CUBA-ESTADOS UNIDOS: Guerra de marcas a punto de estallar

Un litigio entre Cuba y Estados Unidos por el uso de la marca de ron Havana Club podría enfrentar a ambos países en una guerra comercial que involucraría a la Unión Europea.

Estados Unidos abrió "la guerra de las marcas" con la aplicación de una ley que viola "las normas internacionales sobre el derecho de la propiedad internacional, las marcas y patentes", afirmó el diario oficialista cubano Granma.

Esta acción pone "en peligro a todas las marcas de compañías estadounidenses registradas en Cuba y podrían caotizar todo el sistema internacional actualmente vigente, el cual implica a Europa y América Latina", advirtió Granma.

El nuevo conflicto surgió el día 13 cuando un tribunal estadounidense rechazó una demanda de la sociedad cubano francesa Havana Club International (HCI) contra la firma Bacardí por el uso en ese país de la marca de ron Havana Club.

Cuba alega que Havana Club nunca perteneció a Bacardí y que sus antiguos dueños, la familia Arechabala, no solicitó el registro de la marca luego de la confiscación de sus destilerías en la isla a inicios de los años 60.

"En 1974, siguiendo el abandono de la marca Havana Club, la empresa cubana Cubaexport solicitó inscribirla y logró su registro" en la Oficina de Patentes y Marcas de Estados Unidos (USPTO), afirmó el periodista de Granma Félix López.

La marca está registrada ahora en 160 países por HCI, sociedad formada en 1993 entre la compañía cubana Havana Rum and Liquors y la francesa Pernod Ricard con el objetivo de aumentar la presencia del ron cubano en el mercado internacional.

En la acera de enfrente, la compañía Bacardí-Martini, líder del mercado del ron en Cuba hasta 1960, asegura que está en proceso de compra de los activos de la antigua sociedad José Arechabala SA y que esto le da derecho sobre Havana Club.

El fallo a favor de Bacardí se amparó en la Ley del Presupuesto de Estados Unidos que, en octubre del año pasado, retiró la protección legal a las marcas de propiedades confiscadas en la isla desde 1960.

Fuentes oficiales indicaron que Cuba denunció "informalmente" ante la Organización Mundial de Comercio la nueva ley como "una extensión del bloqueo contra Cuba y un obstáculo para la inversión extranjera y el comercio".

La protesta cubana contó con el apoyo de la Unión Europea, Brasil, Egipto, Honduras, India, Indonesia, Malasia, República Dominicana y Venezuela, pero aún no se presentó una denuncia formal ante el órgano de solución de controversias de la OMC.

Sin embargo, la apelación a este organismo "es una opción clara" para Cuba, según fuentes diplomáticas.

Pero el conflicto va más allá de un nuevo capítulo en el diferendo entre La Habana y Washington de los últimos 40 años y podría afectar los intereses en la isla de un grupo importante de empresas europeas.

De acuerdo con Granma, un funcionario de la Cancillería de Francia viajará esta semana a Washington para tratar el perjuicio a la firma francesa Pernod Ricard y solicitar la realización de un análisis del caso en la OMC.

Granma afirmó que este asunto figuró entre los objetivos de una visita realizada a Washington la semana pasada por Leon Brittan, comisario de Política Comercial de la UE.

Por su parte, el consejo sobre aspectos comerciales de la propiedad intelectual de la UE consideró que la ley estadounidense infringe "los derechos de las empresas o individuos que tienen derechos de propiedad en Cuba y los de las empresas extranjeras que tienen relaciones con ellos".

Fuentes de la Oficina Cubana de la Propiedad Industrial aseguran que el veredicto contra Havana Club International viola seis artículos del Acuerdo sobre los Aspectos de la Propiedad Intelectual Relacionados con el Comercio, en vigor desde el 1 de enero de 1996 para todos los miembros de la OMC.

"Una ley del Congreso (legislativo estadounidense) está en paridad plena con un tratado, y cuando un estatuto, que es posterior en tiempo, no esté en armonía con un tratado, el estatuto anula el tratado", afirmó la jueza Shira A. Schelndlin al emitir su fallo.

En esa lógica, cualquier ley aprobada por el Congreso puede suprimir derechos y obligaciones contraídos en virtud de acuerdos internacionales firmados por Estados Unidos y de los cuales sigue siendo parte.

El periódico estadounidense Wall Stret Journal alertó el día 16 sobre el "potencial diferendo que representa esta decisión para las relaciones Estados Unidos-Unión Europea" y admitió la preocupación en sectores empresariales.

Estados Unidos y la UE lograron un acuerdo el pasado año para que empresas europeas quedaran libres de las sanciones decretadas por la ley estadounidense Helms-Burton contra negocios de terceros países en la isla.

Según la abogada de la USPTO Lynne Besresford, en represalia Cuba "puede argumentar que queda relevada de sus obligaciones" y dejar de reconocer "alrededor de 400 marcas norteamericanas registradas en Cuba, incluyendo Hilton, Coca Cola y Palmolive".

El Consejo Económico Comercial Estados Unidos-Cuba, una organización sin fines de lucro con sede en el país norteamericano, asegura que sólo entre 1997 y 1998 fueron registradas en la isla 325 marcas estadounidenses.

Cuba forma parte de la Organización Mundial de Comercio (OMC), es signataria de la Convención de París para la protección de la propiedad industrial, del Arreglo de Madrid y de la Convención InterAmericana de Marcas, entre otros tratados internacionales. (FIN/IPS/da/mj/if/99

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