El presidente de Honduras, Carlos Flores, se declaró hoy satisfecho por la decisión del Club de París de otorgar una moratoria de tres años en el servicio de la deuda que este país mantiene con ese grupo de estados acreedores.
En rueda de prensa, el mandatario dijo que la determinación del Club de París significa que Honduras "logró la confianza y credibilidad de la comunidad internacional, algo necesario para seguir gozando de empréstitos que permitan impulsar el desarrollo del país".
Según Flores, la moratoria de tres años en el servicio de la deuda bilateral significa que no se van a pagar unos 420 millones de dólares en ese período.
"Eso representa un gran alivio para nosotros, porque se han cumplido en parte nuestras expectativas para sacar adelante el país luego de los daños que nos hiciera el huracán Mitch", en octubre, señaló.
En su reunión mensual sostenida este martes en Francia, el Club de París confirmó su compromiso de reescalonar la deuda externa de Honduras, adoptado en diciembre de 1998 como parte de las iniciativas orientadas a amortiguar los desastres ocasionados por el huracán Mitch.
Honduras, según el Club de París, se beneficiará de los "términos de Nápoles", es decir de un reescalonamiento de su deuda con una "tasa de anulación fijada en un 67 por ciento, ascociada a una postergación de todos los pagos correspondientes a los próximos tres años", señala un comunicado.
El Club de París es una instancia informal de gobiernos de los países industrializados acreedores de naciones en vías de desarrollo.
La deuda externa de Honduras con el Club de París es de 1.166 millones de dólares.
Existe un compromiso de los acreedores de perdonar 67 por ciento de esa suma, siempre y cuando Tegucigalpa cumpla en los próximos tres años con los requisitos acordados en la carta de intenciones suscrita hace tres semanas con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Esos requisitos incluyen continuar con la aplicación de los ajustes económicos iniciados esta década, que en su tercer fase aplicada por el gobierno de Flores contempla acelerar la privatización de las principales empresas de servicios públicos, aumentos tarifarios y liberalización de los combustibles.
Para octubre, según el FMI, Honduras deberá haber vendido la principal compañía de teléfonos, Hondutel, para lo cual comenzaron esta semana a sentarse las bases de la licitación, en tanto se presentó al Congreso otro proyecto orientado a aprobar la privatización de la central de energía eléctrica ENEE.
Otras de las condicionantes impuestas por el FMI es privatizar los principales puertos y aeropuertos, la contracción del gasto público y la reducción del personal del Estado, que actualmente ronda los 10.000.
"Estamos en la mejor disposición de cumplir los parámetros dictados por el FMI y el Club de París, para profundizar en los ajustes económicos, no para estrangular a la población, sino para sanear nuestra economía y atraer más inversión y capital", dijo el ministro de la Presidencia Gustavo Alfaro.
En el caso de la moratoria de tres años en el pago del servicio de la deuda anunciada por el Club de París, Alfaro sostuvo que con "este respiro" se puede contar con fondos para solventar necesidades básicas que se han agudizado en los últimos cinco meses.
El huracán Mitch ocasionó severos daños en cultivos, producción, vivienda e infraestructura vial, además de dejar un saldo de unos 5.000 muertos y miles de desaparecidos.
Las pérdidas ocasionadas por el fenómeno natural se estiman en unos 3.000 millones de dólares. El país se ha lanzado a una ofensiva internacional para lograr condonación y renegociación de su deuda externa, estimada en unos 4.300 millones de dólares.
Parte de este monto se adeuda a los organismos multilaterales, reacios a condonar al insistir en que pueden "renegociar" en términos favorables.
Del total de la deuda externa de Honduras, según el Ministerio de Finanzas, el 61 por ciento es deuda multilateral, 32 por ciento bilateral y siete por ciento privada. (FIN/IPS/tm/dg/if/99)