La organización de derechos humanos Amnistía Internacional se opone a que un tribunal militar de Camboya juzgue al detenido líder del movimiento insurgente Jmer Rojo, Ta Mok, porque este no tendría las garantías de un proceso justo.
"Un juicio local no será justo, no podrá revelar la verdad y no sirve a los principios de la justicia. Camboya se merece más que una parodia de juicio, y esta oportunidad no se dará otra vez", señaló Amnistía en un informe divulgado este jueves. "
El gobierno del Jmer Rojo entre 1975 y 1979, encabezado por Pol Pot, está acusado de matar a casi dos millones de camboyanos.
El informe "Sin solución a la impunidad: El caso de Ta Mok" exhorta a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que exija que el juicio se lleve a cabo en un país neutral por un tribunal del foro mundial.
El juicio "del sospechoso Ta Mok en un tribunal militar de Camboya no acatará las normas internacionales para un juicio justo y no será solución al problema de la impunidad en Camboya", afirmó la organización.
Amnistía señaló que ya se violaron varios requisitos del proceso justo, como el hecho de que la radio camboyana califique a Ta Mok de "criminal" y que el acusado sea juzgado por un tribunal militar aunque no integre las fuerzas armadas del país.
Varias organizaciones de derechos humanos temen que el gobierno camboyano se concentre en el juicio a Ta Mok para restarle atención al plan de instalar un tribunal de la ONU que juzgue todos los crímenes de guerra del Jmer Rojo.
En febrero, una comisión de tres integrantes encabezada por Ninian Stephen advirtió que el sistema legal camboyano no está capacitado para realizar juicios justos a los sospechosos del Jmer Rojo, y que la ONU no debería apoyarlos.
Lo mejor sería que un tribunal de la ONU juzgue el caso, posiblemente en un país neutral del sudeste asiático, recomendó la comisión.
"El pueblo camboyano debe confiar en la justicia del proceso. De otra manera, lo considerarán como un ejercicio de política partidaria", apuntó.
"El público camboyano no tiene, en este momento, esa confianza en el poder judicial", agregó.
Pero los planes del gobierno para juzgar a Ta Mok en Camboya avanzaron el 6 de marzo cuando el acusado, cuyo verdadero nombre es Chhit Choeun, fue capturado cerca de la frontera con Tailandia.
Luego de la muerte en 1998 de Pol Pot, el notorio líder del Jmer Rojo, Ta Mok se convirtió en el funcionario más destacado del movimiento.
El primer ministro Hun Sen, que se resistió a juzgar a otros dirigentes del Jmer Rojo quienes depusieron sus armas, inmediatamente declaró que Ta Mok sería juzgado por crímenes contra la humanidad, y solicitó la ayuda internacional y de la ONU.
El gobierno también ofreció autorizar la participación de jueces extranjeros en el tribunal camboyano que procese a Ta Mok.
Pero mientras Hun Sen insiste en juzgar en Camboya a Ta Mok, en una carta que envió en marzo al secretario general de la ONU, Kofi Annan, señaló que exploraba la posibilidad de fundar una "comisión de la verdad" al estilo sudafricano para investigar otros crímenes del Jmer Rojo.
En el caso de Ta Mok, el gobierno camboyano declaró que "el culpable es un ciudadano camboyano, las víctimas son camboyanas, el lugar donde se cometieron los crímenes también está en Camboya, por lo tanto, el juicio por un tribunal camboyano es plenamente conforme al proceso legal".
La ONU no evaluó públicamente la credibilidad de un juicio en Camboya. Un funcionario del foro mundial dijo el mes pasado que "no es probable que el sistema camboyano cumpla con las normas internacionales de justicia".
Amnistía criticó el contraste entre el plan para juzgar a Ta Mok y el tratamiento dado a otros dirigentes del Jmer Rojo que llegaron a un acuerdo con el gobierno para cesar los combates.
Ieng Sary, ex canciller de Pol Pot, desertó en 1996 y se acogió a la amnistía de Hun Sen y el entonces primer primer ministro Norodom Ranariddh.
El gobierno permitió a Ieng Sary "vivir en Pailin, en el noroeste de Camboya, en una zona semiautónoma, controlada por sus seguidores", señaló Amnistía.
Así mismo, dos altos integrantes del Jmer Rojo que desertaron del grupo en 1998, Khieu Samphan y Nuon Chea, "fueron alojados en un hotel de lujo a costa del gobierno, y Hun Sen dijo entonces a la prensa que se debería cavar un pozo en la tierra y enterrar el pasado", agregó Amnistía. (FIN/IPS/tra-en/fah/mk/aq/ip-hd/99