El presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, debe concentrar su gobierno en la educación y la política exterior, ahora que el escándalo de Mónica Lewinsky ya no acapara los titulares, aconsejan sus partidarios.
John Glenn, ex senador del gobernante partido Demócrata y aliado de Clinton durante el juicio político al que fue sometido el presidente, dijo a IPS que Clinton puede recuperarse en los dos años que le quedan de gobierno.
Clinton debe concentrarse en presentar una "postura sólida ante Kosovo" y forjar un programa nacional de educación para dejar un legado, opinó Glenn.
Joe Conason, firme defensor de Clinton y columnista del diario New York Observer, apuntó a las mismas prioridades, y argumentó que el presidente puede servir al país como "el principal opositor del esfuerzo (del partido) republicano por privatizar el sistema educativo".
El que Clinton aún tenga la capacidad de forjar un programa político para sus dos años finales confirma su habilidad política.
Hace unos meses, la mayoría de los expertos de Washington descartaban que pudiera recuperarse de los escándalos que, para diciembre, lo habían convertido en el segundo presidente estadounidense en ser sometido a juicio político.
La crisis de 1998, durante la que la cámara baja del Congreso enjuició a Clinton por supuestamente haber mentido bajo juramento en un caso civil sobre su relación con la ex becaria de la Casa Blanca Lewinsky y por haber repetido esas mentiras ante un gran jurado, concluyó esta semana cuando Clinton fue declarado en desacato.
La jueza Susan Weber Wright falló este lunes que Clinton brindó falso testimonio sobre su relación con Lewinsky el 17 de enero de 1998, en un caso civil planteado por Paula Jones, quien acusó al presidente de acoso sexual cuando era gobernador de Arkansas.
Wright sostuvo que las declaraciones de Clinton negando su relación sexual con Lewinsky fueron "falsas, engañosas y evasivas".
"La corte no tiene placer alguno en declarar en desacato al presidente de la nación", declaró Wright, designada por el antecesor de Clinton, George Bush.
Wright ordenó al presidente pagar los costos legales de Jones y los costos del tribunal por viajar a Washington para recibir las "falsas" declaraciones. Clinton también podría perder su título de abogado si la Corte Suprema de Arkansas decide sancionarlo.
Algunos comentaristas ven un lado bueno al fallo de Wright. La leve sanción que recibió Clinton por sus falsas declaraciones podría ponerle punto final al escándalo de Lewinsky luego de que el 12 de febrero el Senado lo absolviera de dos cargos de juicio político.
El fallo establece jurídica e históricamente que Clinton fue "mentiroso y deliberadamente engañoso", señaló el editorial de The New York Times este martes. Las sanciones fueron "adecuadamente simbólicas. El presidente haría bien si no las apela", agregó el diario.
Las sanciones también podrían cumplir otro propósito sugerido por la encuesta celebrada por la Organización Gallup en febrero.
Más de dos tercios de los votantes, según el sondeo, se oponían a la destitución de Clinton por el caso Lewinsky, pero una proporción similar también cree que debe recibir algún tipo de castigo por haber mentido bajo juramento.
En forma similar, el escándalo financiero de Whitewater también va en camino de concluir luego de que el lunes fuera absuelta de los cargos de obstrucción de justicia Susan McDougal, amiga de Clinton quien también fue acusada de desacato por el fiscal independiente Kenneth Starr.
Starr acusó a McDougal de intentar proteger al presidente de todo testimonio que le perjudicara con respecto a su participación en Whitewater y otros negocios inmobiliarios que involucraron a funcionarios y empresarios de Arkansas.
Ahora, tanto Clinton como Starr recibieron su justo merecido. Clinton fue declarado en desacato y Starr fracasó en su intento de convertir a McDougal en un blanco del caso Whitewater.
Para los partidarios de la Casa Blanca, el camino ahora está listo para que Clinton se concentre en la educación y en reaccionar a la expulsión de miles de albaneses de la provincia yugoslava de Kosovo.
"Creo que la política (de Clinton) para la educación es la adecuada. Somos la única nación industrial importante del mundo que no tiene un programa de educación nacional", argumentó Glenn.
Glenn, quien se retiró del Senado en enero, criticó el sistema educativo del país, al que describió como "15.000 consejos escolares independientes, y todos son elegidos porque prometen que no elevarán los impuestos".
El intento de Clinton de imponer algún tipo de norma nacional que aplique un nivel uniforme de enseñanza en las escuelas podría ayudar a mejorar el sistema, opinó Glenn. (FIN/IPS/tra-en/fah/mk/aq/ip/99