Los estados nacionales no desaparecerán en el siglo próximo pese a la globalización y se complementarán con las organizaciones no gubernamentales (ONG), afirmó en esta capital el historiador brasileño Ciro Cardoso.
Hay una tendencia a la disminución del poder de los estados nacionales, pero sólo éstos podrán asumir ciertas atribuciones políticas, sociales e incluso bélicas, dijo a IPS Cardoso, quien dictó en San José conferencias sobre posmodernidad y proyecciones para el siglo XXI.
"Tampoco creo que las ONG desaparezcan, pues con su carácter multinacional asumen tareas que los estados y la Organización de las Naciones Unidas debería cumplir pero no cumple, como en el caso de los derechos humanos, la ecología o los niños de la calle", indicó.
El historiador, quien estuvo exiliado 12 años durante la dictadura militar en su país y hoy es profesor titular de la Universidad Federal Fluminense de Brasil, señaló que un conjunto de acontecimientos ocurridos entre 1955 y 1965 crearon las condiciones para la gestación de un mundo nuevo.
Entre ellos mencionó las computadoras, la invención de la píldora anticonceptiva, la crisis de la moral tradicional, la televisión, los movimientos sociales que defienden los derechos de las minorías y el comienzo de la era espacial.
"Después de esa década el mundo ya no fue el mismo", afirmó.
El historiador brasileño expresó que el actual proceso de globalización está generando su propio contrario, la pulverización, porque mientras se produce la integración de grandes bloques regionales muchas personas prefieren la dimensión local y la preservación de identidades y culturas propias.
El extremo de la pulverización es, en su opinión, el individualismo o "narcisismo posmoderno".
"Prueba de esto son los 30 millones de estadounidenses que ya trabajan individualmente desde sus casas, frente a una computadora", comentó.
Esta tendencia es una de las grandes novedades de la historia, pues en el futuro podrían existir sociedades modernas sin ciudades, señaló Cardoso, aunque agregó que considera difícil que las ciudades lleguen a desaparecer.
En las sociedades de América Latina los impactos de las tendencias actuales se podrían sentir mucho más, pues hasta ahora se ha registrado en ellas un proceso de gran concentración de la riqueza, que probablemente continuará.
En el futuro inmediato, prevé que continúen los retrecesos en materia de garantías sociales, pues los países han dejado de lado las políticas que caracterizaron al "Estado de bienestar" e imperan las ideas neoliberales basadas en la competencia y la eficiencia.
Como prevén intelectuales como Alvin y Heydi Toffler, es posible que en el próximo siglo se acentúe la violencia, y que esta tendencia conduzca a masacres contra los países del Sur en desarrollo por parte de los del Norte, destacó Cardoso.
También apuntó como una gran incógnita del siglo XXI el futuro de Rusia, una de las grandes potencias de esta centuria, y consideró que China podría convertirse sea una nueva gran potencia económica y militar, mientras Estados Unidos se mantiene como tal.
El historiador opina que la actual es la peor etapa que le ha tocado vivir a la izquierda en el mundo, ya que mientras los problemas sociales siguen agravándose, perdieron credibilidad teorías holísticas (que hablan de la sociedad como una totalidad), como el marxismo.
Sin embargo, no descarta que en este momento estén germinando nuevas teorías que puedan desarrollarse en el próximo siglo.
Graduado en la Universidad Federal de Río de Janeiro, y doctor en Historia de la Universidad de París, es también profesor invitado del Saint Anthony's College de la Universidad de Oxford (Gran Bretaña), y de las universidades de Amsterdam, de Wisconsin (Estados Unidos) y de Toulouse (Francia). (FIN/IPS/nms/ag/dv/99
