Comercio y emigración fueron los temas que dominaron en la agenda de la presidenta de Irlanda, Mary McAleese, durante su visita a México, que este mes iniciará la cuarta ronda de negociaciones con la Unión Europea (UE) en busca de un acuerdo de libre comercio.
En la primera visita oficial que realiza una gobernante irlandesa a este país, McAleese anunció la decisión de Dublin de establecer una representación diplomática en México.
Entre los días 5 y 7 y desde distintos foros, la presidenta irlandesa destacó que el crecimiento sostenido de las economías mundiales se alcanzará atacando con decisión problemas como la pobreza y la ignorancia.
El éxito de la economía de Irlanda, cuyo producto interno bruto es superior creció ocho por ciento y su inflación cayó a apenas dos por ciento, obedece a factores como la capacitación de los trabajadores y la incorporación de las pequeñas empresas a las grandes cadenas exportadoras, dijo.
La decisión del gobierno irlandés de establecer una embajada en la ciudad de México es una demostración de la importancia de este país "como socio de Irlanda y de la UE", señaló McAleese ante su homólogo mexicano Ernesto Zedillo.
La presidenta sostuvo reuniones con representantes de los principales partidos políticos, legisladores, empresarios y académicos, ante quienes destacó el interés de su gobierno por desarrollar los vínculos bilaterales, sobre todo en el terreno económico.
A finales del año pasado, México e Irlanda firmaron un acuerdo sobre impuestos para apoyar el intercambio comercial entre empresas.
Irlanda, en su calidad de miembro comprometido de la UE, "confirma el apoyo total para una relación más cercana con México", que presidirá junto con Alemania la primera cumbre de países de América Latina, el Caribe y la UE que tendrá lugar en Río de Janeiro a finales de junio.
Hace tres semanas, los cancilleres de 14 países del Grupo de Río se reunieron en territorio mexicano para definir una posición común ante la cumbre de jefes de Estado y de gobierno en Brasil.
Por su parte, el presidente Zedillo ofreció a Irlanda "una puerta de acceso segura a los países de América Latina".
A mediados de mes, México y la UE iniciarán en la capital mexicana la cuarta ronda de negociaciones con miras a lograr un acuerdo de libre comercio.
Los equipos negociadores llegarán a la cita con algunas diferencias debido a desacuerdos generados en la tercera ronda, celebrada en Bruselas en marzo.
En la última sesión, la UE recibió con decepción la propuesta mexicana sobre desgravación arancelaria, en particular en el sector industrial, al considerarla desequilibrada en relación con los términos del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre México, Estados Unidos y Canadá.
La UE pretende la liberalización inmediata de 82 por ciento del sector industrial y del 18 por ciento restante en el 2003, mientras México ofrece abrir su mercado a las exportaciones comunitarias en 46 por ciento cuando se firme el acuerdo, y el porcentaje restante en un calendario por definir.
Los negociadores europeos pretenden recuperar terreno en el mercado mexicano, al mismo tiempo que piden las mismas oportunidades que Estados Unidos y Canadá, según ha explicado el delegado de la UE Mendel Goldstein.
México mantiene un intercambio con la UE de unos 14.000 millones de dólares anuales, deficitario en unos 6.000 millones. En 1998, las exportaciones del país latinoamericano hacia Europa superaron los 60.000 millones de dólares.
Ante empresarios mexicanos, la presidenta irlandesa señaló que las inversiones extranjeras no pueden por sí mismas sostener una economía.
Para garantizar el éxito es necesario crear un nivel de confianza, impulsar una política educativa y aprovechar los recursos humanos, aun de los que han emigrado al extranjero, señaló.
Irlanda, explicó, "tiene cinco millones de personas en su territorio y 70 millones en el extranjero, de los cuales 45 millones están en América".
Los irlandeses obligados a emigrar en busca de oportunidades de trabajo demostraron que es posible romper el círculo vicioso de dicho fenómeno y transformarlo en un "recurso extraordinario", pues "muchos migrantes que vuelven han enriquecido la economía y la cultura nacional", destacó.
Sobre el proceso de pacificación en Irlanda del Norte, McAleese dijo que la presencia de militares británicos en ese territorio durante los últimos 30 años no ha funcionado y sólo "ha empeorado las cosas".
Las partes involucradas comprendieron que "el diálogo es la respuesta", dijo.
El martes 13 "se decidirá nuestro futuro de paz" en el marco de una reunión "que deberá adoptar decisiones valerosas que conduzcan a la plena instrumentación del acuerdo" de 1998 entre independentistas y partidarios de la permanencia en el Reino Unido. (FIN/IPS/pf/dg/if-ip/99