La economía de América Latina se contraerá 0,5 por ciento este año, más que lo esperado según advirtió el Fondo Monetario Internacional (FMI) en el informe "Perspectiva Económica Mundial" divulgado esta semana.
Argentina, Ecuador, Uruguay y Venezuela entrarán en recesión junto con Brasil. En consecuencia, las economías de la región se contraerán en un promedio de 0,5 por ciento este año, comparado con el pronóstico de 1,5 por ciento de crecimiento que había calculado el FMI previamente.
Las principales causas de la contracción son la crisis brasileña y los bajos precios del petróleo que afectan a Ecuador y Venezuela. En Brasil la contracción será de 3,8 por ciento en vez del uno por ciento previsto en diciembre por el FMI.
La recesión brasileña impactará al resto de la región, pero sobre todo a sus socios comerciales del Mercosur, Argentina, Paraguay y Uruguay, advirtió el FMI.
El producto interno bruto de Argentina caerá 1,5 por ciento, el de Ecuador cinco por ciento, el de Uruguay uno por ciento, y el de Venezuela 3,6 por ciento.
El FMI también redujo su cálculo de crecimiento para México a dos por ciento desde tres por ciento en diciembre, bajó el de Perú a 4,5 por ciento de seis por ciento, y mantuvo la proyección para Chile en dos por ciento.
El organismo calcula que la recuperación comenzará en la segunda mitad de este año, y espera un fuerte repunte en el 2000, cuando se estima que la región crecería un 3,5 por ciento.
La peor parte de la crisis económica mundial ya pasó, pero aún falta mucho para que se alcance la recuperación total, advierte el informe. Algunos países se protegieron de la inestabilidad gracias a que los gobiernos controlaron el movimiento de capitales, reconoce el FMI.
El crecimiento económico mundial se mantendría en 2,3 por ciento este año y "crecería nuevamente en el 2000 mientras siguen su curso los ajustes en las economías de los mercados emergentes", prevé el FMI.
Pero la institución multilateral reconoció que llevará más tiempo antes de que la recuperación se traslade de los mercados de monedas y valores a las familias, granjas y fábricas que componen la "economía real" de los países azotados por la crisis.
En total, un tercio del planeta entró en recesión desde que los mercados financieros comenzaron entraron en problemas en el sudeste de Asia en julio de 1997. Desde entonces, el FMI fracasó varias veces en sus intentos por predecir el futuro económico del mundo.
En octubre, mientras la crisis ya había embargado a las economías asiáticas más pujantes, el FMI aseguró que la producción económica crecería este año a 4,3 por ciento. De hecho, cayó a 2,5 por ciento.
En septiembre, los economistas del FMI mostraban señales de baja autoconfianza y manifestaron sus dudas sobre sus propios pronósticos. Desde entonces, aprendieron a limitar sus apuestas.
"Para 1999, creo que los riesgos están equilibrados en torno a una predicción de 2,3 por ciento. Para el 2000, el pronóstico es que el crecimiento se recupere a 3,4 por ciento, pero entonces la balanza de los riesgos está a la baja", anunció el martes a la prensa el principal economista del FMI, Michael Mussa.
Entre los riesgos se incluye la drástica caída del crecimiento de Estados Unidos, la prolongada debilidad económica de Europa y el creciente proteccionismo de las economías en crisis que buscan recuperarse a través de las exportaciones.
La economía japonesa sigue preocupando, dijeron funcionarios del FMI, así como la posibilidad de que los inversores continúen evitando a los "mercados emergentes" del Sur en desarrollo, o peor aún, que precipiten otra ronda de "contagio" como provocaron en Brasil el año pasado.
El FMI calculó que el crecimiento estadounidense ascenderá a 3,3 por ciento este año, mientras en 1998 había pronosticado un crecimiento de 1,8 por ciento. Sin embargo, la institución modificó a la baja sus pronósticos para Brasil, Europa y Japón.
Las predicciones relativamente optimistas del rendimiento estadounidense significarían que el crecimiento se reduciría gradualmente del 3,9 por ciento de 1998 hasta llegar a 2,2 por ciento en el 2000. Un ritmo que se considera más sustentable que el actual.
Factores temporarios, como los bajos precios de las materias primas y la fortaleza del dólar, ayudaron a contener la inflación en Estados Unidos, explicó el FMI. Pero si esa situación cambia, la Reserva Federal (el banco central estadounidense) podría verse obligada a elevar las tasas de interés.
A su vez, eso podría desencadenar una fuerte caída de los mercados de valores, una posibilidad "que parece más concebible dado el alto nivel de los precios de las acciones", advierte el informe.
Los economistas del FMI también perciben amenazas a la economía del conflicto en Yugoslavia y advirtieron que los países vecinos en la región sufrirán severas perturbaciones.
Los refugiados de Kosovo significarán una gran carga para Macedonia y Albania, aunque el FMI aún pronostica un crecimiento robusto en ambos países. Las rutas comerciales de Bulgaria y Rumania se verán perjudicadas, y Croacia padecerá una pérdida de ingresos del turismo.
No obstante, las economías asiáticas mejorarán este año. El FMI espera que Corea del Sur y Tailandia crezcan, aunque alberga mayores reservas con respecto a Indonesia.
China e India, que estuvieron relativamente protegidas de la crisis por los controles de capital, también tendrán un fuerte crecimiento este año.
"Los controles de capital, aunque provocan costos a largo plazo, habrían ayudado a limitar la vulnerabilidad de India ante los movimientos abruptos de capital de corto plazo", señaló el informe.
El FMI reconoció que hay "pruebas durante las crisis de México (1994-1995) y de Asia (1997-1998) de que los controles de capital ayudaron a reducir la probabilidad de que los países entraran en crisis".
Sin embargo, la institución argumentó que los controles son "menos efectivos para el tipo de fuga generalizada de los inversores de los mercados emergentes que sucedió al brote de la crisis rusa" en 1998.
Los países africanos también se vieron protegidos de las crisis monetarias, pero porque los inversores los omitieron en primer lugar. La región sufrió a la par porque la caída de los precios de las materias primas minó sus ingresos por exportaciones.
La perspectiva semestral del FMI se divulgó una semana antes de que comience la reunión anual primaveral del comité de política cuando se espera que los ministros de Finanzas discutan la forma de evitar futuras crisis monetarias.
En junio se espera el informe de un equipo de tres expertos independientes sobre el estado de las operaciones de supervisión económica del FMI.
El FMI encomendó la poco habitual revisión en 1998, luego de que los accionistas se quejaron porque la institución no había anticipado la crisis del peso mexicano en 1994-1995 ni la inestabilidad financiera que comenzó en Asia. (FIN/IPS/tra-en/aa/aq/if/99