El gobierno de Paraguay prepara los pedidos de extradición del ex presidente Raúl Cubas, asilado en Brasil, y de su mentor Lino Oviedo, quien huyó a Argentina, mientras arrecia la polémica por la presencia en el nuevo gabinete de ex miembros de la dictadura de Alfredo Stroessner.
Portavoces del presidente Luis González Macchi sostienen que Buenos Aires no concederá la extradición del general retirado Oviedo, si no se aportan pruebas fehacientes de que tuvo activa participación en el asesinato del vicepresidente, Luís María Argaña.
Similar actitud adoptaría el gobierno brasileño respecto de Cubas, quien fijó residencia en la ciudad balnearia de Camboriú, en el sureño estado de Santa Catarina.
La explosiva tensión política que sucedió al asesinato el día 23 de Argaña, enemigo político de Cubas y de Oviedo, cedió en gran medida a partir del domingo.
Cubas abandonó ese día la presidencia y fue reemplazado por González Macchi, dirigente de la fracción del Partido Colorado que encabezaba Argaña, mientras Oviedo se refugiaba en una estancia cercana a Buenos Aires, donde permanece bajo severas medidas de seguridad por temor a un atentado.
El fiscal general de Paraguay, Jorge Vasconsellos, se reunió el miércoles con los jueces que tramitarán las solicitudes de extradición.
"No queremos cometer errores que puedan ser utilizados para denegar la extradición de estos dos prófugos de la justicia y el pueblo paraguayo", dijo Vasconcellos al terminar la entrevista.
El fiscal retornó el martes de Argentina, luego de que viera frustrada su intención de evitar que el gobierno de Carlos Menem otorgara asilo político a Oviedo.
Vasconsellos confirmó el interés de Asunción de lograr la extradición de los dos asilados y dijo que se reunirían las evidencias necesarias para probar que los mismos cometieron delitos comunes. "De ningún modo son perseguidos políticos", indicó.
Una de las acusaciones que enfrentaría Cubas es la de "vaciar las arcas del Estado", ya que horas antes de viajar a Brasil habría retirado 2.500 millones de guaraníes (casi un millón de dólares) de uno de los bancos estatales, según documentos hallados por las nuevas autoridades, informaron las fuentes.
La extradición del ex presidente paraguayo y de Oviedo será una de las prioridades del canciller Miguel Abdón Saguier, dirigente del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), que asumió el cargo el miércoles.
"La extradición de estos señores no es una fachada. El gobierno tiene las intenciones mas serias de traerlos de vuelta para que paguen por sus crímenes contra el pueblo paraguayo", dijo Saguier.
El nuevo ministro de Relaciones Exteriores y Guillermo Caballero Vargas, fundador del socialdemócrata Partido Encuentro Nacional (PEN), al frente del Ministerio de Industria y Comercio, conforman el gabinete de "unión nacional" del presidente González Macchi.
Saguier es uno de los más firmes candidatos a la vacante vicepresidencia del país de acuerdo a fuentes del Congreso, en el marco del acuerdo alcanzado entre los colorados que lideraba Argaña y los partidos que estuvieron en la oposición hasta la renuncia de Cubas.
Entretanto, no cesan las expresiones de protesta por la incorporación al equipo de gobierno de González Macchi de algunos ex colaboradores de la dictadura de Stroessner (1954-1989) .
Martín Chiola, quien se hizo cargo de la cartera de Salud Pública, fue diputado en el período stronista, y el nuevo titular de Obras Públicas, José Alberto Planás, fue miembro del círculo más íntimo de Stroessner y mantenía negocios con la familia de éste.
Por su parte, Nelson Argaña, designado como ministro de Defensa, es hijo del asesinado vicepresidente, Luis María Argaña, quien presidió una complaciente Corte Suprema de Justicia, durante la época más dura del régimen dictatorial.
El propio presidente González Macchi es hijo de Saúl González, quien fue ministro de Justicia y Trabajo de Stroessner por varias décadas.
Los antecedentes de estos ministros se anteponen al pasado de los representantes del PLRA y del PEN, notorios luchadores contra la dictadura stronista.
El presidente del PLRA, Julio César Franco, dijo, sin embargo, que esta circunstancia no tenía mayor importancia en la actualidad.
"Nosotros vamos a cumplir con nuestra cuota de responsabilidad en el nuevo gobierno y, por lo demás, que cada uno cargue con su pasado", indicó.
El Círculo Paraguayo de Médicos, por su parte, protestó contra la designación de Chiola en el Ministerio de Salud Pública, porque "no podía olvidar el pasado represivo del ahora reciclado demócrata", sedún sostiene un comunicado divulgado el miércoles.
Un gestó del nuevo gobierno, en cambio, concitó el apoyo unánime de la ciudadanía. Adrián Castillo, líder de los "Jóvenes por la Democracia", quienes se enfrentaron a manifestantes oviedistas el viernes en Plaza de Congreso, fue nombrado vice ministro de la Juventud.
"Se hizo justicia", fue el comentario generalizado en los círculos políticos. (FIN/IPS/ct/dm/ip/99
