El peligro de una ruptura en el Mercado Común del Sur (Mercosur) se disipó tras el anuncio de Brasil de respetar las normas del bloque.
Brasil había manifestado anteriormente su intención de negociar de manera unilateral con la Comunidad Andina de Naciones (CAN), generando fuertes reacciones de sus tres socios en el Mercosur (Argentina, Paraguay y Uruguay).
El 26 de marzo de 1989 los cuatro países iniciaron un proceso de integración que estuvo pautado por múltiples conflictos comerciales.
Pero hasta ahora nunca se había producido el temor de que uno de los integrantes del bloque pudiera tomar una ruta que condujera a la ruptura.
El camino recorrido en la última década llevó a que el Mercosur, que cuenta con 200 millones de habitantes y un Producto Interno Bruto (PIB) equivalente a casi 80 por ciento del de América del Sur, se transformara en la cuarta potencia comercial del mundo, detrás de Estados Unidos, la Unión Europea y Japón,
Un acuerdo entre el Mercosur y la CAN (Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia y Venezuela) formaría un espacio de 311 millones de habitantes y un PIB de 1,2 billones de dólares.
El motor principal del Mercosur fue Brasil, que con casi las tres cuartas partes de los habitantes del bloque se convirtió además en el principal receptor de las exportaciones de sus socios, cada vez más dependientes de los vaivenes económicos de ese país.
La crisis generada en Brasil a partir de la depreciación de su moneda, el 15 de enero, y el fracaso en marzo de un acuerdo de libre comercio del Mercosur con la CAN llevaron al gigante sudamericano a anunciar que iniciaría negociaciones unilaterales con los andinos.
La principal preocupación de Argentina, Paraguay y Uruguay se centró en que esa negociación se pudiera desarrollar bajo la modalidad de "uno más cinco", como anunciaron integrantes de la CAN, lo cual fue negado este martes por las autoridades de Brasil.
Las conversaciones, aseguró Brasil, se desarrollarán dentro del marco de los acuerdos de la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi) y será una prórroga de los acuerdos bilaterales similar a la que desarrollan los restantes socios del Mercosur.
La CAN "es muy importante" para Brasil, y el Mercosur "como bloque fracasó" en sus negociaciones con los países andinos, dijo el secretario brasileño de Comercio Exterior, Mario Marcononi.
El ministro de Industria y Comerio de Venezuela, Gustavo Márquez, afirmó este martes que la oferta de Brasil de negociar unilateralmente las bases de una zona de libre comercio con los cinco socios de la CAN en un plazo de 90 días "va a acelerar el proceso" hacia un mercado sudamericano ampliado.
Brasil integra la lista de los diez principales socios comerciales de la CAN y para alguno de los países de ese bloque de los principales cinco.
"Aun considerando la situación económica de Brasil, éste no podría negociar unilateralmente una zona de libre comercio porque viola el Protocolo de Ouro Preto y la Agenda 2000 acordada entre los socios del Mercosur", dijo a IPS el ex canciller uruguayo Sergio Abreu, uno de los gestores del acuerdo de integración.
El protocolo fue aprobado en 1995 y completó la base jurídica del bloque, establecida en el Tratado de Asunción de marzo de 1991, mientras la agenda significó un compromiso para la consolidación y la profundización de la unión aduanera.
El compromiso también incluyó avanzar hacia un mercado común que garantice el acceso irrestricto de los socios a un mercado ampliado como un derecho protegido jurisdiccionalmente.
Estableció asimismo un marco disciplinario en materia de políticas comerciales, macroeconómicas y sectoriales, que no implica políticas comunes pero sí una restricción respecto a las acciones unilaterales.
"Si Brasil negociara con la CAN entera como integrante de la unión aduanera violaría tanto el Prococolo como la Agenda", advirtió un funcionario del gobierno uruguayo.
Abreu, por su parte, destacó que "cuando se define un arancel externo común es necesario defenderlo y en ese caso se hace en bloque. De lo contrario se está perforando el arancel y se viola la seguridad jurídica".
La aclaración de Brasil de que se dispone a negociar con la CAN en el marco de los acuerdos de la Aladi pareció llevar al canciller de Uruguay Didier Opertti a una posición de cautela y a definir el incidente como "una afección" del Mercosur.
Sin embargo, adelantó que su país convocará a una reunión de cancilleres del bloque para analizar la situación.
Actualmente Brasil ocupa la presidencia semestral del Mercosur.
El panorama del Mercosur fue descrito este miércoles en la página editorial del diario uruguayo El Observador como "la peor pesadilla" por la que ha atravesado el grupo de naciones sudamericanas.
"El sueño de la integración regional no puede naufragar si existe voluntad política de llevarlo a cabo. Brasil, sobre todo, tiene la palabra", señaló el matutino, vinculado a medios empresariales. (FIN/IPS/rr/dg/if/99)
