ERITREA: ONU pide más donaciones para alimentar a los desplazados

El Programa Mundial de Alimentos (PMA) solicitó 15,4 millones de dólares para alimentar a 268.000 eritreos, en su mayoría mujeres y niños, desplazados por el conflicto fronterizo con Etiopía.

El PMA, de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), anunció que los fondos serán utilizados para alimentar, hasta el final del año, a los desplazados de tres provincias sureñas eritreas, cercanas a la frontera en disputa.

La agencia informó que los desplazados están viviendo a la intemperie o en carpas improvisadas, en las regiones secas y montañosas de Debub, Gash-Barka y las provincias de los Mares del Sur.

"La guerra destruyó por completo la vida de estas personas", comentó Russ Ulrey, un funcionario del PMA encargado de logística, que dirigió la misión de apoyo a Eritrea.

"Muchos de los que entrevistamos dijeron que sus casas habían sido destrozadas por completo a causa de los bombardeos y los incendios. Ahora perdieron todas sus posesiones y viven literalmente en el medio de la nada", relató.

La misión detectó señales claras de desnutrición entre los desplazados. "Había una cantidad de niños con el estomágo hinchado", señaló Ulrey.

Eritrea ocupó Badme, un triángulo rocoso de la frontera con Etiopía, en mayo del año pasado. Desde entonces se hicieron esfuerzos de mediación durante siete meses, que fracasaron, y en febrero estalló el conflicto entre ambos países.

Más de 500.000 personas de ambos países fueron desplazadas de sus hogares en los 1.000 kilómetros de la frontera.

Los dos países se acusaron mutuamente de haber cometido atrocidades contra civiles durante la guerra.

El último informe de Amnistía Internacional señala que Etiopía es "culpable" de realizar deportaciones masivas de ciudadanos de Eritrea.

"La política etíope de expulsar a las personas de origen eritreo se ha desarrollado hasta convertirse en una operación sistemática de arresto y deportación de todos aquellos que tengan algún vínculo familiar con Eritrea", aseguró la organización defensora de los derechos humanos.

Unos 52.000 eritreos fueron deportados de Etiopía en forma arbitraria en los últimos siete meses, y 6.300 deportaciones ocurrieron desde enero de este año.

Según Amnistía Internacional, en general, los primeros deportados fueron los varones jefes de hogar, y meses después fueron expulsados los demás integrantes de las familias. Muchos ciudadanos etíopes casados con personas de Eritrea tienen prohibido acompañar a sus familias deportadas.

"Los deportados tuvieron que abandonar sus hogares, sus bienes, sus negocios y todo lo que tuvieran, sin garantías de que algún día se les devolverían. Los que protestaron recibieron amenazas o golpes", afirmó el informe.

"Las mujeres, incluyendo a embarazadas, los niños, los ancianos e incluso enfermos hospitalizados están siendo arrestados en medio de la noche", añadió.

Una mujer que fue entrevistada por Amnistía Internacional en la frontera contó que había sido sacada de su casa en plena noche y llevada a una celda, sin que se le permitiera empacar sus cosas. "Pregunté cuál era mi crimen. 'Usted es de Eritrea', me contestaron", declaró.

El PMA informó que la mayoría de los desplazados son mujeres y niños que al principio se refugiaron en casas de amigos y parientes. A medida que aumentó la cantidad de personas perseguidas, las comunidades de la zona ya no pudieron hacerse cargo de ellas.

La reserva de alimentos está disminuyendo, advirtió el PMA, que conduce operaciones similares en Africa Central y Oriental. Por ese motivo se exhortó a los donantes a aportar 15,4 millones de dólares para Eritrea.

"Nuestras reservas de alimentos dependen más que nunca de la generosidad de los donantes. Sin ella, no podremos hacernos cargo de los desplazados eritreos, ya que hay muchos conflictos en Africa Central y Oriental", indicó Ulrey.

El PMA lanzó una operación similar el mes pasado para alimentar a unos 272.000 etíopes desplazados por el conflicto.

Al menos 22.000 etíopes fueron deportados por Eritrea hacia su país de origen desde mayo del año pasado. Muchos perdieron su trabajo o fueron despedidos, y otros se fueron por temor a las represalias, según el informe de Amnistía.

Etiopía sostiene que fueron más de 50.000 sus ciudadanos deportados o maltratados por las autoridades de Eritrea.

Los grupos defensores de los derechos humanos acusaron a los eritreos de haber bombardeado una escuela en la localidad de Mekel, al norte de Etiopía, en junio del año pasado, causando la muerte de 48 civiles.

Se espera que la operación humanitaria en Etiopía, que comenzó a fines del mes pasado, dure nueve meses. "Hubo muchos desplazados a causa del conflicto y la mayoría de ellos son granjeros pobres, obligados a abandonar sus escasas tierras", declaró la directora del PMA en Etiopía, Judith Lewis.

La Organización de la Unidad Africana y Estados Unidos intervinieron como mediadores para poner fin al conflicto, pero las negociaciones fracasaron.

El primer ministro de Etiopía, Meles Zenawi, recalcó que su gobierno sólo estaría dispuesto a considerar un cese del fuego si Eritrea accede a retirar sus tropas de la zona fronteriza en disputa.

"Eritrea debe acceder formalmente a retirarse del territorio de Etiopía que invadió y ocupa actualmente, antes de que sea posible un cese del fuego", dijo.

En 1950 la ONU decidió que el territorio eritreo se convirtiera en un estado federado dentro del imperio etíope, que lo anexó totalmente en 1962. La resistencia duró casi tres décadas y terminó con la independencia de Eritrea en 1991.

Durante ese conflicto, Zenawi y el presidente eritreo, Isayas Affworki, fueron aliados en la lucha contra el exdictador de Etiopía, Mengistu Haile Mariam. (FIN/IPS/tra-en/ja/mn/ceb/mp/ip hd/99

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