Hoy comenzaron en India los preparativos para la realización, por tercera vez en tres años, de las mayores elecciones generales del mundo, y algunos observadores temen que se demore la recuperación económica de este país si se elige otro gobierno inestable.
El presidente Kocheril Raman Narayanan ordenó la elección de una nueva cámara baja del Parlamento ya que los miembros de la actual no llegan a un acuerdo para elegir al nuevo gobierno, luego de que el encabezado por el primer ministro Athal Bihar Vajpayee sufriera un voto de censura la semana pasada.
Narayanan no tenía opción después de que una semana de negociaciones políticas entre los partidos de oposición no llegara a una alternativa para la coalición liderada por el nacionalista Partido Bharatiya Janata (BJP), de Vajpayee.
El mercado de valores se derrumbó después del anuncio, que puso fin a las esperanzas de un retorno a la estabilidad política. Las bolsas perdieron aproximadamente 10.000 millones de dólares el día 17, cuando el gobierno de Vajpayee fue derrotado por un solo voto en el Parlamento.
La preparación de las elecciones, en las que más de 500 millones de votantes elegirán a los 545 miembros de la cámara baja, tomará entre ocho y 10 semanas.
Los observadores temen que el largo paréntesis de gobierno afecte la confianza empresarial, que comenzaba a dar signos de recuperación en las últimas semanas.
Por primera vez en los últimos años, el sector empresarial se mostraba optimista y las principales casas comerciales declaraban mejores rendimientos económicos.
"Si hay un factor a favor, son definitivamente los buenos resultados comerciales. De otro modo los mercados se habrían colapsado debido a la crisis política", dijo un analista empresarial según el periódico The Indian Express.
Otro signo de recuperación económica fue la caída sin precedentes de la tasa de inflación a 4,17 la semana pasada, la más baja en los últimos 18 meses. Esto se atribuyó a la reducción de los precios de los alimentos luego de una gran cosecha.
Dirigentes empresariales culparon a la inestabilidad política causada por cuatro gobiernos desde 1996 por la prolongada recesión industrial en el país.
Según Subodh Bhargava, de la Confederación de la Industria India (CII), las disputas políticas desalentaron a potenciales inversores extranjeros y detuvieron la recuperación económica.
Pero la clase política no concuerda con esa opinión. El líder marxista Sitaram Yechuri dijo que "no se puede culpar sólo a los políticos por los problemas económicos del país. Hay muchos otros factores a tener en cuenta, empezando por la crisis asiática y los años de malas políticas".
Algunos analistas económicos independientes estarían de acuerdo con Yechuri. La agencia calificadora de riesgo para la inversión y el crédito Standard and Poor señaló que la caída del gobierno de Vajpayee "no necesariamente afectó la solvencia del país".
La semana pasada, la agencia calificó de "estable" el panorama económico del país.
Sin embargo, muchos economistas temen que el cambio frecuente de gobernantes enlentezca más el ritmo de las reformas económicas asumidas hace ocho años.
Esto fue evidente en los últimos tres años, cuando tres coaliciones gobernantes sucesivas no lograron mantener el impulso de las políticas de liberalización aplicadas por el gobierno del Partido del Congreso en julio de 1991.
Extrañamente, la resistencia al cambio procede en gran medida del propio Partido del Congreso, ahora en la oposición. Esto quedó en evidencia con el frustrado intento del gobierno de Vajpayee de terminar con el monopolio estatal en el sector de seguros.
La controversia respecto de la reforma del sector muestra cómo los partidos politizaron la liberalización. El Partido del Congreso era un ferviente defensor de la medida cuando el entonces gobierno minoritario del Frente Unido, al que apoyaba, la introdujo.
El BJP, principal partido de oposición en ese momento, se opuso a la apertura de los seguros.
La mayoría de los analistas políticos pronostican que el resultado de las elecciones será poco decisivo, y el destino de otras reformas pendientes desde hace mucho es incierto.
Entre ellas se destacan las leyes para simplificar las normas del tipo de cambio y para tomar medidas contra la gran economía paralela.
Es poco probable que el anuncio de las elecciones entusiasme a los legisladores, que no quieren emprender nuevamente el duro camino de la campaña.
Más que a la difícil campaña, los diputados temen perder sus bancas después de haber gastado grandes sumas de dinero "negro" durante la campaña para las últimas elecciones.
Sin embargo, el BJP es optimista y espera un "voto de simpatía" a su favor luego de que los partidos de la oposición no cumplieran la promesa de proporcionar un gobierno alternativo.
Otro partido entusiasmado por las elecciones es el otrora amigo y actual enemigo del BJP, el Partido Bahujan Samaj, que afirma que los cambios frecuentes de gobierno convienen a las decenas de millones de personas pertenecientes a castas marginadas socialmente a las que representa. (FIN/IPS/tra-en/rdr/mu/at/aq/ip/99