La Comunidad Andina de Naciones (CAN) asumirá la propuesta del presidente ecuatoriano Jamil Mahuad de negociar en forma conjunta la condonación del pago de la deuda externa pública, dijo hoy a IPS el secretario general de ese bloque, Sebastián Alegrett.
La mayor parte del endeudamiento de los países andinos, como el de los latinoamericanos, no es sin embargo con los estados reunidos en el Club de París sino con los acreedores privados.
"La deuda significa un peso demasiado duro para el presupuesto de nuestros países y cada vez se hace más difícil poder pagar sin consecuencias graves para las comunidades", señaló Alegrett.
El proceso para que la iniciativa de una negocación conjunta de los andinos sea aprobada se iniciará los días 5 y 6 de mayo, cuando se reúnan en Quito los cancilleres de los países integrantes de la CAN (Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela) y los miembros del Parlamento Andino.
La propuesta será luego presentada a los presidentes de las naciones del bloque, en la cumbre que se realizará el 26 de mayo en Cartagena, Colombia.
Asistirán igualmente a ese encuentro el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo Enrique Iglesias, el secretario general de la Organización de estados Americanos César Gaviria y autoridades de la Corporación Andina de Fomento (CAF).
Más tarde, el 7 de junio, la posición andina será presentada en la cumbre de los 7 países más industrializados que se realizará en Colonia, Alemania, y a mediados del mismo mes será considerada en México por los presidentes de los 13 países americanos integrantes del Grupo de Río.
También será analizada durante la cumbre latinoamericano- europea que se llevará a cabo en Río de Janeiro.
Allegret estima que existen buenas posibilidades de que la idea sea aceptada por el conjunto de los países latinoamericanos y por los estados acreedores.
El presidente de Francia, Jacques Chirac, se mostró partidario de que el Club de París, que reúne a los estados acreedores, acepten condonar o al menos reducir la deuda de los países pobres.
La idea nació en diciembre del obispo de la ciudad ecuatoriana de Cuenca, Luis Alberto Luna Tobar, quien propuso al presidente de su país Jamil Mahuad que lidere una acción de varios países para disminuir el pago de la deuda.
"Tiene que intentar un acuerdo internacional con otros países en estado de miseria como Ecuador para no pagar la deuda externa o por lo menos crear sistemas que reduzcan la exigencia de ese pago", dijo el obispo a Mahuad, de quien es duro crítico de su política económica.
"Hay que conseguir que los poderosos cedan un poco y se preocupen algo por los que menos tienen. Ellos han sido más que suficientemente bien pagos y lo han reconocido al reducir el valor de la deuda cuando se ha negociado bien", enfatizó Luna Tobar.
El religioso cree que tarde o temprano los países acreedores deberán aceptar al menos una reducción importante de la deuda porque ya no hay condiciones de pago.
La deuda ecuatoriana asciende a 13.000 millones de dólares, y es la más alta de América Latina en términos relativos, al representar 84 por ciento del producto interno bruto nacional.
El 52 por ciento de esa suma es adeudada a los bancos privados, 30 por ciento a los organismos multilaterales de crédito y el 18 por ciento restante a los estados reunidos en el Club de París.
Allegret recordó que la deuda externa global de América Latina asciende a 495.000 millones de dólares. (FIN/IPS/kl/dg/if/99