El jefe de la policía de Honduras, Alvaro Flores Ponce, destacó hoy la "fragilidad" de los servicios de seguridad ante la delincuencia, al informar la detención de cinco sospechosos del asesinato del subcomisario de Centros Penales, coronel Luis Reyes Barahona.
"La muerte del oficial Reyes Barahona nos ha impactado. Todo apunta a que ni nosotros escapamos a la delincuencia. Los criminales nos están desafiando y atacando de frente, demostrando que no nos temen", dijo Flores Ponce.
Reyes Barahona, su esposa y dos guardaespaldas fueron acribillados el sábado de noche en el norteño departamento de Yoro, por desconocidos que los emboscaron en una carretera. Los asesinos rociaron luego los cuerpos con gasolina y los quemaron.
La hipótesis de la policía es que el coronel y su esposa fueron "víctimas inocentes" de una venganza contra uno de los guardaespaldas muertos.
Pero otras fuentes vincularon el asesinato a supuestas actividades ilegales de Reyes Barahona, que era considerado un oficial de policía "duro", inteligente e impulsivo.
Hace una semana denunció amenazas de muerte de desconocidos que le telefoneaban a su casa y oficina para decirle que tenía "los días contados".
Grupos de derechos humanos habían acusado a Reyes Barahona de varias ejecuciones extrajudiciales, principalmente de delincuentes juveniles. Pero las denuncias nunca fueron comprobadas, pese a que la justicia le abrió cinco procesos.
También se relacionaba extraoficialmente a Reyes Barahona con bandas dedicadas al narcotráfico y al robo de vehículos.
Su muerte aumentó la sensación de inseguridad causada por una serie de asesinatos. Un juez, un alcalde, dos policías y el gerente de una fábrica fueron muertos en las últimas semanas en el litoral Atlántico y en el oeste del país, dos zonas que conforman "un corredor de la muerte", según las autoridades.
A esos casos se sumó la violación y posterior asesinato de una niña de siete años en la norteña ciudad de San Pedro Sula, un crimen aún no aclarado.
El fiscal del Estado, Roy Medina, manifestó que la ola de violencia exige respuestas coherentes del Poder Judicial y de la policía. "Es necesario unificar criterios, revisar las leyes y aumentar las penas contra el crimen para infundir temor a los delincuentes", dijo.
Medina se reunió este lunes con representantes del Poder Judicial para revisar el sistema procesal penal e introducir reformas para aumentar la eficacia de la lucha contra la delincuencia.
La ministra de Seguridad, Elizabeth Chiuz, señaló que los últimos asesinatos han sido "selectivos", ya que las víctimas fueron jueces, fiscales y policías, y a su juicio, se cometieron para "atemorizar a la ciudadanía".
"Pero eso no lo vamos a permitir. Vamos a combatir a los criminales aunque arriesguemos nuestra vida", aseguró Chuiz.
Los empresarios privados exhortaron este lunes al gobierno a endurecer las penas contra los delincuentes y propusieron incluso la pena de muerte, excluida del sistema legal hondureño.
Todos los días se informa en promedio de tres asesinatos y de cinco asaltos a mano armada en este país. (FIN/IPS/tm/ff/ip/99