Las adolescentes que en México abandonan el sistema educativo por razones económicas y de género comenzarán a ser conminadas a no cambiar los libros por trabajos de bajo rendimiento mediante un programa oficial que será lanzado este mes.
Casi 15 por ciento de las 1.500.00 niñas que ingresan anualmente a la escuela primaria no continúa sus estudios en secundaria, es decir, no concluyen siquiera el ciclo de educación básica que se requiere para el trabajo menos calificado en el país.
Con el apoyo de la Organización de Estados Americanos, la secretaría (ministerio) de Educación Pública (SEP) iniciará en abril un programa denominado "Camino a Secundaria", para abatir los índices de deserción en la escuela secundaria por parte de la población femenina.
Aunque existe una tendencia mundial a abatir las diferencias en la educación de hombres y mujeres, persiste la enorme brecha en la alfabetización entre ambos géneros.
Un 80 por ciento de niños ingresan a la escuela, contra 64 por ciento de niñas, de acuerdo con datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
No obstante, en México 6,1 por ciento de las mujeres reprueban sus exámenes escolares, mientras 8,4 por ciento de los hombres no acreditan, de acuerdo con datos oficiales.
Este año, en el concurso de admisión para el ciclo de licenciatura 1999-2000 de la Universidad Nacional Autónoma de México, 54,9 por ciento de los aspirantes son mujeres y 45,1 por ciento hombres.
"Las diferencias de género deben ser consideradas en el diseño de la política educativa nacional, pues el rezago de las mujeres en su preparación profesional atenta contra el desarrollo del país", declaró a IPS Lorenia Parada, miembro del Programa Universitario de Estudios de Género.
Cualquier medida que se adopte para educar a las mujeres "es relevante si se considera que hasta hace muy poco el tema era inexistente" para las autoridades mexicanas, señaló.
El atraso en educación, que amenaza las perspectivas de desarrollo del país, lo demuestran las estadísticas oficiales.
Uno de cada cien niños mexicanos que ingresan a primaria logra asistir a la universidad, mientras cerca de la mitad de la población nunca termina la primaria.
"Camino a Secundaria" involucra a maestros, estudiantes y padres de familia en un programa para revertir la tendencia de las mujeres adolescentes a sustituir los estudios por los quehaceres domésticos o por trabajos remunerados de muy bajo nivel.
Los maestros difundirán los beneficios individuales y colectivos que entraña el hecho de que las niñas continúen sus estudios.
Para ello dispondrán de material didáctico y audiovisual con el fin de motivar a las alumnas y sus padres a que éstas se inscriban en la secundaria.
Las adolescentes tendrán la oportunidad de reflexionar sobre el futuro que desean para sí mismas.
Además, en un cuaderno de trabajo personal, tanto los niños como las niñas analizarán la importancia de compartir los quehaceres de la casa, así como las múltiples capacidades de ambos géneros.
La estrategia operará hasta que concluya el presente ciclo escolar, en julio, bajo la coordinación del programa de educación de género de la SEP.
Debido a que las niñas presentan una eficiencia mayor que los varones en los estudios y registran menores tasas de reprobación y deserción escolar, las autoridades educativas decidieron el año pasado promover el programa, explicó la responsable del mismo, Sofialeticia Morales.
"La responsabilidad escolar y el tesón de la población femenina se trunca en el paso de primaria a secundaria, pues de cada cien varones egresados de primaria, 90 continúan sus estudios secundarios, contra 85 mujeres", explicó Morales.
En América Latina y el Caribe, se inscriben más niñas que niños en la escuela secundaria (114 mujeres por cada 100 hombres).
México invierte apenas el equivalente a 110 dólares por habitante en educación, es decir 92,7 por ciento menos que Estados Unidos y Canadá, sus socios en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte desde hace cinco años. (FIN/IPS/pf/dg/ed-pr/99