Un relator especial de Naciones Unidas llegará a Guatemala a mediados de año para observar el funcionamiento del sistema judicial del país, tras numerosas denuncias de presiones del poder político y de militares sobre jueces y abogados.
Invitado por el gobierno, el malasio Param Cumaraswamy deberá analizar la veracidad de 823 denuncias de actos de coacción cometidos contra quienes deben investigar y castigar violaciones a los derechos humanos, señaló Miguel Angel Albizúrez, dirigente de la Alianza Contra la Impunidad.
Esas denuncias fueron presentadas por la Alianza el 12 de marzo en la Oficina Específica de la Relatoría de las Naciones Unidas.
También deberá invesitigar si hubo presiones sobre los jueces que tienen a su cargo diversos casos de asesinatos políticos, como el del obispo Juan Gerardi, ocurrido hace un año, el del líder político Jorge Carpio (1994), el de la antropóloga Myrna Mack (1990), así como la masacre de indígenas en Xamán en 1995.
Albizúrez indicó que cerca de 40 organizaciones de derechos humanos solicitaron al gobierno de Guatemala que invitara a Cumaraswamy con el fin de constatar las violaciones a la independencia judicial.
"Pediremos que llegue lo más pronto posible, pero tomando en cuenta su agenda es posible que no venga hasta julio o agosto", dijo Albizúrez.
La figura del Relator Especial sobre la Independencia de Magistrados y Abogados fue creada en la asamblea general de la ONU, efectuada en Ginebra en 1994, recordó Martha Altolaguirre, directora de la gubernamental Comisión Presidencial de Derechos Humanos.
Para emitir su informe y su recomendaciones, el relator debe entrevistarse con representantes de organizaciones de la sociedad civil y con instituciones del gobierno vinculadas con el tema de justicia, añadió.
El jefe del Ministerio Público, Adolfo González Rodas, consideró sin embargo innecesaria la presencia de un relator de justicia en el país, porque "los problemas se arreglan en casa".
El presidente del Colegio de Abogados de Guatemala, Ricardo Alvarado, también se mostró renuente a la presencia del relator y manifestó que "puede tratarse de una injerencia, por lo que no es prudente que el gobierno pida su visita".
La activista de derechos humanos Helen Mack, hermana de Myrna, la antropóloga asesinada en 1990 por un integrante de la fuerza de elite del ejército que protege al presidente de la república y su familia, se mostró em cambio complacida por la visita del relator.
"Su presencia contribuirá al Estado de Derecho, ya que se trata de acompañar a jueces y diputados que son víctimas de amenazas a causa de su labor", manifestó.
El enviado de Naciones Unidas no llegará al país para condenar a Guatemala, señaló, destacando que quienes cuestionan la pertinencia de su misión son quienes no desean la independencia del Poder Judicial. (FIN/IPS/cz/dg/ip-hd/99