Una nueva campaña de recolección de armas comenzó en El Salvador el fin de semana, durante el cual se recogieron 2.165 armas y pertrechos de guerra y, a cambio, se distribuyeron unos 34.500 dólares en alimentos.
Las jornadas estuvieron a cargo del Movimiento Patriótico contra la Delincuencia, organización privada establecida en 1996 con el fin de recoger el armamento que quedó en manos de la población salvadoreña tras la última guerra civil (1980 y 1992).
Hasta la fecha se han recogido poco menos de 9.000 armas de grueso calibre, cortas, granadas, lanzagranadas, explosivos, y otros pertrechos, pero la fuente parece no agotarse, indicó a IPS Sonia Jule, directora del Movimiento.
Jule comentó que este fin de semana se recibieron 208 unidades, entre ametralladoras, armas cortas y lanzagranadas.
La delincuencia sin control que afecta a El Salvador es atribuida, en parte, a la cantidad de armas que circulan en las calles. La situación se traduce en cerca de 20 asesinatos diarios en una población de cinco millones de habitantes. Estas cifras lo han convertido en el país más violento de América Latina.
Además, tras los acuerdos de paz de 1992 fueron desmovilizados 80.000 hombres, entre guerrilleros y soldados que quedaron sin empleo y sin ninguna fuente de ingresos, en un medio donde la pobreza afecta a 60 por ciento de la población.
La de este fin de semana fue la primera jornada de recolección que se realiliza este año, debido a que el Movimiento Patriótico había agotado sus recursos. Se reanudó gracias a una donación del gobierno de Noruega y de empresas privadas salvadoreñas.
Jule indicó que la jornada transcurrió sin ninguna novedad, excepto la visita de varios representantes de la Organización de Naciones Unidas con la intención de conocer el mecanismo para aplicarlo en otros países asolados por la guerra.
"Esto nos ayuda a lograr recursos para seguir con el programa y, además, nos satisface que sirvamos de ejemplo a otros países", indicó.
Jule dijo que el esfuerzo del Movimiento Patriótico contra la Delincuencia es compartido por otros grupos. Como consecuencia, los diputados han prometido revisar la ley de armas y explosivos, de manera que contribuya a aumentar el registro y los permisos de tenencia y portación de armas.
Esta ley, aseguró Jule, se revisará en los próximos meses.
La organización está integrada por 60 asociaciones empresariales y por la Iglesia Católica, que pone a disposición algunos templos para que se realice en ellos el intercambio de armas por bienes de consumo.
Para las jornadas de recolección se asigna a las armas las armas y pertrechos un precio inferior al del mercado negro, "porque no pretendemos comprar armas sino darle una bonificación a los salvadoreños de buena voluntad", opinó el presidente del Movimiento, el empresario David Gutiérrez.
Tampoco se entrega dinero a cambio de las armas, sino cupones de supermercado canjeables por alimentos, zapatos, electrodomésticos o medicamentos.
Pese a que el "precio" asignado a los armamentos es bajo, muchas veces la oferta supera las existencias de cupones en poder de la organización, según Gutiérrez.
En total, se han invertido cerca de 1,5 millones de dólares en las campañas y se han recogido casi 9.000 armas de grueso calibre y 135.000 municiones y pertrechos.
El Movimiento espera recoger al menos 10.000 armas más, además de otros pertrechos bélicos. (FIN/IPS/lv/ms/mj/ip/99
