El crédito bancario, una opción casi desaparecida en la Cuba de los años 90, volverá a beneficiar a la población de la isla a partir de mayo como parte de una nueva política bancaria.
Préstamos en pesos para el consumo, las inversiones y en efectivo, una modalidad totalmente nueva, podrán ser solicitados en las oficinas del Banco Popular de Ahorro (BPA), principal caja de ahorro cubana.
El banco recibirá las solicitudes de las personas mayores de 18 años, que estén legalmente capacitadas, dispongan de ingresos regulares y capacidad de pago, y tengan estabilidad laboral y de domicilio.
En una medida que excluye a unos 160.000 trabajadores por cuenta propia, los préstamos en efectivo se realizarán sólo a empleados del sector público, personas jubiladas o pensionadas por el Estado.
La vicepresidenta del BPA, Iliana Aguiar, reveló que en los casos de crédito para el consumo y la inversión habrá que justificar la compra o la solicitud de servicio ante una empresa, entidad u organismo estatal, nunca privado.
Los cubanos podrán obtener crédito para comprar muebles o equipos electrodomésticos, bienes de uso personal, automóviles, motos, materiales de la construcción y para el pago de algunos derechos.
"Todavía si prestaran dólares, pero qué voy a comprar con pesos", reaccionó una joven de 23 años ante la noticia de que el BPA empezará a otorgar créditos en pesos a particulares.
"Ahora sí se está poniendo bueno esto", dijo por su parte un profesor de 39 años que consideró la posibilidad de pedir préstamos en el banco como un síntoma de que "vienen tiempos mejores".
Padre de una familia de dos hijos y con un salario de menos de 300 pesos mensuales, este profesional pudo "armar" su hogar a mediados de los años 80 gracias, en buena medida, a los préstamos que recibió del BPA.
En Cuba el crédito bancario se puso de moda a mediados de la década pasada cuando creció la oferta de refrigeradores, televisores, lavadoras y otros equipos electrodomésticos, importados del extinto bloque socialista.
Ahora, las personas que acudan a las oficinas del BPA podrán solicitar un mínimo de 300 pesos y en el caso de los que aspiren a efectivo no podrán recibir más de 3.000 pesos, según una resolución del Banco Central de Cuba.
Para el crédito al consumo se fija una tasa máxima de interés del ocho por ciento, y del nueve para inversiones y los préstamos en efectivo, afirmó este lunes el semanario sindical Trabajadores.
En Cuba el cambio oficial establece la paridad entre la moneda nacional y la divisa estadounidense, mientras en las casas de cambio abiertas por el gobierno el dólar se cotiza a 21 pesos cubanos.
Pero, por encima del cambio, lo que más preocupa a buena parte de la población es la baja capacidad adquisitiva del peso cubano y la ausencia de una oferta significativa en esa moneda.
Un sondeo realizado por expertos independientes en diciembre entre 200 habitantes de La Habana arrojó que el total de los encuestados se mostró insatisfecho con la dualidad monetaria vigente.
La crisis económica que vive este país del Caribe desde 1990 provocó una devaluación de la moneda nacional que llegó a registrar sus momentos más críticos en 1994 cuando el dólar se cotizó a 150 pesos cubanos.
La legalización del dólar y la apertura de una red de tiendas para la venta exclusiva en divisa en 1993 fue una de las primeras medidas aplicadas por el gobierno de Fidel Castro para palear los efectos de la crisis.
El lanzamiento de una política de créditos en pesos podría venir acompañado de un aumento de la oferta en esa moneda, algo que reclaman los expertos locales como indispensable para la recuperación de la moneda nacional.
El BPA, única entidad de su tipo en la isla, tenía a finales de 1997 un fondo activo de 5.770,6 millones de pesos. Del total, cinco por ciento se había entregado como préstamo a clientes corporativos y particulares.
Aunque en estos últimos años los créditos a la población prácticamente desaparecieron, se mantuvieron para algunos casos determinados y sectores como campesinos privados y cooperativistas.
Un informe de esa institución asegura que hace dos años los préstamos vigentes a particulares para bienes y servicios totalizaron 131,2 millones de pesos. Los préstamos otorgados a personas jurídicas sumaron 235,9 millones de pesos.
Ahora ese servicio podrá solicitarse también al Banco de Crédito y Comercio, una entidad surgida como parte de una reforma bancaria aplicada por el gobierno desde 1995 y aún en curso. (FIN/IPS/da/dg/if/99