DERECHOS HUMANOS: Tras Pinochet, toca turno a Idi Amin y Duvalier

Los gobiernos que amparan en el exilio a violadores de los derechos humanos, como los ex dictadores de Uganda Idi Amin, y de Haití Jean-Claude Duvalier, deben entregarlos a la justicia, reclamó la organización Human Rights Watch.

La sentencia dictada en marzo pasado por la Cámara de los Lores de Gran Bretaña, que negó la inmunidad al ex dictador chileno Augusto Pinochet, constituye un antecedente para el procesamiento de esas figuras, dijo Reed Brody, director jurídico de Human ights Watch.

La entidad internacional, con sede central en Nueva York, manifestó este martes ante la Comisión de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que "ha llegado la hora de extender ese precedente a otros violadores de las leyes humanitarias".

"El caso Pinochet muestra cuánto hemos avanzado desde las épocas en que los déspotas podían aterrorizar a sus pueblos sabiendo que lo peor que arrostrarían sería un pacífico exilio", sostuvo Brody.

Human Rights Watch anunció la elaboración de un programa de asistencia a gobiernos, víctimas y abogados para que puedan llevar ante la justicia a los torturados denunciados que viven en exilio.

El proyecto de Human Rights Watch incluye cooperación para lograr la extradición de esos criminales, que permita la realización de juicios imparciales en sus países de origen o en terceros países.

Entre los países que otorgan asilo a esos delincuentes, el informe mencionó a Arabia Saudita, donde se refugia el ugandés Idi Amin.

Durante su dictadura en la nación africana, de 1971 a 1979, Amin expulsó del país a toda la comunidad de origen asiático. En ese período, Amín fue responsable del asesinato de entre 100.000 y 300.000 personas, afirmó Brody.

Zimbabwe ha negado a Etiopía el pedido de extradición de Mengistu Haile Miriam, acusado de genocidio y delitos contra la humanidad durante su régimen de terror entre 1974 y y 1991.

Las organizaciones de derechos humanos estiman que Mengistu y sus fuerzas dieron muerte a más de 200.000 personas, consignó Human Rights Watch.

Francia no ha dado paso alguno para procesar a Jean-Claude "Baby Doc" Duvalier, que gobiernó Haití como "presidente vitalicio" desde 1971 hasta 1986.

La dictadura de Duvalier ha sido acusada de miles de asesinatos políticos y detenciones arbitrarias, recordó la institución humanitaria.

La lista de Human Rights Watch incluye también a Hissene Habre, autodesignado presidente de Chad desde 1982 hasta 1990. Habre, refugiado atualmente en Senegal, ha sido responsabilizado por grupos de derechos humanos de la muerte de 40.000 personas.

Estados Unidos rechazó solicitudes de Haití para la extradición de Emmanuel "Toto" Constant, líder del escuadrón de la muerte haitiano FRAPH, financiado por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) estadounidense, dijo Human Rights Watch.

Constant es requerido por los fiscales de Haití, que pretenden enjuiciarlo por asesinato, tortura e incendio premeditado.

Human Rights Watch reclamó ante la Comisión de Derechos Humanos que Estados Unidos devuelva intactas a Haití unas 160.000 páginas de documentos, fotografías y otras pruebas, que las tropas estadounidenses secuestraron en 1994 en el cuartel de Constant y en oficinas del ejército.

Brasil acoge a Alfredo Stroessner, dictador de Paraguay entre 1954 y 1989. Bajo el régimen de Stroessner, la tortura fue aplicada de manera generalizada contra los opositores políticos, sostuvo el informe.

Stroessner, recordó, fue también aliado de Pinochet en la Operación Cóndor, una red multinacional de operaciones de militares y policías en Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay.

Los regímenes involucrados en la Operación Cóndor recurrieron de forma habitual a las torturas, las desapariciones y los asesinatos mientras libraban la "guerra sucia" contra supuestos izquierdistas en la región, dijo Human Rights Watch.

Panamá rechazó por su lado el pedido de Haití de extradición de Raoul Cedras, líder del golpe militar que derrocó en 1991 al presidente constitucional Jean-Bertrand Aristide.

Durante el régimen de facto de Cedras, prolongado hasta 1994, fueron asesinados unos 3.000 haitianos y otros 300.000 fueron desplazados. (FIN/IPS/pc/dg/ip-hd/99

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