La Conferencia Episcopal Ecuatoriana (CEE) pidió un acuerdo con los acreedores para suspender el pago de la deuda externa, de modo que el país pueda superar su "peor crisis económica de los últimos 50 años".
El secretario de la CEE, el obispo José Eguiguren, dijo a IPS que hay que luchar agresivamente para disminuir al menos el peso de la deuda en la economía de Ecuador.
"Nosotros hemos contraído la deuda y hay que pagarla, pero debemos trabajar insistentemente para que los países ricos paguen el servicio por un tiempo, para poder salir de la crisis económica en que estamos", comentó Eguiguren.
El obispo agregó que es necesario que el país comience un proceso urgente de recuperación, consciente "de que se vive la mayor crisis de los últimos 50 años".
Eguiguren se declaró contrario al no pago de la deuda y cree que no es válido preguntarle al pueblo en una consulta nacional, si hay que pagar o no, porque la gente va a contestar que no.
"Luego de eso, ¿qué? ¿Cerramos las fronteras y aquí no entra ni sale nadie?", se preuntó Eguiguren, discrepando con su par, Luis Luna Tobar, también integrante de la CEE y arzobispo de la sureña ciudad de Cuenca.
Luna Tobar encabeza un movimiento de organizaciones sociales que impulsa una consulta a los ecuatorianos que, entre otras cosas, pregunta si están de acuerdo con invertir en obras sociales lo que hoy se destina al pago de la deuda externa.
El gobierno de Jamil Mahuad destinó 53 por ciento del presupuesto nacional al servicio de la deuda externa en el primer trimestre del año, pero no pagó los sueldos de los funcionarios públicos y tampoco entregó a las alcaldías el porcentaje presupuestal que les corresponde por ley.
La deuda externa ecuatoriana asciende a 13.000 millones de dólares, la más alta de América Latina en términos relativos, ya que representa 84 por ciento del producto interno bruto.
La exhortación del papa Juan Pablo II a los países del Norte desarrollado para que acepten la condonación de la deuda de los países pobres es un hecho fundamental para que Ecuador asuma la propuesta, opinó.
Asegura, además, que no pagar la deuda por un tiempo o crear un sistema que reduzca las exigencias le daría un respiro económico al país.
"Hay quienes dicen que si se reduce la deuda perderemos toda credibilidad de honestos y limpios. Creo que declararse quebrados es lo más honesto, lo deshonesto es mantener una imagen de buen pagador estando en quiebra como Ecuador", señaló Luna Tobar.
En la actualidad todos los sectores políticos y sociales se declaran favorables a una condonación de la deuda externa, pero existen matices que dependen de los intereses que representan quienes se pronuncian.
Las cámaras de Industria y Comercio de Guayaquil proponen que se destine parte de los ingresos petroleros a recomprar títulos de deuda externa como una forma de condonación. Pero expertos recordaron que muchos de los poseedores de los valores son afiliados a esas asociaciones empresariales.
La Iglesia Católica también posee títulos de deuda, lo que provocó críticas de algunos sectores sindicales. Los cuestionamientos fueron refutadas por Eguiguren, indicando que es normal que en el país existan tenedores de deuda.
Es la primera vez que un secretario de la CEE reconoce que la Iglesia tiene bonos de deuda externa ecuatoriana, que fueron adquiridos con el fin de obtener recursos para programas sociales.
"Los bonos son como moneda. Lo que hay que ver es si la compra fue moral o inmoral, pero el hecho de tenerlos no es inmoralidad. A cambio de deuda nosotros hemos mantenido durante 15 años el desayuno escolar para 200.000 niños", aseguró Eguiguren.
La posición de la jerarquía eclesiástica favorable a la condonación de la deuda se conoce en momentos en que la ministra de Finanzas, Ana Lucía Armijos, busca un acuerdo definitivo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para la renegociación del pasivo externo ecuatoriano.
El 52 por ciento del total del adeudo es con bancos privados, 30 por ciento con organismos multilaterales y 18 por ciento con los países ricos nucleados en el Club de París.
Ecuador busca un acuerdo stand by (de contingencia) de 18 meses por 400 millones de dólares con el FMI, y renegociar la deuda con el Club de París.
De acuerdo a la propuesta del presidente de Francia, Jacques Chirac, el Club de París debería condonar o al menos reducir la deuda de los países pobres.
El subsecretario de Finanzas, Mauricio Pareja, dijo que la posición de Ecuador frente al FMI y al Club de París es clara: "no se puede pagar el servicio de la deuda mientras su monto represente buena parte del presupuesto nacional". (FIN/IPS/kl/dm/if ip/99
