El parlamento de Honduras levantó las restricciones que pesaban desde la semana pasada sobre el estatal Comisionado de los Derechos Humanos, tras las duras protestas de la sociedad civil y la comunidad internacional.
La oposición, organizaciones no gubernamentales y figuras internacionales habían calificado el recorte a las funciones del Comisionado, encabezado por el funcionario Leo Valladares, de atentado contra la democracia y contra la institucionalidad jurídica y social de este país.
La decisión se produjo la noche del martes, cuando el presidente del Congreso legislativo, Rafael Pineda Ponce, aceptó que los diputados cometieron un error al limitar las funciones del Comisionado.
Los opositores afirman que los legisladores oficialistas tomaron la decisión en represalia por la denuncia por parte del Comisionado de actos de corrupción en el manejo de la ayuda externa destinada a los damnificados por el huracán Mitch, que asoló la nación en octubre y noviembre de 1998.
La rectificación parlamentaria obliga al Comisionado de Derechos Humanos a "velar fielmente por el cumplimiento de los derechos humanos, sin tener que humillarnos o agachar la cabeza ante nadie", dijo este miércoles el propio Valladares.
"Creemos que ha ganado la democracia y eso nos satisfache. Los defensores de los derechos humanos somos representantes de la ciudadanía y haber querido limitar nuestras funciones fue intentar silenciar el derecho de expresión y libertad del pueblo. Me alegra mucho esta rectificación", afirmó.
Los congresistas, a iniciativa del Poder Ejecutivo, acordaron una semana atrás impedir al Comisionado investigar, auditar y controlar las acciones de la administración pública, funciones establecidas por la Constitución y la misma ley orgánica del Comisionado.
Además, intentaron recortar de seis a cuatro años el período en funciones del Comisionado, además de cambiar la mayoría parlamentaria necesaria para su designación de calificada a simple.
Todo esto fue eliminado después de que el Poder Ejecutivo y el Legislativo reconocieron que "cometieron un error" y prometieron rectificarlo.
El presidente Carlos Flores dijo este miércoles que la rectificación fue la decisión parlamentaria "más correcta. "No íbamos a permitir que se cediera un milímetro a las atribuciones del Comisionado. No es cierto que yo propuse esa iniciativa y quiero dejar claro que soy un demócrata", afirmó.
Molesto por "insinuaciones" de que él fue el gestor del intento de recortar las funciones al Comisionado, Flores dijo que lo "importante es que se rectificó a tiempo.
"Estamos enviando un mensaje a la comunidad internacional" de que Honduras es "un país respetuoso de los derechos humanos, algo a lo que siempre se compromete mi gobierno", agregó.
La anulación en el Congreso de las restricciones a las funciones del Comisionado fue seguida con atención por manifestantes que la noche del martes se volcaron a las cercanías de la sede del parlamento para escuchar el veredicto final y acompañar a Valladares.
Un grupo de legisladores impidieron a Valladares el ingreso al hemiciclo, por considerar que el funcionario no "había sido invitado".
Previo a ello, el hemiciclo fue acordonado por policías que tuvieron un altercado con un grupo de manifestantes indígenas que pretendían aclamar a Valladares en un lugar resguardado de la lluvia junto al parlamento.
Ramón Custodio, del no gubernamental Comité para la Defensa de los Derechos Humanos en Honduras (CODEH), dijo este miércoles que la decisión parlamentaria de eliminar las restricciones al Comisionado es "un triunfo de la democracia y el pueblo hondureño, que rechazó a unísono una acción descabellada".
Según Custodio, las manifestaciones evidencian un despetar de la sociedad hondureña y "la vigilancia de la comunidad internacional, decidida a apoyar fortalecimiento democrático y no regímenes autoritarios".
La decisión parlamentaria de retroceder en algo que al principio consideraba "irrevocable" tuvo su origen en el rechazo popular y las condenas de la comunidad internacional. Algunos países amenazaron con suspender la ayuda, e incluso hubo fuertes editoriales en diarios de Estados Unidos.
El gobierno de Flores tomó esa decisión poco antes de la reunión de mandatarios de países centroamericanos afectados por el huracán Mitch y gobiernos de naciones donantes que se celebrará en Estocolmo.
Analistas hondureños afirmaron que si hubiera prosperado la restricción de las funciones del Comisionado, Flores hubiera concurrido a Estocolmo con una mala autoritaria, lo que podría afectar los esfuerzos por la reconstrucción del país más afectado por el huracán Mitch. (FIN/IPS/tm/mj/hd ip/99