina, respectivamente.

De concretarse su fusión, ambos bancos controlarían en México 73 por ciento de la emisión de tarjetas de crédito, 58 por ciento de los depósitos, 53 por ciento del portafolios de préstamos y 42 por ciento de los fondos de pensiones, según fuentes financieras.

El proyecto de ley enviado al Congreso ha dividido a los banqueros. Mientras unos consideran que con la norma los créditos se obtendrán de manera más ágil, así como la ejecución de garantías, otros objetan que no contemple la creación de tribunales especiales que resuelvan los préstamos en conflicto.

Los banqueros no creen posible reanudar el circuito de crédito a favor de las actividades productivas del país si antes no se aprueba una reforma del marco jurídico que permita ejecutar las garantías dejadas en prenda por los préstamos otorgados. Faltan leyes, no dinero, han dicho. (FIN/IPS/pf/ag/if/99

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