Las personass privadas de tierra, empleo y vivienda disputan un papel protagónico en este 1 de Mayo en Brasil, que fue precedido hoy por manifestaciones de los campesinos que luchan por la reforma agraria.
Un acto de 8.000 personas, promovido por el Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST), condenó la política economica del gobierno del presidente Fernando Henrique Cardoso como generadora de desocupación en el campo y en la ciudad.
La manifestación fue el punto culminante de una marcha de dos semanas de 1.300 militantes del MST por ciudades y carreteras del interior de Sao Paulo desde el 16 de abril. A ellos se sumaron sindicalistas, trabajadores en general, especialmente maestros en lucha por la enseñanza pública, y estudiantes.
Iniciativas similares tuvieron lugar en otras grandes ciudades del país este viernes, Día Nacional de Lucha de los Campesinos, para que sus participantes se sumaran a las celebraciones del 1 de Mayo.
El MST busca aliarse a los sindicatos y otros movimientos sociales para combatir la política económica del gobierno y formular propuestas alternativas de desarrollo, nacionalistas y populares. En las ciudades, buscan la adhesión de los desempleados a su movimiento por más asentamientos rurales.
El desempleo es el tema central de este Día del Trabajo en todo el pais. Fuerza Sindical (FS), la segunda central brasileña, denominó su celebración como un acto "por Empleo, Educación y Calificación Profesional".
FS ofreció el martes un almuerzo para 4.000 desempleados de Sao Paulo, como una de las actividades previas al 1 de Mayo.
Este viernes, tanto FS como la Central Unica de Trabajadores (CUT) promovieron paralizaciones de media hora a dos horas en las actividades de numerosas empresas, escuelas y otras instituciones, en protesta contra el desempleo.
El anuncio de que el salario minimo aumentará sólo a 136 reales (82 dolares) este 1 de Mayo intensificará las críticas de los trabajadores al gobierno. Las centrales sindicales reclamaban un aumento de al menos 30 por ciento, mientras que el concedido por el gobierno se limita a 4,6 por ciento.
El líder del izquierdista Partido de los Trabajadores, Luis Inacio Lula da Silva, ex obrero metalurgico calificó de ridículo el aumento, en tanto el presidente de la CUT, Vicente Paulo da Silva, presente en la manifestacion de los Sin Tierra, aseguró que era "una provocacion".
El ministro del Trabajo, Francisco Dornelles, argumentó que el aumento fijado superó la inflación de los 12 últimos meses, de 4,43 por ciento según el instituto oficial de estadística, y el encarecimiento de la canasta básica de productos indispensables, que fue de 3,48 por ciento.
Además, el salarimo mínimo se elevo 109,9 por ciento desde 1994, cuando se estabilizó la moneda nacional, mientras la canasta básica subió sólo 20,3 por ciento, añadió el ministro, al divulgar oficialmente la decisión del gobierno, que siempre reajusta el sueldo básico legal el 1 de Mayo.
Las autoridades económicas señalan que cualquier alza del piso salarial agrava el déficit fiscal, cuya reducción es la principal meta acordada con el Fondo Monetario Internacional, para obtención de una ayuda financiera de 41.500 millones de dólares.
El nuevo presidente de la Suprema Corte, Carlos Velloso, que asumiró el cargo el 27 de mayo, reconoció que el salario mínimo no atiende a las necesidades básicas de una familia, como establece la Constitución.
El Superior Tribunal Federal estará "abierto" a acciones que cuestionen su valor ahora fijado, declaró Velloso.
El Ministerio del Trabajo estima en sólo 2,8 millones los trabajadores activos que ganan ese salario mínimo, pero es también el ingreso de 12,2 millones de jubilados y pensionistas del sistema oficial de previsión social.
Los llamados "sin techo" también intensificaron sus manifestaciones de insatisfacción ante la privación que sufren. Dos de ellos fueron muertos en un enfrentamiento con la Policía Militar, el lunes en Betim, ciudad vecina a Belo Horizonte, capital del central estado de Minas Gerais.
Cerca de 400 personas que ocupan ilegalmente un área de la alcaldía local resistieron la orden de desalojo, dando origen a una batalla en que hubo otros tres heridos. Al día siguiente, un grupo invadió y destruyó parte de la sede de la alcaldía.
Este 1 de Mayo refleja así el agravamiento de los problemas sociales, producto de la crisis financiera que enfrenta Brasil desde el año pasado. El desempleo alcanza 8,15 por ciento, según datos oficiales para el pais, y 19,9 por ciento en la región metropolitana, de acuerdo a un organismo sindical. (FIN/IPS/mo/ag/ip/99
