La hija mayor del ex dictador Augusto Pinochet y el hijo de un líder sindical asesinado bajo el régimen militar llegaron hoy hasta la casa religiosa en que agoniza el cardenal Raúl Silva Henríquez, símbolo de la defensa de los derechos humanos en Chile.
El ex arzobispo de Santiago (1961-83), de 91 años, entró en un coma profundo el martes y sus funciones vitales sufrieron un fuerte deterioro este viernes, informó su médico, Víctor Muñoz, quien estimó que fallecerá "en las próximas horas".
Representantes de todas las corrientes políticas del país, desde el Partido Comunista (PC) hasta la derechista Unión Demócrata Independiente (UDI), han visitado la Casa de los Salesianos para rendirle homenaje.
El presidente Eduardo Frei y sus ministros, así como dirigentes de organizaciones humanitarias e incluso los mandos superiores de la Armada y la policía de Carabineros también se han hecho presentes en el lugar en los últimos días.
Altos dignatarios de las iglesias Luterana, Metodista y Pentecostal, así como dirigentes de la comunidad judía, se hicieron presentes este jueves para expresar su pesar por el inminente fallecimiento del religioso que en 1973 creó el Comité por la Paz y en 1976 la Vicaría de la Solidaridad.
El ex presidente Patricio Aylwin (1990-94) consideró positivo que representantes de la derecha, que no compatieron las ideas ni la lucha del cardenal por los derechos básicos de las personas, hayan manifestado ahora pesar por su agonía.
Con su muerte, Silva Henríquez podrá lograr tal vez lo que no consiguió en vida: unir a todos los chilenos, dijo Aylwin, primer gobernante de la Concertación por la Democracia, una coalición de democristianos, socialistas y socialdemócratas.
Lucía Pinochet Hiriart, hija del ex dictador, llegó imprevistamente a la sede de la Orden Salesiana y permaneció en el lugar unos 25 minutos, negándose a formular declaraciones a los numerosos reporteros que la abordaron cuando se retiraba.
Pinochet, senador vitalicio desde marzo de 1998, está bajo arresto en Londres, donde podría enfrentar en breve un juicio de extradición a España por las violaciones de derechos humanos que lo confrontaron permanentemente con el cardenal.
Tucapel Jiménez, hijo del sindicalista del mismo nombre asesinado en 1982 por agentes represivos de la dictadura, visitó igualmente la casa en que agoniza Silva Henríquez, a quien calificó como un gran defensor de los trabajadores chilenos. (FIN/IPS/ggr/ag/ip-hd/99