La ampliación de los cortes del suministro eléctrico mostró hoy en Chile una agudización de la crisis energética, mientras aumentan las críticas al gobierno y los consorcios empresariales que controlan el sector.
Los cortes programados que se iniciaron la semana anterior, de una hora de duración, aumentaron este martes a 90 minutos y es muy probable que en los próximos días se extiendan a dos horas, según advirtió la empresa Chilectra Metropolitana.
La causa fundamental de la crisis, según las autoridades, radica en la prolongada sequía que sufre el país desde fines de 1997, lo cual impide almacenar agua en las represas de las centrales hidroeléctricas, principal fuente de generación.
Organizaciones de consumidores, ecologistas y parlamentarios, así como expertos independientes, sostienen que las empresas privadas que controlan la generación y distribución no adoptaron medidas para suplir la escasez de oferta provocada por la sequía.
Estas empresas, que incluyen además de Chilectra, al consorcio hispano-chileno Enersis, propietario a su vez de la generadora Endesa, están obligadas por ley a comprar energía a terceros si no están en condiciones de cumplir sus contratos con el Estado.
Los consorcios, surgidos de las privatizaciones hechas en las postrimerías de la dictadura del general Augusto Pinochet (1973- 90), se abstuvieron sin embargo de comprar electricidad a terceros o adquirir plantas termoeléctricas.
De esta manera, ahorraron dinero y a comienzos de año, cuando comenzó la crisis de escasez, fueron sancionadas con multas del orden de los 27.000 dólares, que resultan irrisorias comparadas con las altas utilidades de las empresas eléctricas.
Esas multas son las mayores previstas en la ley, de acuerdo a la normativa que creó la dictadura de Pinochet tras la privatización de Endesa y de la Compañía Chilena de Electricidad, antecesora de Chilectra.
El consorcio Enersis, que tiene inversiones en Argentina, está multado en ese país con sumas 10 veces mayores a raíz de incumplimiento de contratos con las autoridades de ese país para el normal suministro del fluido eléctrico a la población.
En Chile tampoco existen leyes que garanticen a los usuarios alguna posibilidad de éxito en demandas indemnisatorias por los perjuicios que acarrean los cortes de luz tanto en las actividades domésticas como productivas y comerciales.
Según dirigentes empresariales, los cortes de electricidad provocan al país pérdidas diarias de 11,5 millones de dólares y el perjuicio llegará a un total de 700 millones si el racionamiento se prolonga por dos meses.
Este miércoles se cumplirá la primera semana de cortes y es muy probable que éstos se prolonguen efectivamente por otras siete semanas, de acuerdo a los escenarios que manejan el gobierno y los consorcios eléctricos.
El ministro de Energía, Oscar Landerretche, es fuertemente criticado incluso por parlamentarios oficialistas, que lo acusan de actuar sin la suficiente firmeza para exigir a las empresas la normalización del servicio.
"Estamos enfrentando un problema serio, pero no podemos descartar que pueda complicarse, más aún si no se presentan lluvias en el próximo tiempo", señaló este lunes el ministro de la Secretaría General de Gobierno, Jorge Arrate.
Gener, el principal consorcio generador, advirtió que los cortes se van a prolongar porque continúa fuera de servicio la central Nehuenco, supuestamente una de las más modernas con que cuenta el país.
El senador democristiano Alejandro Foxley criticó la actual dispersión de responsabilidades, en que el gobierno culpa a las empresas, que a su vez se trasladan las culpabilidades entre ellas por la actual crisis.
Tal situación no ocurría anteriormente, cuando Endesa era una empresa estatal que planificaba año a año la generación o compra de electricidad de acuerdo a la demanda del país, señaló Foxley, ex ministro de Hacienda.
Los cortes de electricidad están creando numerosos problemas en Santiago, ciudad de cinco millones de habitantes, que está sufriendo graves congestiones de tránsito, así como caídas en actividades productivas y comerciales.
Los habitantes de edificios de altura en que el agua es distribuida mediante bombas eléctricas están igualmente entre los grandes efectados por la crisis de electricidad. (FIN/IPS/ggr/ag/ip-en/99
