Tres mujeres fueron decisivas para expulsar del gobierno en India al nacionalista partido hindú Bharatiya Janata, que fue censurado por el Parlamento el sábado.
El primer ministro Atal Bihari Vajpayee no habría renunciado si no fuera porque su aliada regional Jayaraman Jayalalitha decidió votar en su contra.
Pero Jayalalitha también contó con el apoyo de Sonia Gandhi, presidenta del poderoso Partido del Congreso, y de Mayawati, la líder del Partido Bahujan Samaj (BSP), que representa a las castas inferiores de este país.
Luego de una reunión de la bancada legislativa del Partido del Congreso el lunes, Gandhi dijo a la prensa que está preparada para formar un gobierno alternativo. "Sí, lo voy a hacer", respondió a las preguntas.
Luego del voto de censura del sábado, el hombre al que se atribuye haber orquestado la caída del gobierno de Vajpayee, Subramaniam Swamy, comparó a las tres mujeres con tres diosas hindúes, Laxmi, Parvati y Durga.
En la mitología hindú, Laxmi es la diosa de la riqueza, Parvati representa el principio femenino primordial y Durga es el símbolo del poder femenino.
Jayalalitha, que controla 20 escaños parlamentarios del austral estado de Tamil Nadu, incluso los 18 de su propio partido, el AIADMK, nunca subestimó su importancia para la coalición de 19 partidos encabezada por el BJP. Vajpayee sí la subestimó, y lo pagó con el poder.
Durante los 13 meses del período de Vajpayee, Jayalalitha, antigua estrella del cine, pagó un alto precio por su apoyo y nunca dudó en criticar en público los errores del gobierno.
Pero se cree que Jayalalitha, quien se vio inmersa en varios casos de corrupción mientras era ministra en jefe de Tamil Nadu entre 1991 y 1996, habría utilizado su peso en el gobierno de Vajpayee para diluir o retrasar los procesos en su contra.
Los editoriales de la prensa comentaban que con amigos como Jayalalitha, el gobierno de Vajpayee no necesitaba enemigos.
Entre esos enemigos se encuentra Sonia Gandhi, quien nunca dejó de criticar al BJP y su política hinduísta que fomentó ataques violentos contra la minoría cristiana y la actividad de sus misioneros.
Sonia Gandhi pasó de ser la reservada viuda del ex primer ministro Rajiv Gandhi, asesinado en 1991, a encabezar al Partido del Congreso en 1998 para dirigir la campaña de las últimas elecciones generales.
Sonia Gandhi neutralizó fácilmente las críticas del BJP referidas a su origen italiano y a su fe cristiana con discursos públicos en hindi, la preferencia por los vestidos tradicionales, como el sari, y las visitas a templos hindúes.
Para muchos, Sonia Gandhi pareció reencarnar a su suegra, Indira Gandhi, que gobernó a este país con mano de hierro durante casi dos décadas hasta que fue asesinada por sus propios guardaespaldas en 1984.
Sonia Gandhi no hizo nada para desmentir esa imagen y a menudo recuerda a su público los fuertes lazos que la unen a la dinástica familia Gandhi-Nehru, lo que le consiguió el control del Partido del Congreso.
El otro elemento que el BJP utilizó contra Gandhi, un notorio negocio multimillonario para adquirir armas suecas en el que estuvo involucrado su esposo, quedó neutralizado por el propio oscuro negocio de armas del gobierno de Vajpayee con Rusia.
De hecho, tanto Gandhi como Jayalalitha fundamentaron su censura al gobierno en que este impidió que el Parlamento investigara la misteriosa destitución en diciembre del comandante de la armada almirante Vishnu Bhagwat.
Bhagwat había denunciado públicamente que las fuerzas armadas estaban en poder de traficantes de armas, y el ex primer ministro Deve Gowda acusó al gobierno de corrupción en la adquisición de tanques rusos T-90.
No obstante, Vajpayee podría haber conseguido el voto de confianza del Parlamento si no fuera por Mayawati, quien puso los cinco votos del BSP en su contra. Al final, el primer ministro perdió por un solo voto.
Se cree que Mayawati, quien fuera ministra en jefe del estado de Uttar Pradesh durante un breve lapso por un acuerdo con el BJP, fue influida por una llamada telefónica de Gandhi en la mañana antes de la votación del sábado.
Ahora que el gobierno de Vajpayee cayó, Jayalalitha y Gandhi lideran las iniciativas para decidir la forma del nuevo gobierno de coalición que se espera sea tan frágil como el del BJP.
En la política de coalición multipartidaria e intrigante de India, el trío de mujeres se lleva el crédito por vencer a los políticos del BJP.
No es un logro menor, dado que la política de este país está dominada en gran mayoría por hombres que hace cuatro años impiden la aprobación de un proyecto de ley que reservaría un tercio de las bancas legislativas para las mujeres. (FIN/IPS/tra-en/rdr/an/aq/ip/99