CHINA-EE.UU.: No hay acuerdo sobre la OMC

Febriles negociaciones entre el presidente estadounidense Bill Clinton y el primer ministro chino Zhu Rongji no lograron un acuerdo final sobre la incorporación de Beijing a la Organización Mundial del Comercio (OMC).

Sin embargo, ambos líderes insistieron el jueves en que se realizó un "progreso significativo" hacia un pacto y sugirieron que China podría integrarse a la OMC antes de la próxima ronda de negociaciones sobre comercio mundial, que comenzarán en noviembre en Seattle.

Los dos mandatarios también anunciaron acuerdos sobre aviación civil que duplicarán la frecuencia de los vuelos entre ambos países, sobre programas de computación y sobre el levantamiento parcial del embargo chino a las importaciones de trigo, citrus y carne estadounidenses.

La falta de acuerdo sobre la OMC decepcionó a Zhu, quien destacó que su gobierno realizó las concesiones comerciales necesarias y ahora las diferencias que separan a ambas partes "no son muy importantes".

"Para ser honesto, el problema ahora no radica en esas diferencias, sino en la atmósfera política", declaró Zhu en una conferencia de prensa conjunta ofrecida tras la cumbre en la Casa Blanca.

La visita de Zhu, originalmente pensada para consolidar la "sociedad estratégica" propuesta por Clinton durante su visita a China el pasado julio, se produjo tras seis meses de retrasos en las relaciones bilaterales, que pusieron al mandatario estadounidense y su política de compromiso a la defensiva.

Las contrariedades incluyeron lo que Washington percibió como un agudo deterioro de la situación de los derechos humanos en China, el aumento de su superávit comercial con Estados Unidos a casi 60.000 millones de dólares y las acusaciones a Beijing de robo de tecnología estadounidense de misiles en los años 80.

Así mismo, China se opuso enérgicamente a los planes de Washington de construir en Asia oriental un sistema de defensa antimisiles que abarcaría a Taiwan, al que Beijing considera una provincia renegada.

En los últimos días, los vínculos bilaterales sufrieron nuevos reveses. China condenó la promoción por parte de Estados Unidos de una resolución de condena a Beijing en la Comisión de las Naciones Unidas sobre Derechos Humanos, y denunció los bombardeos de la OTAN contra Yugoslavia como "una barbaridad".

Además, el diario The New York Times publicó que Beijing robó en 1995 tecnología secreta estadounidense que le permitiría construir una bomba de neutrones, capaz de matar personas con radiación sin destruir infraestructura física.

Clinton quedó claramente contrariado por estos hechos. En la víspera de la llegada de Zhu a Washington, declaró que "el clima de desconfianza" generado el año pasado "perjudica los intercambios que están abriendo China al mundo".

"A medida que se aproxima la elección presidencial, no podemos permitirnos una guerra fría con China", declaró Clinton, mientras el líder de la mayoría republicana del Senado, Trent Lott, anunciaba su oposición al ingreso de China a la OMC "en este momento".

Tanto Clinton como Zhu destacaron que su conversación fue franca y abierta, en señal, destacaron, del progreso de los vínculos bilaterales desde el restablecimiento de los lazos diplomáticos, hace 20 años.

Esa franqueza se extendió a la conferencia de prensa, que duró unos 90 minutos. Clinton habló abiertamente sobre las diferencias en materia de derechos humanos, y consideró "preocupante que el año pasado China haya dado ciertos pasos hacia atrás".

Zhu, por su parte, negó toda acusación de robo de tecnología militar y defendió la situación de los derechos humanos en su país, además de calificar la moción de condena promovida por Estados Unidos como "injusta" y "una interferencia en los asuntos internos chinos".

Sin embargo, reconoció que hay aspectos que se deben mejorar y destacó que Beijing desea un diálogo con Washington sobre la cuestión.

También señaló que China no renunciará al uso de la fuerza para asegurar la reunificación de Taiwan con el continente, arguyendo que Abraham Lincoln "también recurrió a la fuerza y libró una guerra para mantener la unidad de Estados Unidos".

Pero el tema que dominó las discusiones fue el comercio, y ambos mandatarios parecieron decepcionados por la falta de un acuerdo sobre la OMC.

China, que procura integrarse a la organización desde hace 13 años, realizó importantes concesiones en los últimos días sobre seguros, piratería de programas de computación, banca, agricultura y aranceles.

Tan grande fue el progreso que Clinton llegó a sugerir el miércoles la inminencia de un acuerdo. "Si China está dispuesta a seguir las normas mundiales de comercio, sería un error inexplicable que Estados Unidos se negara" a su incorporación a la OMC, dijo.

Pero las esperanzas se desvanecieron cuando Trent Lott se opuso públicamente al acuerdo.

En vista del clima contrario a China en el Congreso, los asesores políticos del presidente decidieron que una batalla legislativa sería demasiado costosa en este momento. (FIN/IPS/tra- en/jl/mk/mlm/ip-if/99

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